El veterinario Eduardo De Lucca afirma que el puma, considerado ...

8 May 2023

El proyecto Puma de las Pampas se inició en 2009 con el objetivo de llenar el vacío de conocimiento sobre el puma en la ecorregión pampeana. El veterinario Eduardo De Lucca, su creador, quería saber específicamente si los ejemplares que se comenzaban a ver en la zona de Ventania eran los únicos pumas de la zona y si podían constituir una población reproductiva. 

El tema “puma” siempre despierta interés en toda la comunidad y especialmente en el mundo agropecuario. Por eso desde Bichos de Campo decidimos hablar con Eduardo (que también es investigador adscripto a la Fundación Félix de Azara), y que entrevistó a más de 200 ganaderos para saber cómo se llevaban con este animal.

-En sus informes usted describe que el puma “volvió de la extinción por sí solo”. ¿Cómo lo hizo? Porque no es común…

-No, no es nada común: pocas son las especies de carnívoros que tienen la capacidad de recolonizar regiones de las que fueron extirpados. Con respecto al puma en la ecorregión pampeana, han sido cambios en el uso de la tierra los que han propiciado este fenómeno, especialmente en los últimos 15 años.

-La famosa “agriculturización de las pampas”…

-Así es, donde en desmedro de la ganadería, el boom sojero, las nuevas tecnologías agrícolas y los cultivos “de segunda” han ocasionado un despoblamiento rural. Prácticamente se ha perdido la figura del puestero, ese personaje encargado del manejo del ganado y de combatir a los depredadores. El puma, como varias de sus principales presas (jabalíes, carpinchos, peludos, ciervos exóticos), se han adaptado muy bien a los agroecosistemas: los cultivos les brindan refugio, alimento, un lugar en donde criar y en el caso específico del puma, un escondite ideal desde donde acechar y adonde llevar las presas una vez ultimadas.

-¿De qué forma menos ganado favorece la presencia del puma? Porque parecería al revés…

–Es que menos ganado implica menos gente en los campos y menos conflicto. Por eso el puma pudo recolonizar y persistir. Asimismo, la agriculturización ha favorecido que prolifere vegetación en las zonas bajas de los campos que no pueden ser empleadas por la agricultura debido a las condiciones de salinidad del suelo. Estos “bajos” también sirven de refugio para el puma y sus presas. Fenómenos como incendios e inundaciones, posiblemente agravados por el cambio climático, también parecen haber gatillado la dispersión de pumas desde regiones vecinas a las pampas.

-¿Cómo reaccionan los ganaderos ante la presencia del puma? 

A través de las encuestas a productores busco conocer sus actitudes y percepciones y efectuar una estimación de las pérdidas anuales que sufren por depredación. Más de un 70% de los ganaderos consideran las pérdidas que han sufrido por ataques de pumas como muy importantes o importantes. En promedio, algo más del 50% considera al puma como plaga (con variaciones regionales) y perciben en su gran mayoría un incremento de las poblaciones. También entre otras tantas preguntas indago respecto de las intervenciones no-letales y letales que emplean para prevenir mayores pérdidas.

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-¿Cuáles son las mayores áreas de conflicto?

-En las pampas, el noroeste de la ecorregión, en especial en el partido de General Villegas en la provincia de Buenos Aires y departamentos del sur de Córdoba. La problemática con el puma parece agravarse también en ciertas áreas de partidos de la Pampa Austral, como es el caso de Coronel Dorrego.

-Además de la tarea de investigar y de difundir información, ¿el proyecto contempla capacitación a productores o ayuda en cómo manejarse con el felino?

-Sí. Luego de analizadas las 200 encuestas elaboré tres documentos breves que envié a los productores entrevistados. Uno trata sobre recomendaciones generales para disminuir la frecuencia y severidad de los incidentes de depredación, otro sobre el uso de burros como animales protectores y el tercero informándolos de la existencia de unas luces disruptivas de ataques denominadas “foxlights” (ideadas por un productor ovino australiano).

-¿Qué acciones preventivas ha realizado en terreno?

-En tres campos con importantes pérdidas de ganado por pumas instalé luces de forma gratuita para evaluar su eficacia. También hago de nexo entre productores y criadores de burros y de perros protectores para colaborar en la adquisición de estos animales. Para este año se contempla dar charlas a productores con la colaboración de las oficinas municipales de Senasa. 

-¿Puede nombrar algunas formas de evitar al puma en los rodeos vacunos?

-Es más complicado por las grandes extensiones que en general ocupan (no es como en el caso de los ovinos en donde se puede hacer encierre nocturno en corrales). Lo recomendable es efectuar un manejo adecuado del rodeo para que las pariciones estén más concentradas y así se pueda efectuar una mejor vigilancia y mantener el ganado apartado de los cultivos (desde donde el puma acecha). El uso de burros como animales protectores parece ser una buena herramienta, así como las luces disruptivas de ataques (el inconveniente actual es cómo traerlas al país). También es recomendable eliminar los cadáveres de ganado de los campos para que los depredadores no se inicien en su consumo y evitar la caza de las presas del puma, porque se sabe que al escasear o no tener disponibles presas naturales, los predadores se vuelcan a matar ganado. Es de destacar que las pérdidas en vacunos se centran en terneros. Son contados los casos en los que pumas han depredado animales adultos.

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-Es ir probando, ¿no?

-Y sí, porque no existe una solución mágica y lo más cercano a lo ideal es evaluar cuáles son los determinantes de depredación de cada establecimiento y poner en práctica las intervenciones más viables. Como dije antes, el despoblamiento rural complica las cosas porque la presencia humana en los campos es lo que más desalienta los ataques de depredadores. Más allá de mi fascinación por el puma, por ser un animal magnífico en muchos sentidos, me interesa trabajar para mitigar el conflicto con los productores agropecuarios y así evitar que se maten tantos pumas.

-Hace años que se habla del cuidado del ambiente. ¿Hay más conciencia sobre el cuidado de la fauna silvestre?

-Poca. En general los productores no están dispuestos a tolerar ni la más mínima pérdida. En ciertas áreas de nuestras pampas, como es la subregión de la pampa interior, la intolerancia es tal que para un 65% de los productores que en algún momento han sufrido un incidente de depredación el puma es considerado como plaga y un alto porcentaje reconoce matarlos o al menos intentarlo. Tampoco existe tolerancia para sus presas, como peludos, vizcachas y ñandúes.

Fotos: Proyecto Puma de las Pampas, Juan Boeris, Irma Bove
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