El último reto de Simone Biles

26 Jul 2024
Simone Biles
La superestrella de la gimnasia, que en 2023 ganó su octavo mundial, quiere ampliar su legado olímpico en París. Recuperar la confianza perdida sigue siendo su mayor desafío.

Biles, de 26 años, apuntaba a ser la gran figura en los Juegos de Tokio hasta que se retiró en la final de equipos y renunció a la de concurso completo debido a problemas de salud mental. Sí salió en la final de barra, donde fue bronce. La valiente y polémica decisión de la campeona colocó entonces el foco sobre un tema tan desconocido y poco tratado como es la salud mental en la alta competición y las consecuencias de la alta presión en los deportistas de élite. Gracias al apoyo de su entorno y a los profesionales que la acompañan, Simone trata aún de superar sus problemas de inseguridad.

La infancia de Biles estuvo marcada por la ausencia de un padre al que apenas conoció y las adicciones de una madre a la que los servicios sociales de Columbus retiraron la custodia de sus cuatro hijos. Simone acabó en un centro de menores junto a sus tres hermanos y de ahí en varias casas de acogida. “Mi madre biológica era adicta al alcohol y las drogas, entraba y salía de la cárcel. Recuerdo que pasé hambre y miedo. A los tres años, me llevaron a un centro de acogida. Cada vez que me visitaba mi abuelo era muy emocionante, era la persona a quien quería ver”.

Desde sus primeros pasos en el deporte de élite, Biles fue entrenada por Aimee Boorman que, gracias a un exigente programa de rutinas, logró pulir la técnica de la joven. A lo largo de su carrera, la campeona desarrolló una gran potencia física y la capacidad de girar sobre su propio eje de forma excepcional. Es capaz de contraer su musculatura en un corto periodo de tiempo. La fuerza que transmite a sus extremidades propicia que sus movimientos sean explosivos. En biomecánica este fenómeno se conoce como tasa de desarrollo de la fuerza.

Dentro de los numerosos recursos técnicos y rutinas que presenta la estadounidense se encuentra el Yurchenko con doble carpado. Un salto muy arriesgado y de tremenda complejidad, ejecutado históricamente solo por hombres con el que Biles hizo historia en 2023.

De Biles se esperaba que coronara en Tokio la mejor trayectoria olímpica de la historia de su deporte, pero la llegada de la pandemia, que retrasó un año la cita olímpica, y las medidas de precaución derivadas del coronavirus, hicieron que la medallista perdiera su foco. Condiciones tan excepcionales como competir con ausencia de público en las gradas, sin el fundamental apoyo de su familia, terminaron por romper a una estrella que ya soportaba mucha presión mediática sobre sus hombros. Simone mostró al mundo su lado más vulnerable, no era la primera vez. En 2018 fue la cara más visible de la larga lista de gimnastas víctimas de abusos sexuales que denunciaron a Larry Nassar, el antiguo médico deportivo del equipo nacional que cumple condena en una prisión estatal de Míchigan después de declararse culpable de siete cargos de agresión sexual a menores.

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