Dos programas para impulsar la calidad de vida en Perú y Ecuador
El programa de Perú se desarrollará en 4 provincias de la región de La Libertad, situada al noroeste de Perú, en colaboración con el Centro Ecuménico de Promoción y Acción Social del Norte (CEDEPAS Norte), socio local que tiene una vasta trayectoria de trabajo en el impulso del tejido económico local.
Con este programa, Manos Unidas y CEDEPAS Norte contribuirán a la mejora de la calidad de vida de 2.000 personas en Perú, impulsando a su vez el tejido económico, así como el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
También se busca articular alianzas firmes entre el tejido público-privado de la región, con la idea de poder superar las enormes brechas socioeconómicas, que limitan y castigan a las clases más humildes.
Una violencia constante y silenciada Dos mujeres toman la temperatura a un procesado lácteo. | Imagen: Perú - CEDEPAS Norte.Sorprendente y tristemente, las mujeres parecen aceptar como algo natural el ser maltratadas por sus maridos y familiares, y desconocen las instituciones a las que deben acudir para ser asistidas. Y eso, en un país, Perú, que dispone de un Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y que en el año 2000 elaboró el primer plan nacional de igualdad de oportunidades para mujeres y varones.
En una encuesta realizada en 2022, el 58,4% de mujeres de La Libertad afirmaban haber sufrido algún tipo de violencia psicológica, física y/o sexual por parte de su esposo o compañero.
Las mujeres tienen serias limitaciones para desarrollar actividades generadoras de ingresos, como el escaso tiempo que les concede su triple rol —reproductivo, productivo y comunitario—; la baja autopercepción de sus capacidades y la poca asistencia técnica y su bajo índice de propiedad de las tierras.
Para intentar revertir esta dura situación, se fortalecerán las asesorías de defensa, con la idea de que las mujeres puedan visibilizar y denunciar las situaciones de violencia que padecen, hasta ahora en silencio. También se apoyará a las mujeres emprendedoras, con planes que les ayuden a superar estos problemas.
Perú tiene un índice de desarrollo humano considerado alto, ocupando la posición 84 de un total de 191 países. Pese a ello, existen en el país importantes diferencias entre los más pudientes y los menos privilegiados.
Los productores agropecuarios de granos andinos —quinua y altramuz—, lácteos y cuyes, se han asociado para la venta de su producción, pero estas agrupaciones aún son incipientes y no están logrando generar ingresos suficientes para garantizar el acceso de sus integrantes a unos medios de vida adecuados.
El programa buscará incrementar la productividad de sus parcelas, así como mejorar sus procesos de transformación, asegurándose de que sean medioambientalmente sostenibles y acordes con los principios de la economía circular.
También ayudará a estas empresas en el fortalecimiento de sus procesos organizativos, de gestión empresarial y comercial, generando, de esta forma, mayores oportunidades para la obtención de ingresos.
Impulsando una respuesta pública más eficienteLas instituciones públicas son las que tienen la responsabilidad de garantizar los derechos de la población de sus territorios. Por ello, el programa busca que éstas mejoren su respuesta a las necesidades de la gente, para que tanto las defensorías comunitarias como las empresas asociativas tengan representación y voz en dichas instituciones.
Una región de contrastesLa Libertad está compuesta por 12 provincias, pero el proyecto se centrará en 4: Julcán, Sánchez Carrión, Santiago de Chuco y Otuzco.
En las cuatro existe una fuerte degradación del suelo por actividades agropecuarios de carácter intensivo, a lo que suma la existencia de varios vertederos ilegales, muchos cerca de zonas de agua, así con la quema sin control de residuos, contribuyendo a la contaminación de la zona.
En Ecuador, desde el 1 de enero hasta el 15 de noviembre de 2023, se registraron 277 feminicidios, según datos de la Fundación Aldea.
La lacra de la violencia de género en EcuadorEn Ecuador, el 62'8% de las mujeres que viven en zonas rurales denuncian haber vivido algún tipo de violencia a lo largo de su vida —según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)—. En los espacios rurales, se tiende a justificar o culpabilizar a las mujeres de estas agresiones.
«El gran reto es llevar el mensaje a las comunidades rurales. Existe preocupación en cómo se están resolviendo los casos de violencia en las comunidades. Las mujeres víctimas se encuentran encerradas en los círculos de violencia. No solo se trata de denunciar, sino también de trabajar en la autoestima de las mujeres, en sanar de las heridas emocionales», afirma Sara Lema, una mujer joven de Colta.
4 años de sensibilización, educación y fortalecimientoEl programa, de 4 años de duración, se plantea que las mujeres aumenten sus ingresos y su autonomía económica. Para ello, se trabajará para mejorar la salud de los suelos de las tierras productivas, a través de la transición hacia la agroecología.
También se fortalecerá la cadena de valor de lácteos y las cajas comunitarias solidarias, que son un gran recurso de ahorro y financiación para las mujeres, pues las habilitan para obtener pequeños créditos en sus propias comunidades para cubrir las necesidades básicas.
En el ámbito de la realización del derecho a una vida libre de violencias, el proyecto promoverá espacios de formación para mujeres y jóvenes para aumentar su participación e implicación política, así como cursos formativos para que conozcan sus derechos, y así puedan fortalecer redes de organizaciones de mujeres.
Dada la importancia de comenzar con la sensibilización desde la infancia, se trabajará en la prevención de la violencia de género con niñas, niños, mujeres y hombres, con diversos talleres por toda la región.
Para conocer más sobre el programa en Ecuador, visita la noticia que publicamos el 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer 2024.
