Así vivió Tevez el clásico luego de una semana caliente

09/03/2024 21:12hs. Actualizado al 09/03/2024 22:05hs.

La punta de la zona A estaba en juego, aunque en el Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini colmado y teñido de rojo furioso, el clima anticipaba otro posible motivo de tensión. Más allá de algunas declaraciones de Néstor Grindetti, previas al partido para enfriar los paños, la semana caliente de Carlos Tevez en torno a los arbitrajes y a sus amagos de dar un portazo no habían pasado inadvertidos para los hinchas del Rojo.

Dentro de esa coyuntura... ¿cómo vivió Carlitos el partido?

Al principio, hubo caricias para el deté. Las referidas al presidente del club, quien apoyó con un "hay Tevez para rato" y con la ovación de toda la cancha para el ex Boca. Sí, más que por haber salvado del descenso al equipo en el torneo pasado, porque el hincha sintió que Tevez se identificó con él, que se puso la camiseta al expresar el sentimiento de enojo e indignación que también se vivió en las tribunas por los fallos arbitrales contra Barracas y la posterior disputa vía redes sociales contra el N° 2 de la AFA, Pablo Toviggino.

River Plate - 9-3-2024

Borja puso el 1-0 para el Millonario

Algunos pibitos y gente grande que se ubicaron detrás del banco le pidieron con desesperación y a los gritos al menos un saludo, tocarle la mano, como si fuera el Papa. Enseguida, y dirigiéndose con determinación desde el otro rincón, Martín Demichelis se acercó a su colega y le habló un rato largo al oído, interpretándose como un mensaje de apoyo. La gente, al toque, se expresó claramente: "Tomala vos, damela a mí, vamos a matar a un referí". Al que le zumbaban los oídos era a Pablo Dóvalo, el juez del 2-2 con polémica.

"Es como que un chorro venga a tu casa y te diga que te va a robar. Y que después vaya y te robe. Y con una cara que después se te planta y te quiere pelear. Una locura. Hablé con los jugadores antes del partido. Les dije que jugábamos contra 14. Lo sabíamos", denunció Tevez tras aquel el empate.

Abrazo de Tevez y Demichelis (Marcelo Carroll).

Con el partido peleado y sin un equipo dominador, Carlitos parecía conforme con la performance de sus dirigidos en el PT, más allá de que seguía de pie las acciones y daba algunas indicaciones. Paralelamente, Nazareno Arasa, el árbitro, no daba tela para que ninguno de los dos entrenadores cortara.

"Sigo pensando lo mismo que ayer: robaron a Independiente. Yo digo lo que pienso. Ojalá que haber dicho lo que pienso no le traiga consecuencias a Independiente porque, si no, ahí tengo que dar un paso al costado". Esta fue la frase en la semana que encendió las alarmas en Independiente, si bien Tevez tiene contrato hasta fin del 2026. Por eso el apoyo explícito de Grindetti en la previa...

La mala noticia, de rebote

Estaba todo dado, entonces, para que Tevez pasara una tarde-noche solo ocupado en su equipo y preocupado por River. Justamente por ese lado llegó la mala para el Apache, que abrió los brazos con muestra de fastidio cuando Borja metió el 1-0 a los 22', previo rebote en Aguilar. Una montaña de fortuna para el colombiano y del mismo tamaño de mala suerte para el local.

El hincha trató muy bien a Tevez (Marcelo Carroll).

No obstante ese 0-1, la presión que ejerció su equipo contra el área de Armani, con varios ataques seguidos que generaron algunos "uhhhhhh" de la gente, provocó aplausos de Tevez y un pedido de continuidad de esa actitud, a la que, es cierto, quizá le faltaba un poco de precisión. Sin embargo, tras el enésimo centro de Isla, el toque justo lo metió Avalos para marcar el empate. Así terminó el PT, y Tevez volvió a escuchar aplausos desde la ex Doble Visera.

El festejo del gol de Avalos (Marcelo Carroll).

Ya en el ST, desde lejos esa figura toda vestida de negro salvo las blancas zapatillas no se veía tan movediza; de hecho, su asistente Nicolás Chiesa fue el que más activo estuvo. Brazos cruzados o detrás de la espalda, mirada atenta, así siguió Tevez la mayor parte del complemento, analítico y tranquilo por el resultado y cómo jugaba su equipo.

De hecho, se ocupó más del partido que del arbitraje o alguna circunstancia del exterior. Metió cambios, modificó la línea de cinco por un 4-4-2, dio algunas indicaciones, no protestó el gol anulado por offside... Lejos del furioso Apache del partido ante Barracas y del que generó intranquilidad por sus declaraciones coqueteando con un portazo, el DT vivió una jornada sin vértigo

Y ya en conferencia de prensa, afirmó: "Le estoy agradecido a la gente por bancarme y trabajo para que me aplaudan porque se sienten representados por el equipo y no por cuestiones extrafutbolísticas". Al menos por los próximos días, da la impresión, nadie caminará por la cornisa en Avellaneda...