Martina, de Survivor: lo que menos le costó de la vida en la isla y ...

9 Oct 2024
Survivor

Survivor, Expedición Robinson entró en su etapa decisiva y, a pocos días del final, Martina Musillo se convirtió en la nueva eliminada. Con 19 años, la participante oriunda de Rosario fue víctima de una estrategia planteada por otra jugadora y quedó fuera de juego cuando la conclusión estaba casi al alcance de su mano. Y en diálogo con LA NACIÓN, Martina confesó cómo atravesó sus días en el juego, habló sobre su amor por el periodismo deportivo y explicó por qué no volvería a tener ningún tipo de romance con un futbolista.

-¿Qué opinás de la estrategia que terminó por dejarte afuera?

-Creo que fue una muy buena jugada de Aixa. Yo sabía que ella tenía el ídolo y que era la última posibilidad de jugarlo en ella o en Baltasar. Pero lo que me jugó en contra fue querer hacer una alianza con ella para llegar las tres mujeres, y confié en este juego en el que no podés confiar en nadie porque, básicamente, se trata de traicionar.

-¿Te costó aprender ese aspecto del juego, esa idea de quizá tener que traicionar a un compañero?

-Sí, me costó esa parte, el entender que además de un juego físico es también un juego social, porque yo soy más inocente. No había visto Survivor en mi vida, entonces no sabía cómo se jugaba, no sabía que había traiciones o un ídolo falso, y la verdad es que aprendí a medida que pasaron los días, pero nunca me terminé de adaptar. Creo que fui muy ilusa al creer que Aixa iba a tener una alianza conmigo.

-Qué es lo que no vas a extrañar del juego?

-No voy a extrañar no comer, no bañarme, estar toda sucia o los bichos, un bajón todo eso. ¡En realidad, creo que no voy a extrañar nada! (risas).

-¿Qué te resultó más fácil a la hora de adaptarte a la vida en la isla?

-Creo que el no comer, porque a mí se me cierra muy rápido el estómago, entonces no sufría si no teníamos comida por varios días. Yo sufría más el frío o la lluvia. Claro que eso me pasaba a mí, a diferencia de mis compañeros que sufrían mucho el hambre. Yo creo en no quejarme y en el adaptarme, y eso me favoreció.

-Antes de entrar a Survivor vos estudiabas periodismo deportivo... ¿Tenés ganas de retomar esa carrera?

-Sí, y me queda un año para recibirme. Toda mi vida me encantó el deporte, y comunicarlo a mi manera. Me gusta mucho el futbol, el automovilismo, y desde chica que practico distintos deportes. Es algo que lo tengo cercano. También me gustan mucho la tele y las redes; antes de entrar en Survivor, hacía muchos reels, videos, y en parte también me anoté por eso, para que el reality me abriera las puertas en lo que a mí me gusta, que es el periodismo deportivo.

-¿Tu amor por el deporte lo heredaste de algún familiar, o es algo que nació en vos?

-Creo que es algo mío, desde chiquita. De nena me llevaban a la cancha de Central, entonces me hice muy fanática de mi club, y desde ahí miro a periodistas como More Beltrán o Sofi Martínez y pienso que me encantaría ser como ellas, estar a esa altura. De mi familia nadie es periodista, y aunque mi mamá es docente, mi papá es fotógrafo y él sí trabaja en un diario. Pero la verdad es que el amor por el deporte fue algo mío, de mirar mucho y querer hablar de eso.

-En una charla en el reality, hablaste sobre una fantasía que tenías de ser botinera y la admiración que sentís por Wanda Nara...

-A Wanda yo la tengo allá arriba, es la uno. Más allá de haber estado con Mauro [Icardi] y ser su representante, ella me gusta como mujer, como mamá, como persona, me encanta la vida que lleva, y todos sus lujos. Pero hoy en día me cambió un poco la cabeza, y creo que hay otras cosas antes de ser botinera, de la plata, porque las botineras tienen que dejar un montón de cosas. Así que hoy pongo otras cosas por delante, aunque a Wanda la amo.

-Y si fueras Wanda, ¿quién sería tu Icardi?

-Me gusta mucho desde muy chiquita, el jugador Giovani Lo Celso, que lo sigo desde siempre. Imaginate que mi perro se llama Giovani por él, así que yo estoy enamorada mal, y también me gusta mucho como juega.

-Una vez en la isla, contaste que estuviste con un jugador de Rosario Central, ¿qué me podés contar sobre eso?

-Sí, fue hace unos años. Pero nunca quise dar nombres porque hoy en día él está de novio, y no quiero comprometerlo.

-¿Y esa experiencia te dejó alguna lección?

-Sí, que la verdad es que en ese rubro, no me meto nunca más. Estuve con otros jugadores, y son muy “gatos”, muy tiro al aire, como que son para un par de veces y chau. No me metería con un jugador de fútbol nunca, ni loca vuelvo a ese rubro.

-¿Qué imaginás para tu futuro?

-Yo soy de Rosario, pero me gustaría mudarme a Buenos Aires. Acá se abren muchas puertas, y me encantaría estar en un streaming, hacer periodismo en algún canal, empezar con mis redes, generar contenido y ganar más experiencia.

-Cuando estabas en la isla, ¿de qué manera sentías que te acompañaba tu familia?

-Mi familia siempre me bancó en todo lo que quise. Yo me metía en todos los castings, y desde chiquita todos sabían que mi sueño era estar en un reality. Y cuando quedé en Survivor, me dijeron que lo disfrutara, y que cuando la empezara a pasar mal, que me volviera. Cuando mi mamá fue a la isla, le dije que no daba más, y ella me respondió: “Ya viviste la experiencia, eso es lo más importante”. Y mi premio fue verla allá. Creo que me sostuve en el reality sabiendo que estaba todo tranquilo en mi casa, y que mi familia estaba orgullosa de mí.

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