Shaqiri ya es historia del fútbol mundial

Xherdan Shaqiri, a sus 32 años, está escribiendo en el Chicago Fire de la MLS estadounidense los que se suponen serán últimos capítulos de su larga trayectoria futbolística. Pero sigue teniendo peso específico en la selección de su país, Suiza, con la que este miércoles, además, entró en la historia del fútbol mundial.

El centrocampista, nacido el 10 de octubre de 1991 en la entonces localidad yugoslava de Gnjilane (hoy Kosovo), logró ante Escocia uno de los goles de la Eurocopa 2024, al rematar con la zurda, de primeras, un balón que se fue como una exhalación en busca de la escuadra derecha del meta escocés Angus Gunn. De aquellos goles que, como dijo en su día Johan Cruyff, hasta quien lo encaja debe aplaudir.

Pero ese tanto, más allá de su indiscutible espectacularidad, le otorgó al jugador suizo un puesto en la historia del fútbol. Porque es el primer jugador que ha conseguido marcar al menos un gol en las últimas ediciones de las seis grandes competiciones de selecciones: tres Mundiales y tres Eurocopas.

Shaqiri, por ahora, encadena goles en el Mundial 2014 (un hat trick ante Honduras), en la Eurocopa 2016 (un tanto ante Polonia), en el Mundial 2018 (una diana frente a Serbia), en la Eurocopa 2020 (le metió uno a España y dos a Turquía), en el Mundial 2022 (volvió a marcarle a Serbia) y en la Eurocopa 2024 (ante Escocia). 

Y su historia podría haber sido más brillante todavía si en el Mundial de 2010, en el que participó también, hubiera visto puerta: con 18 años, participó apenas 12 minutos en el último partido de la fase de grupos, ante Honduras.

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Shaqiri, con 124 internacionalidades, acumula 32 dianas y 34 asistencias de gol en su larga trayectoria con Suiza, que arrancó un 3 de marzo de 2010 en un amistoso contra Uruguay. Su primer tanto con la 'Nati' llegó seis meses después, ante Inglaterra (7 de septiembre de 2010) en un choque clasificatorio para la Eurocopa. 14 años después, ante Escocia, Shaqiri se convirtió en leyenda. Quién sabe si podrá agrandarla todavía más dentro de dos años, en el Mundial de EE.UU. 2026. ¿Alguien se atreve a negarlo?