Los pastelitos no faltaron a la celebración de la Independencia
En cada fecha patria, Mar del Plata despierta con un aroma especial que se desprende de una pequeña panadería ubicada en la calle Bolívar, entre Pampa y Chaco. Es allí donde la tradición de los pastelitos se mezcla con la celebración del Día de la Independencia, convirtiendo este lugar en un punto de encuentro obligado para los marplatenses que buscan sumar tradición a un día que nos retrotrae a los primeros años de la patria.
Desde temprano, el equipo liderado por Martín se encuentra en plena actividad. "Ayer ya comenzamos la preparación porque sabemos que la demanda es alta", compartió el titular de la panadería San Roque con el móvil de Radio Brisas, mientras atendía los pedidos y daba forma a los deliciosos pastelitos que han ganado fama en toda la ciudad.
Los pastelitos son elaborados con una receta que ha sido transmitida de generación en generación. La masa, preparada con esmero un día antes para garantizar su textura y sabor perfectos, es estirada hasta conseguir un hojaldre que se deshace en capas al primer mordisco. Rellenos con dulce de membrillo y luego fritos en aceite caliente, los pastelitos son bañados en almíbar para completar su irresistible sabor dulce.
"La clave está en el hojaldre, son 32 capas en total que se abren perfectamente", explicó Martín, revelando uno de los secretos detrás de la popularidad de estos pasteles. La técnica y la dedicación son evidentes en cada paso del proceso, desde el amasado hasta el toque final antes de servirlos.
Los días patrios, especialmente el 25 de mayo y el 9 de julio, son fechas de alta demanda para la panadería. "El 25 de mayo es un poco más intenso", confesó, recordando cómo en esa fecha las filas se extendían por las calles mientras los vecinos buscaban asegurarse sus pastelitos.
El negocio, que ha estado en la familia de Martín durante 61 años, es mucho más que una panadería. Es un punto de encuentro donde las tradiciones locales se mantienen vivas a través del buen hacer y la pasión por la cocina. "Es un trabajo de familia, empezó con mis abuelos y hoy seguimos aquí, honrando su legado", expresó con orgullo.
Con horario extendido hasta las 13.00 para satisfacer la demanda del día, la panadería cerrará temporalmente mañana para recuperarse del ajetreo de la celebración. Mientras tanto, los marplatenses seguirán disfrutando de cada bocado de tradición que les ofrece este emblemático lugar.
