Sinner afila su raqueta ante un envalentonado Rune

Tremenda batalla la librada hoy en los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo entre Jannik Sinner y Holger Rune que elevó el tenis a otro espectro. El italiano consiguió clasificarse a las semifinales del torneo monegasco por 6-4 6(6)-7 6-3 después de apagar la llama de un valiente Rune al que el físico no le dejó terminar de brillar.

El gran nivel del danés, sobre todo en el segundo set, no fue suficiente para vencer al jugador más en forma del circuito. Jannik Sinner volvió a recuperar las riendas del encuentro en ese tercer set en el que se dejó llevar por la tranquilidad. ¿Su próximo rival? Stefanos Tsitsipas en el horizonte. Y es que uno de los duelos más esperados entre Holger Rune y Jannik Sinner arrancó con el danés bien fresco después de la paliza que se pegó ayer con la disputa de dos partidos. Por su parte, Sinner salió muy seguro y bien firme al servicio como se esperaba de él. Y es que el danés estuvo probando varias cosas durante todo el set, siendo valiente en la red y testando con las dejadas. Además, con el saque también se le vio bastante bien variando mucho para sorprender a su rival.

Sinner fue el primero en enfrentar una bola de break. Sin embargo, el italiano es un especialista en jugar este tipo de puntos, así que no tuvo problemas en solucionar las cosas. A partir de ese momento, Sinner se convirtió en una roca desde el fondo de la pista, llevándose la mayoría de los puntos desde esa posición y devolviéndole los problemas a Rune. El danés se vio obligado a perder el servicio ante un Jannik como director de orquesta haciendo que su rival se sintiera cada vez más incómodo porque no acababan de salirle las cosas que quería hacer. Así, Sinner se terminó apuntando el set siendo más regular, metiendo todo dentro y resolviendo con el servicio.

Rune se lo cree, pero el físico le delata

El italiano continuó dominando desde la línea de fondo y defendiendo todo y más sin mayor dificultad. Por su parte, Rune estuvo probando a cambiar el ritmo de los puntos, pero seguía bastante pobre al resto, sin hacerle nada de daño a su rival. Por otro lado, en los momentos de máxima tensión, Holger seguía sufriendo ante un Sinner que le hacía daño con cualquier golpe. Y cuando parecía que la desmotivación empezaba a inundar los pensamientos del danés, este logró salvar hasta tres bolas de break con jugadas ganadoras. Así, sacándose las castañas del fuego, Rune seguía metido en el partido y más valiente que nunca. Aunque se le veía algo cansado, el danés estaba pasando por su mejor momento, probándolo todo y con el servicio como principal aliado.

Mucha calidad en un set en el que Sinner amenazó con romper el servicio de su rival en un momento crítico. La tensión se elevó cuando el danés recibió un warning por tardar en sacar cuando iba 0-30. Tras eso, el público le abucheó y él respondió con unos gestos que el juez consideró suficientes para darle un ‘penalty point’. Finalmente no llegó a recibir esa sanción y Sinner no acabó aprovechando las bolas de break, sino que Rune se vino arriba para mandar el set a un tie break.  El momento más tenso del encuentro llegó con esa muerte súbita en la que el danés logró salvar hasta dos bolas de partido para apuntarse el segundo set ante un empequeñecido Sinner.

El tercer parcial fue muy diferente respecto a ese plus de energía que Rune había estado sacando en el anterior. Y es que el danés estaba tan tocado físicamente que optó por guardar energía buscando jugar puntos cortos y jugársela al resto. Así, sacando adelante sus turnos de servicio, estuvo concentrado en aguantar el físico hasta un hipotético tie break. También tuvo la oportunidad de gozar de una bola de break atacando el servicio de Sinner en un momento dado, pero el italiano finalmente aprovechó el cansancio de su rival para moverle de un lado a otro. Así, una doble falta condenó a un Rune que cedió su servicio y acabar entregando la victoria a un tranquilo Sinner que buscará una plaza en la gran final ante Tsitsipas.