El viernes 13 y la mala suerte: este es el origen de la superstición

La humanidad desde el principio ha buscado explicaciones a los fenómenos que la rodean. Antes de que la razón se convirtiera en la facultad que definiría al ser humano, muchas de sus explicaciones sobre lo que le rodeaban provenían de las supersticiones. Es decir, de la creencia en que las cosas salían bien o mal cuando se realizaba una acción específica, o cuando llegaba una fecha del calendario en concreto. Es el caso de los “viernes 13″, que en la creencia popular están considerados como días de “mala suerte”.

En 2023, el “viernes 13″ cayó en enero, y lo hizo por segunda vez en octubre, otra época del año que se caracteriza por las supersticiones y, sobre todo, el aura siniestra en el ambiente por ser la época de Halloween.

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Pero ¿De dónde proviene la superstición del “viernes 13″? ¿Por qué ha perdurado en el tiempo?

En principio, cabe destacar que en el mundo occidental, formado en su mayoría por la fe cristiana, los días viernes suelen ser considerados de luto, pues fue un día viernes cuando Jesucristo fue crucificado. Por otra parte, el 13 es un número que se ha relacionado tradicionalmente con la mala suerte. Desde la numerología y el Tarot, hasta el cristianismo o la mitología nórdica, han encontrado en este número un mal augurio. Por ejemplo, en el cristianismo, el capítulo 13 del Apocalipsis habla del Anticristo y menciona el número de la bestia, el 666, que ha visto más de una referencia en la cultura popular. En la Última Cena de Jesucristo, en la que sería traicionado por Judas, eran 13 los presentes.

En la mitología nórdica es muy referida una leyenda que involucra a Loki, el dios del engaño, con el número 13. Según se relata, durante una fiesta en el Valhalla, 13 fueron los dioses invitados, pero Loki se coló sin invitación y engañó a uno de ellos para asesinar a Balder, dios de la paz. En el Tarot, el 13 se relaciona usualmente con la muerte, aunque hay interpretaciones que apuntan a que representa un cambio de vida.

Una de las primeras referencias del “viernes 13″ en la sociedad contemporánea como día de mala suerte se dio con la publicación de Friday, the Thirteenth, obra del controvertido corredor de bolsa norteamericano Thomas W. Lawson. Publicada en 1907, allí se narra la historia de un corredor de bolsa que selecciona justamente un viernes 13 para hacer que colapse la bolsa de valores de Wall Street.

En los años posteriores, y particularmente a partir de 1980, la superstición del “viernes 13″ se volvió de dominio popular con el estreno de la película de terror Friday the 13th, la primera aparición del asesino Jason Voorhees, que no tardó en convertirse en un ícono del género. El motivo por el que la franquicia recibió ese nombre, se debió a que los asesinatos que tuvieron lugar en la película original ocurrieron justamente, un viernes 13, el mismo día del cumpleaños del asesino.

Su impacto en la sociedad ha llegado al punto de que el miedo a los “viernes 13″ tiene su propia condición clínica: la parascevedecatriafobia.

Una de las primeras referencias a la mala suerte que atrae el “viernes 13″ tuvo lugar durante la Edad Media. El viernes 13 de octubre de 1307 fueron arrestados y llevados ante la Inquisición un grupo de Caballeros Templarios, acusados por el rey de Francia por herejía y sodomía, llevando a que dicha sociedad fuese disuelta. El viernes 13 octubre de 1972, el Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la cordillera de los Andes con 40 pasajeros y 5 tripulantes a bordo, incluido un equipo de rugby de ese país. Pasaron 72 días hasta que fueron rescatadas con vida 16 de estas personas en lo que se conoció como El milagro de los Andes.

El viernes 13 de septiembre de 1996 murió el rapero Tupac Shakur, luego de seis días hospitalizado tras recibir tres impactos de bala durante un tiroteo en Las Vegas (Estados Unidos). Entre los hechos más recientes, el viernes 13 de noviembre de 2015 se produjo el primero de los atentados terroristas de París (Francia) cuando se produjo un ataque suicida en un bar cercano al Stade de France, lugar en el que se disputaba un partido de fútbol entre las selecciones de Francia y Alemania, ante la presencia del mandatario francés François Hollande y el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, que fueron evacuados inmediatamente por las autoridades.