Jonathan Bailey sobre 'Wicked', su Versace a medida y cómo ha ...

3 hora atrás
Wicked

Faltan unas cuatro horas para el estreno de Wicked en Los Ángeles, y el actor Jonathan Bailey, que interpreta al protagonista masculino Fiyero en el febrilmente esperado musical cinematográfico, está ocupado... ¿jugando a Lego?

“Actualmente estoy construyendo”, me dice, “el océano Atlántico de un globo terráqueo mientras viajo por todo el mundo [para promocionar Wicked]”.

En un soleado hotel de Santa Mónica —en plena gira internacional para promocionar la adaptación cinematográfica del exitoso musical de Broadway, dirigida por Jon M. Chu y protagonizada por Ariana Grande y Cynthia Erivo—, la galardonada estrella de Los Bridgerton y Compañeros de ruta, dice que jugar con Lego se ha convertido en una de las cosas que le ayudan a mantenerse centrado: “El nivel adulto 18+ de Lego es lo que más me anima estos días”.

Cortesía de Yasmine Diba

Después de todo, Jonathan Bailey se juega mucho en este momento. Las expectativas de los fans de Wicked están por las nubes, y cada detalle de la puesta en marcha del proyecto ha sido objeto de un intenso escrutinio. Incluso la aparentemente inocua decisión de Bailey de llevar pantalones cortos en un photocall de Wicked en Australia causó sensación, y las fotos de Bailey con pantalones cortos negros plisados y un polo negro de manga larga de Giuliva Heritage adquirieron inmediatamente estatus viralidad.

“La idea de un look de día muy relajado y elevado es algo que siempre me ha gustado”, me dice Bailey, sobre su atuendo. “Y, por supuesto, en esta parte de abajo del mundo, hay que enseñar la parte de abajo”.

“Es curioso”, continúa, “a veces sientes que lo que decides ponerte te elige a ti. El talle, el corte del pantalón, el pliegue y la cintura me hacían sentir muy elegante”.

Cuando las fotos se difundieron en redes sociales, las secciones de comentarios se llenaron de gente curiosa por conocer la rutina de entrenamiento de piernas de Bailey: ¿cómo demonios consigue Fiyero, el príncipe Winkie, esas piernas?

Cortesía de Yasmine Diba

“Bueno, tienen que bailar desde muy pequeños”, dice riendo. “Se trata de animar a tus hijos a bailar y a practicar ballet. Yo también jugué al rugby de pequeño y ahora también mucho al tenis. Hice ballet durante unos cuantos años, y creo que la forma como el cuerpo responde a eso y a la gimnasia es la clave... Muchas paradas de manos y sentadillas profundas”.

Otro momento de la gira de prensa que ya se ha hecho viral es un vídeo en el que Bailey habla de un pequeño percance durante la preproducción, en el que todos los elementos de su traje de Fiyero se quedaron se extraviaron en el aeropuerto... excepto el calzado. “Hay una foto increíble”, bromea Bailey en el vídeo, “que no va a ver nadie nunca, en la que sólo llevo puestas las botas que, de alguna manera encajaban, con Fiyero”.

Cuando saco el tema, reitera con firmeza: “No, esa foto no la ve nadie”. Pero tal vez, propongo, esa foto aparezca finalmente en una futura retrospectiva de su carrera en un museo, como el Victoria and Albert Museum de Londres hace con los artistas británicos más emblemáticos. “Bueno, bueno, no nos adelantemos a los acontecimientos”, dice riendo, “habrá quizá algún cobertizo en los Cotswolds que podría ser una especie de extraña reliquia de mi antigua carrera. Quizá quede plastificado allí”.

Cortesía de Yasmine Diba

Ha sido emocionante ver la evolución de Bailey en la alfombra roja en los últimos años. Al principio de su carrera, el actor recurría casi siempre a los estilismos más tradicionales compuestos por traje y corbata. Pero, en los últimos tiempos, su estilo en la alfombra roja es más divertido y desprende más seguridad en sí mismo. No le importa transgredir algunas de las reglas de la alfombra roja y ni jugar con enseñar más carne. Parte de esa confianza tiene que ver con la forma física del actor: “Creo que nunca he estado tan en forma como ahora”, dice. Pero va más allá: “Sinceramente, creo que refleja confianza en la propia identidad, en uno mismo”, dice. “Te das cuenta de lo importante que es ser tú mismo sin ambages”.

“Jonny es un tipo encantador, caprichoso y travieso, algo que intentamos reflejar a través de sus elecciones sartoriales”, dice Emma Jade Morrison, su estilista. “Es alegre y descarado, con un alma antigua, así que me encanta modernizar las formas clásicas a través de colores, materiales y de carne a la vista”.

Anoche, para el estreno de Wicked en Los Ángeles, Bailey volvió a acaparar todas las miradas con un excitante conjunto, esta vez de Versace, formado por una camisa de cota de malla ceñida al cuerpo y combinada con unos pantalones blancos inmaculados, zapatillas rojo rubí y un boutonniere de amapolas (¿la guinda del pastel? Un travieso mechón de pelo en el pecho asomando por esa camisa de Versace).

Cortesía de Yasmine Diba

“Fue idea de Donatella permitirme llevar icónica cota de malla de Versace”, dice. “Forma parte del ADN de la marca y quería que ese ADN corriera por mis venas esta noche. Es algo que mola mucho llevar”.

Bailey, que se define a sí mismo como un “obseso” de los 90, recuerda la icónica imagen de Kate Moss con un vestido de cota de malla de Versace, allá por 1999: “Me acuerdo perfectamente de cómo se ceñía al cuerpo, de una manera muy escultural y muy sexi”, dice. “De cómo se movía y cómo le acariciaba el vestido cada curva y cada rincón… Quería celebrar esta noche acariciando también cada curva y cada rincón”.

“A partir de mi moodboard, Donatella y su equipo se inspiraron en dos imágenes de Errol Flynn y Cary Grant y les dieron su icónico toque Versace”, me cuenta Jade Morrison. “Mantuvimos las formas clásicas y la camisa un poco holgada, para ser fieles al estilo de Jonny. Literalmente no hay material tan sexi como la cota de malla de Versace y usarla nos pareció un guiño principesco al Príncipe Winkie”.

“Nos encantaron las zapatillas rojas con la amapola —como dice Dorothy, no hay lugar como el hogar, sobre todo porque el estreno en Los Ángeles tuvo lugar el fin de semana anterior al Día del Recuerdo en el Reino Unido”, continúa Morrison. “Versace también nos hizo una bomber del príncipe Winkle, una oda perfecta a las chaquetas varsity de los años 30 y algo que Fiyero se pondría absolutamente.”

Cortesía de Yasmine Diba

“Eso es lo que pasa con Wicked, y eso es lo que pasa con Oz”, añade Bailey. “Es visual y temáticamente tan inspirador para tantas generaciones que, cuando trabajas con creadores como Donatella y con casas de moda que tienen tanto que decir y a las que respetamos tanto, con un archivo tan extenso que nos hace sentir tanta nostalgia por estas piezas de moda, es como si todos explotaran como fuegos artificiales. Y de ahí surge algo increíble”.

La última vez que Bailey y yo hablamos, fue el año pasado, de mini ruta de bares por el West Village de Manhattan con su compañero de reparto en Compañeros de viaje, Matt Bomer, para hablar de su trabajo en la aclamada serie. Durante aquella entrevista, Bailey habló del difícil equilibrio que tuvo que encontrar para rodar Wicked, Los Bridgerton y Compañeros de viaje simultáneamente. Ahora, en retrospectiva, se da cuenta de cómo los proyectos se influyeron mutuamente sin darse cuenta y de cómo le animaron como actor.

Cortesía de Yasmine Diba

“Creo que la confianza en contar esa historia está presente en Fiyero. Wicked trata mucho de la identidad. Creo que la resonancia de los temas es aún mayor en el cine... Interpretar a Tim [en Compañeros de viaje] justo antes me permitió ampliar el papel de una forma que no habría hecho de otro modo”.

En el estreno de Wicked en Sydney la semana pasada, Bailey vivió un momento que le hizo llorar: “Me senté con mi hermana, que vive en Sydney, y mis dos sobrinas lo vieron por primera vez delante del público. Y sentí una emoción volcánica”, cuenta.

“Mi hermana y yo nos fuimos a la parte de atrás, nos tomamos una pinta y nos echamos a llorar”. Lo que Jon Chu ha conseguido en esta película es exactamente el tipo de experiencia cinematográfica que a toda mi familia le encantaba cuando yo era niño, y es lo que me inspiró en primer lugar para querer convertirme en actor".

A sus 36 años, Bailey es un veterano de los escenarios y de la pantalla: ha robado escenas en la aclamada serie de Phoebe Waller-Bridge anterior a Fleabag, Crashing, se codeó con Patti LuPone en la reposición de Company, de Stephen Sondheim, y rompió corazones en su premiado papel en Compañeros de viaje. Sin embargo, no está hastiado y sigue emocionándose durante los hitos de su carrera: “No me ha abandonado el asombro”, dice.

Es el mismo asombro que espera transmitir a los jóvenes espectadores de Wicked: “La idea de que algunos chicos, en algún lugar, se dirijan a sus padres y digan: ‘Quiero bailar de verdad'. De eso se trata".

“Y además”, dice riendo, “se trabajarán unas buenas piernas en el proceso”.

Vía GQ.com.

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