“Llevá un Pirata al Kempes”: así llegaron hinchas de Belgrano para ...
La hinchada de Belgrano sabía que no sería una jornada fácil la de este jueves, dónde su equipo jugaba un partido por Copa Sudamericana en el Kempes, en medio de un paro general que afectó al transporte urbano.
Además, para el encuentro ante Delfín se habilitó la platea Gasparini, por lo que el afluente de piratas iba a ser aún mayor.
El rastrojero pirata que llevó hinchas de Belgrano al Kempes para el partido de la Sudamericana. (La Voz)Sin colectivos urbanos a disposición, hubo que ingeniárselas para llegar al estadio. Desde Belgrano se alentó a la solidaridad, para que quien tuviera un vehículo pudiera traer a otro hincha que careciera de movilidad.
Y en un día laborable y con tanta cantidad de gente arribando, se hizo bastante complicada la llegada a los diferentes puntos de estacionamiento. Con tiempo, a pesar de algunos contratiempos, una hora antes del juego todo lucía ya abarrotado.
Hubo hinchas que lo vivieron como un partido más, ya que acostumbran ir en auto. “En Alberdi esto no pasa”, fue el comentario de alguno que tuvo que sacar el auto para esta ocasión especial.
Néstor, chofer de un taxi, hizo un canje particular. Trajo a cuatro amigos a la cancha, no les cobró el viaje y pero lo cambió por la entrada para ver el partido.
También está el caso de Juan Vilca, dueño de un rastrojero desde hace casi 20 años, todo ploteado de Belgrano, que es el transporte oficial de la familia cuando los partidos son en el Kempes. “A veces éramos 30, hoy los chicos crecieron y se compraron su auto”, le contó a La Voz Deportes.
Los colectivos de las filiales no faltaron y también aparecieron traffics de diferentes agencias de turismo, que fueron la vía de llegada para muchos que no tenían otra forma.
Hubo algunos que se animaron a más y decidieron caminar. Un familiar los dejo en las cercanías del estadio, sin intenciones de meterse en la maraña de autos, y emprendieron camino hacia las tribunas.
Lo cierto es que no hubo paro que evite el aguante de siempre para Belgrano. Hubo que tener más paciencia e ingeniar alguna estrategia distinta, en la tarde noche fría del Kempes. El aliento no faltó, las cara de apuro para llegar a tiempo y el calor para vivir una noche más de copa.
