De La Pampa a Entre Ríos: Francisco Bonaguro, el nuevo refuerzo ...
El básquet es parte de su vida desde pequeño y el deseo y la convicción de jugarlo como estilo de vida llegó pronto. El nacido en Santa Rosa, La Pampa, viene de una familia tipo y siempre nombra a sus padres como fuente de soporte. Con un cuarto de siglo Francisco llegó al club después del brindis de año nuevo y se sumó a las últimas incorporaciones del Atlético Echagüe Club.
¿Cuándo llegaste al club y cómo fue el recibimiento en general?
Llegué bien a principio de año, el 2 de enero. Me recibieron bien y por suerte me pude adaptar bastante rápido.
¿Qué te parece la ciudad de Paraná, pudiste recorrer un poco?
Lamentablemente no tuve la posibilidad de recorrer mucho porque justo ni bien llegué nos tocó la gira por el norte. Pero es una ciudad hermosa. La costanera y el río me parecieron muy lindos, nosotros allá en Santa Rosa no tenemos río así que me gustó. La ciudad es mucho más grande también.
Hablemos de la naranja… ¿te acordas cómo empezó tu historia con la pelota?
Arranque con el básquet de muy chico en mi ciudad. El club donde me crie y es el lugar a donde siempre me gustaría volver es All Boys, de Santa Rosa. Es un club más conocido por el fútbol pero actualmente está participando en la Liga Federal de Básquet. Lo que recuerdo es que no me gustaba irme, me quedaba a ver los entrenamientos de los más grandes.
¿Cuándo te diste cuenta que podías dedicarte al básquet como estilo de vida? ¿Te ayudó alguien a meterte de lleno en este camino?
Me di cuenta a los 15 años cuando me fui a jugar a Bahía Blanca. Mi primera vez fuera de casa y jugando más en serio aspirando a la profesión. Esa fue mi primera salida de casa, siendo muy chico y tuve que acostumbrarme. Un técnico que me marcó y ayudó fue Lucas Borredón.
¿Y con los estudios cómo hiciste?
Por cuestiones de ya estar jugando al básquet fuera de casa terminé el secundario a distancia. Fue un esfuerzo que pude concretar. Después de eso arranqué la carrera de radiología. Hice dos años pero ya no pude terminar, me faltó uno para recibirme.
¿Venís de una familia de deportistas?
No, sólo mi hermano es jugador de vóley. Yo soy el primero que me dedicó tiempo completo al deporte.
Pasaste por varios equipos ¿Te acostumbraste a viajar? ¿Qué es lo más difícil de estar lejos de casa o lo que más extrañas?
Esa primera vez a los 15 sí fue duro, pero con el tiempo te vas acostumbrando a lo nuevo. Por suerte puede jugar en varios lugares; siempre cuesta acostumbrarse un poco a los viajes y lo más difícil y lo que más se extraña es la familia y los amigos.
¿Tenés algún referente deportivo?
Mira… como referente en realidad lo tengo a mi viejo. Porque siempre me apoya y me guía cómo seguir. Lo elijo a él como referente.
Contanos tus virtudes en la cancha y lo que tenes para aportarle al Negro en la Liga.
Mi posición dentro de la cancha es de 4 o 5 , una virtud dentro es la defensa. Yo la verdad estoy viviendo un sueño, una revancha; porque siempre quise jugar La Liga Argentina. Cuando tenía 19 años tuve la oportunidad pero me rompí los cruzados y no pude hacerlo. En ese momento estaba en Bahía y me quedé con las ganas. La lesión me dejó un año afuera. Estoy muy contento por esta oportunidad que tengo nuevamente de competir en esta instancia junto a Echagüe.
El AEC viene con derrotas al hilo y necesita sumar ¿cómo ves el espíritu general del equipo?
El equipo está con muchas ganas y muy positivo, estamos teniendo una buena semana de entrenamientos.
El lunes 22 repiten rival pero de locales ¿Cómo se preparan para el partido?
Va a ser un partido duró, tenemos que estar concentrado los 40 minutos y hacer una defensa fuerte. Necesitamos convertir y en ataque tenemos muchas manos de gol, tenemos que estar tranquilos.
Bonaguro llegó para la segunda parte de la temporada de Liga Argentina de Básquet y viene de jugar en Defensores de Ramallo. También pasó por Mitre de Posadas, Bel Ville de Córdoba y Riachuelo de La Rioja; entre otras participaciones. En la última gira por el norte del país Echagüe enfrentó a tres rivales y Bonaguro promedió los 15 minutos de juego por partido marcando algunos puntos y sumando rebotes para el Negro.
La ciudad de Santa Rosa de donde es oriundo Francisco se encuentra geográficamente en un contexto de transición entre la pampa seca y la húmeda. Es casi un límite climático que marca un quiebre entre la productividad y el terreno más difícil.
El jugador llegó a un plantel que está en el límite para alcanzar su mejor juego y productividad en el marcador. Si los vientos soplan bien, será una de las adquisiciones que ayude en obtención de los resultados que desea toda la familia echagüense.
Informe y foto: Prensa Echagüe de Paraná
