Posible revelación 2024: Tomás O'Connor de Rosario Central

26/01/2024 11:46hs. Actualizado al 26/01/2024 11:55hs.

Tener en su espalda el dorsal número 30 y ser rosarino, son dos cualidades que remiten a una sola persona. Del otro lado de la vereda, en el Estadio Gigante de Arroyito se formó una de las mayores promesas del club. Y en tiempos donde las joyas le duran cada vez menos a las instituciones, Tomás O’Connor vino a demostrar que se puede rechazar en dos oportunidades a un club europeo para cumplir el sueño de debutar en donde se formó.

Y vaya si lo logró… el mediocampista de tan sólo 19 años cumplió el sueño del pibe. En su primer partido oficial con Rosario Central, por la fecha 15 del Torneo de la Liga Profesional 2023 ante Platense como local, Tomás ingresó en el minuto 33 del segundo tiempo en lugar de Lautaro Giaccone y convirtió el cuarto y último gol que le dio la victoria a su equipo.

El nacido en Bella Vista, barrio rosarino de la provincia de Santa Fe, bajó desde la tribuna, donde estuvo siempre alentando al club de sus amores, para lograr el objetivo: jugar en la Pimera División de Central. Pero nadie dijo que iba a ser fácil.

A los 11 y 13 años, el Villarreal de España vino en búsqueda del enganche, pero el sentido de pertenencia fue más fuerte y con el apoyo de los que más quiere, decidió permanecer en Avenida Génova 640, donde tantas veces fue feliz.

Tomas O'Connor con la camiseta del Villarreal (Foto: Instagram)

La Agrupación Deportiva Infantil Unión Rosario (ADIUR) lo preparó en sus primeros pasos -jugó hasta los trece años- para luego, ser potenciado en todas las categorías formativas del club canalla. Sin embargo, cuando todo parecía color de rosas, la dirigencia de Rosario tuvo que afrontar un traspié por los objetivos contractuales que lo unían al jugador con el Naranja.

Y es que se fijó una cláusula donde dejaba sentado que jugados diez partidos en la Primera, así sea un minuto, el club debía abonar al club formativo la suma de 85 mil dólares. Pero eso no fue impedimento para que O’Connor siguiera brillando en Primera, porque rápidamente los clubes se pusieron de acuerdo.

La historia comenzó mucho antes…

El vínculo de amor entre el juvenil y los hinchas tiene su origen mucho antes del 7 de mayo del año pasado, fecha en la que debutó. Porque el pibe, desde que estaba en las Inferiores, demostraba tener el carácter que hoy lo representa en cancha. Y más aún cuando enfrente está el rival de toda la vida…

La famosa arenga de O’Connor a sus compañeros previo a un clásico tiene una explicación: en Cuarta y en Quinta ya le habían echado a dos jugadores a Rosario Central, que había perdido los dos partidos de manera fatal. Él sabía que esto no podía volver a ocurrir.

Es por eso que, apoyado por el coordinador, el fanático del Canalla tomó el mando y, a pesar de la vergüenza, brindó un mensaje que puede motivar a cualquiera.

El resto fue historia y el equipo del 10 derrotó a Newell 's. “Vamos a tirar caños y que lo echen… que lo echen a él, no a nosotros. Nosotros los pasamos por arriba futbolísticamente. Vamos a meterles tres o cuatro goles y si tenemos que meterles seis, les metemos seis. Porque somos Central y estamos en nuestra cancha, nadie nos va a pasar por arriba acá. El escudo, la camiseta y la casa es nuestra y ellos la respetan”, decía O'Connor a sus jugadores.

Que lo llevan adentro…. como lo llevo yo

El fanatismo por los colores le corre por las venas gracias a su papá, quien le enseñó desde chico que tenía que ser de Central hasta la muerte. De tal manera que, una vez cuando era pequeño y asistía al jardín, se cortó y la sangre no tardó en salir. En compañía de su mamá, lloró y le suplicó que no cuente que su sangrado era de color rojo, porque él la tenía azul y amarilla.

La ley primera

“Es un orgullo que esté cumpliendo su sueño en el club del que somos hinchas y vamos a la cancha desde nuestra más tierna edad. La sensación de verlo adentro es única. Eso me pasó en el clásico, recordaba estar con él en la platea en el anterior, y en ese momento estaba del otro lado jugándolo. Como hincha me explota el corazón”, confió Anabel O’Connor, la hermana de Tomás, en exclusiva con Olé.

El volante ofensivo de 19 años lleva con él -en su termo- a los que más quiere: el logo de la peluquería de su amigo, a su tatuador, y a su debilidad, su sobrina Emma, con quien tiene una relación especial: ”Para ella, es su ídolo. Espera los partidos de local para entrar a la cancha con él, y cuando Central juega de visitante y entra con otros nenes, se pone celosa. Le cuenta a todos sus amiguitos del jardín y a las seños que su tío Tomi es jugador de central”.

Sus referentes de pequeño

Idolo: proveniente del latín 'idolum'. Persona o cosa amada o admirada con exaltación. Contemporáneo del mayor referente de los últimos años en Rosario Central, Marco Gastón Ruben. Y O’Connor sabe que no todos tienen el privilegio de conocer a quienes han sido el motivo de sus mayores alegrías.

El delantero dejó una huella imborrable en el corazón del rosarino, que cumplió el sueño de entrenar con él y destaca -cada vez que puede-, la simpleza de sus palabras a la hora de comunicarse con sus compañeros.

Pero no todos sus referentes fueron los que jugaron con el azul y amarillo. Ramón Wanchope Ábila, forma parte, también, de sus mejores recuerdos cuando de pequeño solía pasar horas frente a la pantalla viendo fútbol.

Aún, de grande, sigue conservando una imagen del delantero, que le regaló el dueño del bar al que solía acudir con su familia cuando Central jugaba de visitante y se transformaba en un mini Gigante de Arroyito.

Un fin de año soñado

Luego de su primer partido oficial con el Canalla, Tomás ingresaba desde el banco de suplentes en la mayoría de los partidos para continuar hasta que el árbitro pitara el final del mismo. Sin embargo, Miguel Russo consideró que el mediocampista necesitaba más minutos,

A partir del comienzo de la Copa de la Liga, integró el once titular, fue parte de las 14 fechas de la fase de grupos, clasificó a los playoffs y terminó levantando su primer trofeo en el Estadio Madre de Ciudades, cuando Central derrotó por 1 a 0 a Platense.

La familia de O'Connor festejando el campeonato (Foto: Instagram)

Junto a Campaz y a Jorge Fatura Broun, fueron los únicos tres jugadores en disputar todos los partidos del torneo, hasta salir campeones. El equipo terminó el año saliendo subcampeón del Trofeo de Campeones tras caer por 2 a 0 ante River Plate.

La ilusión que los condena

La campaña de Russo superó todas las expectativas. Central fue el único equipo que terminó invicto de local en el año, finalizó tercero en la tabla anual y quedó cuarto en su zona desplazando a Independiente por los goles a favor, ya que ambos terminaron con 23 puntos y 4 goles de diferencia de gol.

En la victoria por 2- 1 sobre Arsenal en Sarandí logró el doble objetivo: se metió en los cuartos de final de la Copa de la Liga y en la Copa Libertadores 2024. Es por eso, que O’Connor, el plantel de Rosario, y la hinchada canalla saben que este año puede ser mejor que el anterior, porque tienen el sueño más intacto que nunca de ser por primera vez campeones de la Copa Libertadores de América.