Dimitrov y el revés a una mano regresan al top-10

Parece ser verdad que los '30' son los nuevos '20', y si no que se lo digan a Grigor Dimitrov. A sus 32 años, el búlgaro está viviendo una segunda juventud, tras ganar en Brisbane y quedarse a un paso de conquistar el Masters 1000 de Miami. Un mal sabor de boca en la final ante un imbatible Jannik Sinner que, con 22 años, viene siendo el mejor tenista en este 2024 y a quien valoró como "el mejor jugador del mundo ahora mismo".

Un viejo conocido para los amantes del deporte de raqueta, que llegó a ser número 3 mundial en 2017, tras ganar su único Masters 1.000 (Cincinnati) y las ATP Finals. Su victoria ante Zverev en semifinales confirmó su regreso al top-10, en el que no estaba desde noviembre de 2018. Seis años después, Dimitrov se coloca en el puesto 9 mundial, y con él retorna el revés a una mano al top-10, "el golpe más bello y difícil del tenis", como lo cataloga el búlgaro.

Dimitrov, junto a Tsitsipas, es de los pocos tenistas de máximo nivel que usan este golpe dentro del circuito. Una preocupación que ya manifestó el pupilo de Jamie Delgado y Daniel Vallverdú durante Indian Wells: "Tenemos un gran problema si desaparece. Por el momento, seguimos defendiendo el fuerte y ojalá hubiera más tenistas con ese golpe. Siempre lo defenderé, a ultranza. Es el golpe más bello de este deporte, y también el más complicado. Sé que en las nuevas generaciones veremos cada vez menos porque todo exige más potencia, pero sería genial ver más tenistas con el revés a una mano".

Tenemos un gran problema si desaparece. Siempre lo defenderé, a ultranza

Su mejor arma, el revés a una mano, está mostrando sus frutos en este 2024, tras haber vencido a tres top-10 en Miami: Hurkacz, Alcaraz y Zverev. Parece ser que, una vez ha terminado la época del 'Big4', ha llegado una oportunidad para el búlgaro, que aspira a hacer una buena actuación en Monte-Carlo y seguir con la dinámica de esta temporada.

Sin embargo, lejos de lamentar haber coincido con Nadal, Federe, Djokovic y Murray, el tenista se siente afortunado de haberles tenido como rivales: "He tenido mucha suerte.¿Cuántas veces puedes decir que jugaste en una época contra los mejores y los ganaste a todos? Pero el viaje, para mí personalmente, fue un poco triste sin tener a estos muchachos cerca", comentaba Dimitrov en la previa a la final de Miami.