Inglaterra le ahogó el festejo a Irlanda con un drop de Marcus Smith ...

9 Mar 2024
Seis Naciones

El frenético partido en Twickenham dejó una certeza: Irlanda ya no obtendrá el Grand Slam, el logro de ganar todos los partidos del Seis Naciones. Era el gran objetivo del Trébol, que por nivel y continuidad de un proceso está varios escalones arriba de sus rivales en Europa y tiene grandes chances de ser campeón el próximo fin de semana, en su tierra. Lo que no es una certeza, aunque sí una buena oportunidad, es que este encuentro sea un punto de quiebre para el despegue de Inglaterra, en crisis de identidad en su juego pero dotado de potencial para dar un salto. Por jerarquía e historia, nunca hay que descartarlo. El drop de Marcus Smith para el triunfo por 23-22, en la última acción pero como corolario de un rendimiento convincente, puede ser un clic.

El imponente Twickenham vivió una de esas jornadas que son como para el recuerdo. Un duelo vibrante de principio a fin, con un ritmo impropio de lo que venía ofreciendo Inglaterra. Desde el comienzo el local se lanzó a jugar y en el primer try dio una muestra clara de sus intenciones: en lugar de patear arriba, George Furbank levantó la cabeza, contraatacó y gestó la conquista que definió Ollie Lawrence, tras una buena secuencia de pases que fijaron a los defensores.

La acción que demora la definición de un campeón del Seis Naciones: los ingleses construyeron una buena jugada como para que a Smith le quedara accesible la anotación de un drop.ADRIAN DENNIS - AFP

Inglaterra puso bajo presión a Irlanda con la pelota y sin ella. Cuanto tuvo la posesión fue punzante y varió sus ataques, con la potencia de sus forwards, la dinámica de Alex Mitchell, las insinuaciones de Furbank y la frescura de Immanuel Feyi-Waboso en su estreno como titular, con un juego de pies notable. No obstante, Irlanda resistió con su defensa, su oportunismo para pescar pelotas en los rucks y las imprecisiones de su rival en la zona roja. La puntería de Jack Crowley dejó arriba al visitante por 12-8 antes del entretiempo.

Los primeros diez minutos de la segunda etapa fueron de lo mejor de un partido que no tuvo respiro. James Lowe estiró la ventaja para Irlanda con una pirueta contigua a una bandera. Tres minutos más tarde respondió la Rosa, jugando espaldas y con una larga carrera de Furbank que levantó a Twickenham. La apuesta del fullback de Northampton Saints le dio réditos a Steve Borthwick; si bien no ostenta el juego aéreo y la regularidad de Freddie Steward, cuenta con desequilibrio y rompe defensas, dando otro vuelo a su equipo.

Ataca Smith, parte de un seleccionado inglés que se decidió a jugar de manos en vez de patear y provocar errores; el desempeño de la Rosa contra el mejor equipo del rugby puede ser un punto de partida para su recuperación.GLYN KIRK - AFP

A los 20 minutos de la mitad final Ben Earl puso al frente a Inglaterra. El octavo, compañero de Juan Martín González en la tercera línea de Saracens, fue líder de la batalla física. Su energía para atacar, defender y jugar en los puntos de contacto fue importante para imponerse a un pack que suele marcar diferencias. La Rosa desperdició diez puntos con el pie, siete de ellos por George Ford, el verdugo de los Pumas en la primera fecha del Mundial Francia 2023. El apertura se mostró errático y dejó su lugar a Smith a los 18 minutos de ese período.

Otra gran definición de James Lowe puso al frente a Irlanda, pero el local no perdió la compostura y fue a buscar hasta el final el triunfo. Feyi-Waboso produjo un quiebre y dio inercia al ataque. Con ventaja de penal, Smith le dio la victoria a su equipo con un drop accesible, que desató locura en cada rincón de la Catedral del Rugby. Luego de una serie de lesiones que le impidieron estar en las tres primeras fechas, el apertura de Harlequins no pudo tener un mejor regreso. La forma en la que jugó Inglaterra, asumiendo más protagonismo, puede ser un puntapié para dar un salto de calidad y volver a establecerse en los primeros planos del rugby mundial.

Compacto del triunfo de Inglaterra sobre Irlanda

Borthwick había elogiado a Irlanda en lo previo. “Todos estaríamos de acuerdo en que ahora es el mejor equipo del mundo. Puede que no haya ganado la Copa del Mundo, pero por la forma en que ha jugado durante el primer período de este campeonato, es el mejor equipo del mundo. Su ataque es probablemente el mejor del mundo”. ¿Juego mental para presionar a los adversarios? Puede ser.

El rival de Inglaterra en la última fecha será Francia, en Lyon. Una buena medida como para confirmar la levantada. A cuatro puntos de Irlanda en la tabla, la Rosa espera una mano de Escocia para poder pelear por el cetro en el último partido del torneo. Al Trébol, tocado en su orgullo, le alcanza un empate como local contra el Cardo para consagrarse campeón. A pesar del traspié, la conquista número 16 de su historia está al alcance de la mano. Sin Grand Slam, es cierto, pero valiosa de todos modos.

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