Opinión: Mi madre creía en la Virgen de Guadalupe. Ella también ...

Virgen de Guadalupe

En un reciente domingo, mientras muchos dormían, yo llegué a Morley Field alrededor de las 6:30 a.m.

Soy la asistente del gerente de la procesión de Nuestra Señora de Guadalupe de la Diócesis Católica de San Diego, que este año se celebró el 1 de diciembre. Mi trabajo es cumplir con los requisitos de la ciudad, como asegurarme de que se instalaran cinco baños portátiles, que un total de 20 contenedores de cartón para basura y reciclaje estuvieran alineados a lo largo de la ruta y que 13 alcantarillas estuvieran cubiertas con plástico para evitar que se obstruyeran con basura.

No lo haría de otra manera.

Casi 1,000 mujeres, hombres y niños participaron con alegría en la procesión, que comenzó a las 11 a.m., y se dirigió a la escuela secundaria St. Augustine, aproximadamente a 2.4 km de distancia. Caminaron en grupos parroquiales sosteniendo pancartas, viajaron en camiones bellamente decorados con rosas, bailaron con trajes nativos, cantaron canciones tradicionales y rezaron el rosario.

Yo soy “Guadalupana”, miembro de la Confederación Guadalupana de mi parroquia, la Iglesia Católica de St. Mary en National City, donde crecí. Nuestro grupo celebrará el Día de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe el 12 de diciembre, comenzando con un mariachi tocando “Las Mañanitas” a las 5 a.m., seguido de una convivencia en el salón con menudo, chocolate caliente y pan dulce.

Nuestro grupo recauda fondos durante todo el año para organizar esta celebración y contribuir a la procesión. Somos parte de la Confederación Guadalupana, que reúne a grupos parroquiales devotos de “la Virgen” de toda la región y coauspicia la procesión anual.

Las Guadalupanas de St. Mary’s son una hermosa comunidad de mujeres mayores. Las admiro mucho. Nos reunimos todos los sábados para rezar el rosario. Mi mamá, Juanita González, fue una de ellas. De hecho, ella fue una de las participantes de la procesión anual.

Somos una familia inmigrante. Mi padre fue obrero agrícola, parte del programa Bracero, que trajo hombres de México a trabajar en los campos desde la década de 1940 hasta la de 1960. Él cruzaba y regresaba por la frontera, recogiendo manzanas en Washington, tomates en el centro de California y algodón y otros cultivos en Arizona.

En su último viaje por la frontera, mi mamá lo acompañó. Yo era muy pequeña. Nos establecimos en San Diego, primero en el vecindario de Southcrest, luego en Logan Heights y finalmente en National City.

Mi mamá se hizo miembro de la Iglesia de St. Mary. Algunos amigos le hablaron de la procesión en honor a Nuestra Señora de Guadalupe y decidió participar. Más tarde, se formó un grupo en la parroquia con devoción a Nuestra Señora y ella decidió unirse, trabajando incansablemente para apoyarla.

Recuerdo que mi mamá me decía: “Voy a la procesión”. Yo le decía: “No quiero ir”. No entendía realmente su magnitud ni por qué era importante celebrar a la Virgen.

Años después, mi mamá comenzó a enfermarse. Pero su devoción era muy fuerte y aún quería contribuir, aunque estaba muy frágil.

Ella falleció en 2012, mientras yo estaba en Alemania, donde vivía con mi esposo y mis hijos. Él estaba en la Marina y vivimos en el extranjero durante muchos años.

Cuando regresé a vivir a esta área, fui a St. Mary’s y me hice parte de la Confederación Guadalupana. Fue una manera de honrar a mi mamá.

Recuerdo que siempre me decía: “Nuestra Señora está ahí para guiarnos hacia nuestro Señor. Ella lo hace fácil. Habla por ti cuando no puedes. Ella sabe qué decirle a su Hijo porque te conoce. Nuestro Señor y Nuestra Señora nunca, nunca, te dejarán solo.”

En ese domingo de la procesión, tan pronto como el último grupo se fue, me puse a trabajar junto con los demás en el equipo de limpieza. Había que atender los baños portátiles, barrer las calles y quitar mucha basura.

¿Por qué lo hago?

Somos las manos y los pies de nuestro Señor. Y si tengo que limpiar baños y recoger basura, lo haré. También haré lo que sea necesario para celebrar a su madre, Nuestra Señora de Guadalupe, tal como mi madre lo hizo con tanto cariño durante tantos años.

Buclatin trabaja en ventas y vive en Chula Vista.

Original Story

Opinion: My mother believed in the Virgin de Guadalupe. She instilled my faith too.

Originally Published: December 13, 2024 at 7:04 AM PST

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