Pedro Sánchez respalda al peronista Sergio Massa en las ...

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha dado su apoyo al peronista Sergio Massa con vistas a las elecciones presidenciales del próximo domingo en Argentina. Massa, actual ministro de Economía de un país en crisis, se enfrentará al ultraderechista Javier Milei en una segunda vuelta impredecible para las encuestas. Milei ha marcado el paso de la campaña lanzándose contra el Banco Central, la educación y la salud públicas, y los consensos de la democracia argentina, que este año cumple 40 años. Massa, que saltó del tercer lugar en las primarias de agosto a ser el más votado en la primera vuelta del pasado 22 de octubre, ha propuesto encabezar un Gobierno de unidad. “Frente a la estridencia, Sergio Massa representa la tolerancia y el diálogo para construir una Argentina con un desarrollo inclusivo que no deje a nadie atrás”, ha afirmado Sánchez en un vídeo. “Por eso, querido Sergio, te envío todo mi apoyo desde España y mis más sinceros deseos de éxito para las próximas elecciones del 19 de noviembre. Suerte y a ganar”.

Sánchez se ha unido así a otros presidentes y exmandatarios, como José Luis Rodríguez Zapatero, el brasileño Lula da Silva, la chilena Michelle Bachelet, el colombiano Ernesto Samper, el uruguayo José Mujica o el mexicano Andrés Manuel López Obrador, que en los últimos días han mostrado su apoyo público a Massa. Muchos exmandatarios firmaron esta semana un manifiesto contra “las posturas antidemocráticas” y “las propuestas neoliberales”de Milei, y respaldaron a Massa como representante de un “programa de defensa de la democracia y de renovación política y social” que resguarda “el impulso de una agenda progresista euro-latinoamericana”. El apoyo de Sánchez a Massa, que el candidato argentino ha publicado este martes en sus redes sociales, ha sido ”espontáneo”, según fuentes de su campaña.

El apoyo, dicen desde el entorno de Massa, “tiene una gran significación, dado que España es el segundo mayor inversor extranjero de la economía argentina”. Unas 300 empresas españolas generan 100.000 empleos en Argentina, con una inversión que en 2023 alcanzó los 21.000 millones de dólares. Para la agenda económica de Massa, España representa un “socio confiable” que puede abrirle los mercados europeos a los recursos mineros y energéticos de Argentina.

En la otra vereda, expresidentes como Mariano Rajoy, el colombiano Iván Duque o el chileno Sebastián Piñera, acompañados del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, han respaldado la candidatura del ultraderechista porque “cree en las ideas de la libertad y tiene un diagnóstico muy acertado respecto del problema económico del país”.

No son los únicos que han apoyado al ultra argentino. Admirador del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y amigo del líder ultra español Santiago Abascal, Milei fue abrazado por la ultraderecha iberoamericana durante el proceso electoral. Tanto el partido de Abascal, Vox, como la familia Bolsonaro lo acompañaron durante la espera de los resultados de la primera ronda del pasado 22 de octubre. “Milei es la esperanza de una Argentina distinta”, le dijo a EL PAÍS ese día Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño y diputado en su país. Una comitiva de Vox, encabezada por el eurodiputado Hermann Tertsch, también viajó a Buenos Aires “para seguir de cerca el proceso electoral y apoyar a la fórmula presidencial de La Libertad Avanza”, el partido de Milei. La alianza viene de largo: en 2021, Milei fue uno de los firmantes de la “carta de Madrid” que el partido ultra español promovió en 2021 para formar una “alianza anticomunista” en Iberoamérica.

Tras medio año de campaña y tres citas con las urnas, la elección de un nuevo presidente argentino ha llegado a su semana final con el rechazo como protagonista. Cada uno tiene su tercio asegurado —Massa consiguió el 37% de los votos el pasado 22 de octubre y Milei el 30%—, y ambos han encarado la fase final de la campaña buscando convencer al resto de los votantes de que el otro es peor.

Milei, el histriónico economista que niega el cambio climático, la brecha salarial entre hombres y mujeres, y ha llegado a proponer la privatización de las reservas naturales, los ríos y los mares, se alzó en campaña criticando a la “casta política” y terminó aliándose con la mitad de ella. Su conservadurismo, que quiere volver a penalizar el aborto o reivindica la dictadura militar, no ha sido una línea roja para mucha de la derecha tradicional que hoy le ha brindado su apoyo. El centro político argentino ha estallado en las últimas semanas: Macri, su excandidata Patricia Bullrich y parte de su partido, han respaldado a Milei, que cambió la narrativa de “sacar a patadas en el culo a políticos de siempre” a “terminar con el peronismo”. No toda la alianza que supo forjar Macri en 2015 para ser presidente le ha acompañado, pero para muchos otros Massa también representa una línea roja.

Político con 30 años de carrera, Massa fue neoliberal en los noventa, kirchnerista con Néstor Kirchner tras la crisis de 2001, y tanto aliado como enemigo de Macri y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En Argentina le suelen llamar “panqueque” por las vueltas que ha dado en su carrera, pero ha tomado ese recurso a su favor. Massa parece haber conseguido más apoyo público de mandatarios extranjeros que de políticos del centroderecha argentino, pero el peronista ha afirmado que convocará a todos para gobernar si se convierte en presidente.

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