El conmovedor llanto de Abel Pintos en el regreso de "PH: Podemos ...

La vuelta de “PH: Podemos Hablar” a la pantalla de Telefe llegó con algunas secciones nuevas. Una de ellas paradójicamente, le proponía a los invitados permanecer en silencio, mirándose a los ojos, tanto entre ellos como con otras personas. El protagonista designado para esta apertura de segmento fue el cantante Abel Pintos, quien no pudo contener el llanto al estar sentado frente a frente con una persona muy especial en su vida y su carrera.

“Cada vez que pasó alguien, me fui metiendo más en la idea del paso del tiempo. Lo primero que advertí fue que tuve que llegar a un programa de televisión para pasar tiempo mirando a los ojos a alguien sin decir nada. Y cuando se me instaló esa idea empezó a crecer, a medida que iban pasando las personas”, dijo el actual jurado de “Got Talent Argentina”, ciclo que se emite por el mismo canal.

Momentos después de las lágrimas que brotaron de sus ojos, y ya ante la presencia de Andy Kusnetzoff, el conductor del programa, el compositor argentino continuó su explicación: “Cuando pasó la anteúltima persona, con unos ojos bellísimos, no sé quién es, tuve la sensación de que tenía que encontrar a alguien ahí atrás, que no estaba reconociendo”.

“Entonces tuve la sensación de que el paso del tiempo seguramente hubiese hecho que me olvide de esa persona”, argumentó sobre una mujer de ojos azules que se ubicó frente a él después de Paula Chávez, Marcos Ginocchio, Damián Betular y Julieta Poggio.

Después que pasaron los otros invitados de la noche y de esa persona que, efectivamente, Abel no conocía, el cantante abrió los ojos y vio a Jorge Quinteros, su manager desde que comenzó su carrera musical.

“Es mi compañero de vida y es muy importante para mí. Se llama Jorge, es mi manager desde hacer casi 30 años, pero sobre todo un hermano. Justamente hace unos días hablamos del paso del tiempo y de cómo nos ha transformado y parado en distintos lugares”, indicó.

Y añadió: “Él empezó a trabajar con un niño de 13 años y hoy trabaja con un hombre de casi 40, con dos hijos, casado, con su propia familia, con sus propias responsabilidades y su mirada del mundo”.

“Entonces los desencuentros empiezan a ser un orden natural. Y no necesariamente están cargados de algo negativo ni de falta de amor. Empiezan a ser sencillamente desencuentros. Y es duro porque uno está al lado de alguien espalda con espalda durante muchos años y de repente a lo mejor cambiar la posición, aunque sigas estando cerca, es duro. Te falta una parte”, admitió.

Luego, prosiguió: “Entonces lo miraba a los ojos y cuando hablamos en los últimos días sobre el paso del tiempo en ningún momento nos miramos, porque nunca nadie hace esto. Fue muy fuerte. Entonces todo lo que había pensado sobre el paso del tiempo, fue nuestro temario para llegar a la conclusión de que no importa cómo se muevan las fichas, nosotros nos amamos y nos vamos a acompañar. Hubo cambios de posiciones muy sencillas”.

“Agradezco esta experiencia, porque casi no paso tiempo sin hablar, verbalizo todo. Me hizo bien y estoy seguro que a Jorge también”, finalizó el popular artista.

Al finalizar ese segmento, por la dinámica del programa, fue imposible para Abel Pintos darle un abrazo a su manager, pese a remarcar que tenía muchas ganas de hacerlo.

Sin embargo, antes de la finalización del programa, tuvo la chance de hacerlo. “Nos conocemos hace mucho tiempo. Yo no lo sabía y fue fuerte. Necesitábamos mirarnos a los ojos”, expresó Quinteros.

"Esto es un montón. Es más duro que el ejercicio de la silla. No sabés lo que es para él pasar delante de la cámara”, completó Abel Pintos.

ES