Esteban Ribovics: “Ver entrenar a Topuria te motiva demasiado”

Las MMA argentinas tienen el futuro asegurado gracias a Esteban Ribovics (12-1). Tras llegar arrasando a la UFC a través del Contender Series, el salteño ha demostrado tener garra, corazón y talento a partes iguales. A sus 27 años comienza a adquirir la experiencia necesaria para aspirar a grandes cosas dentro del peso ligero, una de las divisiones más disputadas de la compañía.

Justo antes de su pelea de este sábado en UFC St. Louis ante el estadounidense McKinney, Ribovics ha hablado en exlcusiva con AS de cosas tan relevantes como su llegada a las MMA, su única derrota y la experiencia de entrenar justo al lado de Ilia Topuria.

Esteban Ribovics es un chico que nació en salta, a los 13 años empezó a entrenar MMA después de perder a su padre. Entrené hasta los 18 en mi ciudad natal, y después me mude y poco a poco empecé a tomármelo más en serio y pensar en ser profesional hasta llegar dónde estoy ahora.

¿Cómo comienza a entrenar MMA?

El porqué no lo sé, aunque con el tiempo voy entendiéndolo mejor. Yo desde pequeño he sido muy deportista y suelo destacar en casi todo lo que hago, a excepción del fútbol. Pese a ser argentino, soy malísimo con el fútbol (risas), pero para otros deportes tengo talento. Realmente empecé a enfocarme en las MMA porque aprendía rápido y tenía ese punto de talento que te motiva a dar el máximo.

¿Ya desde el inicio vio que tenía un talento especial?

Lo fui descubriendo con el tiempo la verdad, 14 tenía 14 o 15 años y ya tenía el mismo nivel que algunos chicos que llevaban entrenando como 6 o 7 años. Sin embargo no sé si eso es talento o que me pasaba demasiado tiempo entrenando.

Me gustaba tanto que estaba todo el día en el gimnasio y si me tenía que volver con gente que sabía más que yo o era más grande, no tenía ningún problema y lo hacía con una sonrisa en la cara. Todo eso cuenta, aunque si creo que realmente tengo un poco de talento, aunque sin trabajo duro no sirve para nada.

¿Cuál es su background?

Las primeras cinco peleas que hice las gané por sumisión. Después de eso tuve que cambiar de entrenador, no por gusto, sino porque el gimnasio donde yo entrenaba cerró y mi nuevo ‘coach’ (Rubén Fini), cambió mi juego por completo y nos enfocamos en sacarle partido a mis manos fuertes. Después de esta transición, mis siguientes 6 peleas las gané por knockout.

¿Se considera un tipo fuerte dentro del peso ligero de la UFC?

Me considero fuerte y no solo eso. También pienso que no importa cuanto reciba, voy a seguir de pie. Puedo recibir mucho sin caerme, me han pegado y la cara se va a un lado pero siempre vuelve al medio. Es algo que me caracteriza. Otra cosa que tengo es mucho corazón.

¿Se puede desarrollar una carrera de MMA profesional entrenando en Argentina?

Cuándo yo estaba empezando te diría que no. Ahora es posible que se pueda, pero siempre es necesario hacer campamentos en otros lugares para llegar a los grandes ligas. Antes de pelear al más alto nivel tienes que pasar un par de meses midiéndote con la gente de aca (Estados Unidos). Eso es lo que hice yo para el Contender Series, vine a entrenar al Kill Cliff. Eso te cambia completamente. Uno es bueno en Argentina, pero llega acá y se encuentra con animales buenísimos. Te encuentras con rusos y demás peleadores élite.

En España sí se puede decir que hay el nivel. Ilia Topuria demuestra que hay demasiado talento, es una persona que admiro mucho. Lo he visto en el gimnasio y los rusos, que supuestamente son lo mejor en lucha no lo pueden derribar a él, y eso demuestra del talento que tiene España.

¿Cómo es entrenar en el mismo lugar que Ilia Topuria?

No he llegado a entrenar con él, pero si lo he visto hacer sparring con otro y te dan ganas de sacarte los guantes, sentarme en una silla y quedarme viendo como entrenaba. Te motiva demasiado.

¿Qué es lo que más impacta de Topuria en directo?

Es un tipo completo. Los sprawls que hace, los ‘timings’ que tiene…combinado con sus manos fuertes, lo hace un peleador excepcional?

¿Por qué le apodan ‘El Gringo’?

Básicamente por mis rasgos. En la zona dónde yo crecí no es habitual ver gente de pelo rubio y ojos azules. Entonces parecía que yo no era natural de allá (risas). Ahora no me gusta demasiado porque en Estados Unidos la palabra ‘Gringo’ es algo despectivo, aunque a mi siempre me lo dicen con cariño.

¿Es complicado afrontar una pelea en Contender Series?

Fue complicado, porque casi dos semanas antes de la pelea no podía entrenar porque me había lesionado de la rodilla. Pensé que no iba a poder lograrlo. Pero gracias a mi equipo pude salir adelante y llamar a la puerta que te abre el sueño que todos buscamos. En ese momento nada me iba a detener.

Además, justo antes de salir, me ayudó bastante que en la pantalla grande pusieron el vídeo de mi papa. Ahí se me encendieron los ojos y si ves la imagen, tengo un demonio puesto en la cara y cuando suena la campana salgo a matarlo directamente.

Había visto que Dana White no le quiso dar el contrato a los que querían asegurar el combate y solamente ganar, entonces yo salí a buscar mi contrato y a noquearlo en el primer asalto, y así lo hice y demostré al lugar al que pertenezco.

Tan solo tienes una derrota como profesional, ¿Cómo se asimila eso de perder el invicto?

Es obvio que me dolió mucho en mi orgullo. Esa pelea que perdí ante Loik (Radzhabov), originalmente iba a ser con Kamuela Kirk, pero se lesionó y la postergamos. Fue un chanchullo que no me favoreció y encima Loik era compañero de entreno. En cada entrenamiento era un animal conmigo, me sometía, me ganaba la espalda…

Fue un logro para mi que el día de la pelea no pudiera hacerlo y pese a la derrota, poderlo haber noqueado en 2 o 3 ocasiones. Yo creo que un par de minutos más y la pelea era mía. Igualmente me siento orgulloso de que esa derrota fuera precisamente contra él y de haberme superado. Si hubiera sido finalizado lo hubiera pasado peor, pero la peleé hasta el último segundo.

La del sábado será tu tercera pelea en la UFC y eso anuncia negociación de un nuevo contrato, ¿Qué tienes pensado para ti a nivel objetivos?

No tengo un objetivo claro en ese sentido. Voy a seguir trabajando duro, eso es lo fundamental. Quiero entrar al top 15 el próximo año. Quiero superarme como persona, económicamente, tener mi propio carro…así que esos son los planes que tengo. Seguir adelante con lo que venga.

¿Un rival al que le gustaría enfrentar?

Sin duda, Paddy Pimblett

¿En UFC España sería buen momento?

Dónde sea. De una, lo hacemos en España (risas).

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