Elecciones en Tucumán: el PJ sacó una amplia ventaja y conservó ...

SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- Con un impresionante despliegue de su aparato clientelar, el peronismo revalidó su hegemonía en Tucumán, donde está en el poder desde hace 24 años. Sin Juan Manzur en la boleta, a quien la Corte Suprema le impidió ser candidato por incumplir con la Constitución local, fue su vice, Osvaldo Jaldo, quien le dio el triunfo al oficialismo sobre Roberto Sánchez, de Juntos por el Cambio. Traccionó la victoria oficialista, el sistema de acoples, una suerte de lista colectoras. El Frente de Todos tuvo 61 acoples, mientras que Juntos por el Cambio 16.

Con el 88,4% de las mesas escrutadas, el frente encabezado por Jaldo cosecha el 56,3% de los votos, seguido a distancia por Sánchez, con el 34% de los sufragios. Muy lejos queda Fuerza Republicana, de Ricardo Bussi, que no llegó a los 4 puntos.

La victoria de Jaldo es un espaldarazo al Frente de Todos en la semana en la que se definirán alianzas y se avanzará en las candidaturas a nivel nacional. Alberto Fernández buscará capitalizar el triunfo y visitará el lunes la provincia con la excusa de activar una obra pública. Tanto Jaldo como Manzur están alineados con el resto de los mandatarios del PJ y coinciden en la necesidad de llegar a las PASO de agosto con una lista de unidad, a contramano de las pretensiones del Presidente. Reforzarán ese pedido con una foto de alto impacto: comparten el triunfo con los gobernadores Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gildo Insfrán (Formosa). Se sumá luego el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, el candidato de Cristina Kirchner. “El Poder Judicial no debe estar politizado”, dijo el funcionario de La Cámpora, en alusión a la impugnación de la Corte a la candidatura de Manzur.

Durante toda la campaña, Jaldo y Manzur tomaron distancia de la gestión nacional y hasta evitaron las referencias a la pelea por las candidaturas y a la crisis económica por la inflación.

“Aquí fueron derrotados los referentes nacionales de Juntos por el Cambio: Larreta, Bullrich y Macri. Nos vamos a organizar para ganar la elección nacional”, dijo Jaldo, victorioso y desafiante.

Acostumbrado a victorias sobradas, el peronismo tucumano volvió a celebrar a pesar de los vaivenes de la gestión nacional. Además, pelea cabeza a cabeza para conquistar la capital, que está en manos de Germán Alfaro, un peronista aliado a JXC y que compitió como candidato a vicegobernador de Sánchez. La candidata del PJ es Rossana Chahla, actual diputada nacional del Frente de Todos y exministra de Salud provincial. Alfaro está confiado en retener su bastión y recibió en plena madrugada el respaldo en persona de Horacio Rodríguez Larreta. Esta batalla quedó indefinida por un problema técnico en la carga de datos en plena madrugada, cuando prácticamente había un empate técnico. Quedan 350 urnas sin contabilizar que serán revisadas en el escrutinio definitivo, según informó la Junta Electoral. La definición quedará para el martes.

En una jornada nublada de irregularidades, quedó en evidencia el sistema clientelar que se naturalizó en cada elección en esta tierra. Hubo acarreo de personas y denuncias por el pago de dinero por votos. Es una práctica ya habitual, instrumentada y reconocida por las fuerzas políticas de más recursos. Patricia Bullrich, referente nacional de JXC, habló de “trampas”, mientras que dirigentes locales de la coalición y la izquierda fueron a la Justicia Electoral para denunciar “maniobras de fraude” y “robo de boletas”. Jaldo se limitó a decir que “la Justicia es la que debe actuar”.

Ricardo Bussi, el aliado local de Javier Milei, quedó lejos a pesar del apoyo directo que tuvo del libertario, que vino dos veces a la provincia para impulsar su candidatura. Bussi volvió a quedar tercero, muy lejos del segundo y de la cima. Incluso, cosechó menos votos que en 2019, cuando lo eligieron 136.613 personas. Fue la séptima vez consecutiva que intenta llegar a la gobernación. Solo una vez estuvo cerca de ganar. Fue hace 24 años, cuando intentó suceder a su padre, pero cayó ante el peronista Julio Miranda después de un recuento de votos que duró casi un mes y fue judicializado.

Con este resultado, el Frente de Todos conserva su mayoría en la Legislatura, donde actualmente tiene 33 hombres propios sobre un total de 49. Con esta performance, Juntos por el Cambio mejoraría su bloque [hoy tiene cuatro], aunque seguirá en amplia minoría para impulsar algún proyecto propio o intentar bloquear las iniciativas oficialistas.

Jaldo designó como su compañero de fórmula a Miguel Acevedo, actual ministro del Interior, un cargo súper poderoso en la estructura de gobierno tucumano porque es quien maneja los fondos de los 19 municipios y de las 93 comunas rurales, las dos llaves con las que el peronismo local neutralizó a la oposición en las últimas cinco elecciones domésticas.

El mapa de las intendencias no tendría grandes variaciones si es que la capital no cambia de manos. El peronismo mantiene el poder en 15 sobre 19. La gran apuesta del PJ es arrebatarle la capital a Alfaro, que blindó su bastión y busca que su esposa, la senadora nacional Beatriz Ávila, sea su sucesora. Alfaro y Ávila podrían tener hoy un encuentro con Horacio Rodríguez Larreta por segunda vez en cinco días. El jefe de gobierno porteño reforzará las denuncias contra el sistema electoral y avalará “las sospechas” que manifestó Alfaro sobre las fallas en la carga de datos.

La oposición, en tanto, ganó en Concepción, la ciudad de Sánchez; Bella Vista y Yerba Buena. Es decir, retuvo los otros tres municipios que ya controlaba.

Participó un 80% sobre un padrón de 1.217.207 tucumanos. Más que en 2019. Es algo menos del 4% del nacional. El escrutinio fue engorroso por la cantidad de listas colectoras y por las demoras en los centros de votación.