Camilla, reina de Inglaterra
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Poco podía imaginar Camilla Parker Bowles aquel día de 1970 en el que conoció al príncipe Carlos en un partido de polo que ella terminaría siendo la mujer que desfilaría delante de él por la nave central de la abadía de Westminster 53 años después para ser coronados como reyes de Reino Unido. Medio siglo que ni de lejos fue testigo de una historia de amor de cuento, sino más bien de un enrevesado guión en el que ambos fueron buenos amigos, amantes y confidentes, se casaron con otras parejas, y sufrieron el escarnio público antes de vencer todos los obstáculos, casarse pasados los 50 años y vivir, por fin, su historia de amor. La suya es una de esas historias que demuestran que lo menos pensado puede llegar a suceder.
En un día tan importante, los reyes Camilla y Carlos de Inglaterra han llegado puntuales a la abadía de Westminster para ser coronados. Uno de los momentos más esperados era ver descender a la reina Camilla de la carroza del Jubileo de Diamante para apreciar con detalle el look más importante de su vida como royal, el vestido elegido para su coronación. Y no ha defraudado, con un precioso diseño en color blanco firmado por Bruce Oldfield.
Camilla ha lucido un vestido hecho a medida por el diseñador británico realizado en seda color marfil con cuello en V, manga larga y cuerpo entallado con sobrefalda con bordados de y detalles de hilo dorado en los hombros y los puños. El diseño ha sido tejido de manera artesanal en el taller de Stephen Walters en Suffolk, un claro reconocimiento a la artesanía británica.
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Los delicados bordados florales representan cadenas de margaritas, nomeolvides y celidonias, con los que Camilla ha querido reflejar la importancia de la naturaleza tanto para ella como para Carlos, cuyo gusto por la jardinería es de sobra conocido. En los puños del vestido la reina lleva bordados los emblemas florales de las cuatro naciones del Reino Unido: una rosa, un cardo, un narciso y un trébol.
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Sobre el vestido la reina Camilla ha lucido la misma capa que llevó Isabel II para su coronación en 1953, realizada en terciopelo rojo carmesí. Para completar el look, ha lucido unos zapatos blancos de tacón cómodo de Elliot Zed y un collar con grandes diamantes. La reina Camilla ha entrado en la abadía sin ningún tipo de tocado, a la espera de ser coronada durante la ceremonia con la impresionante corona de la Reina María de Teck, que está engastada con aproximadamente 2000 diamantes y el famoso diamante Cullinan IV.
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Camilla ha seguido la ceremonia visiblemente emocionada y, tras la coronación de Carlos III, ha sido su turno. Además de la corona, ha recibido el cetro real y la vara de la equidad y la misericordia. A su salida de la abadía, Camilla ha lucido una nueva túnica diseñada y bordada a mano por la Royal School of Needlework y confeccionada por Ede y Ravenscroft.
Se trata de una túnica de terciopelo morado con bordados dorados que muestran la cifra de la reina consorte, los emblemas nacionales del Reino Unido y símbolos de la naturaleza, incluidas abejas, escarabajos y distintas flores, como el lirio de los valles, favorita de la reina Isabel y que también se incluyó en el ramo de novia de Camilla en 2005; y el Delphinium, una de las favoritas de Carlos, y la flor de julio, el mes del nacimiento de Camilla.
La corona de la reina CamillaCamilla se ha convertido en Reina llevando una de las piezas más especiales de la realeza inglesa: la corona que la reina María de Teck llevó en la coronación de Jorge V. La corona está engastada con 2.200 diamantes y la lució la bisabuela de Carlos III en la coronación de su esposo en 1911. Esta es la primera vez en la historia moderna que una reina repite corona para una ceremonia de coronación, y ha sido así "en aras de la sostenibilidad y la eficiencia", tal como destacó Buckingham en un comunicad0. Con ella, ¿volveremos a oír aquello de "Good save the Queen"?
