Quién fue Santa Rita de Casia y cómo es su oración

22 May 2023

El día de Santa Rita de Casia se celebra cada 22 de mayo, como una forma de rendir homenaje a la “patrona de lo imposible”, quien nació y murió un día como este, pero de los años 1381 y 1457, respectivamente.

Santa Rita de Casia llegó al mundo en el pueblo montañoso que lleva su nombre, situado en la región italiana de Umbría, un terreno fértil para las santidades. Tal es así que de aquellas latitudes son originarias varias figuras canonizadas por la liturgia, como San Benito, Santa Escolástica, San Francisco, Santa Clara, Santa Angela, San Gabriel, Santa Clara de Montefalco y San Valentín, entre otros.

Los padres de Rita se llamaban Antonio Mancini y Amata Ferri, pero eran conocidos en la zona como “los pacificadores de Cristo”, debido a que eran convocados para apagar disputas entre vecinos, en una época donde la autoridad del rey no alcanzaba a cubrir muchos de los conflictos que estallaban entre las personas.

Hija de dos personas devotas, la futura santa se crio muy cerca de la iglesia local. Transcurrió su infancia entre relicarios, vitrales, biblias e incienso, por lo que llegó a ser una profunda conocedora de la vida de Jesucristo. Su amor por Cristo hizo que, incluso, le planteara a sus padres que quería ser monja, pero Antonio y Amata ya habían decidido casarla con Paolo Ferdinando, un vecino de la zona.

La unión con Ferdinando estuvo llena de dolor para Rita, ya que su flamante marido era alcohólico, abusivo y golpeador. Pese a ello, permaneció a su lado durante 20 años y tuvieron dos gemelos. Finalmente, una noche, Paolo fue asesinado por un grupo en una reyerta, por lo que la mujer quedó dejó viuda. Tiempo después, descubrió que sus hijos estaban planeando vengar al padre.

Dando una muestra de su profunda fe, la mujer devota pidió a Dios que se los llevara antes de que pudieran cometer el pecado. Acto seguido, una enfermedad repentina y mortal cayó sobre sus descendientes, y ella pasó el tiempo de su agonía educándolos en el amor y el perdón. Para cuando ambos murieron, ya habían perdonado a los asesinos de su padre.

Luego de perder a toda su familia, Rita se entregó a la oración, la penitencia y las obras de caridad. Hacia el año 1411, solicitó ser admitida en el Convento Agustiniano, en Casia, pero no fue aceptada. Milagrosamente, después de orarles a San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino, pudo ingresar allí.

El cuerpo de Santa Rita de Casia se conserva en la basílica italiana que lleva su nombre

El cuerpo de Santa Rita de Casia se conserva en la basílica italiana que lleva su nombre

Los años que le quedaban no fueron fáciles: en 1428, se le apareció clavada en la frente una larga astilla de madera, que fue considerada como un estigma similar a los que había recibido Jesús al ser crucificado. Esta herida se cerraría muchos años después tras los cuidados de un grupo de novicias. Pero fue solo el prólogo de una larga serie de enfermedades que la sometieron durante cuatro años en un colchón de paja, donde finalmente murió un día como este de 1457. Fue inhumada en la basílica que hoy lleva su nombre.

Su cuerpo se conserva en perfectas condiciones en este lugar. La fortaleza fundada en la fe que mostró a lo largo de su tortuosa vida la llevaron a ser considerada la “patrona de las cosas imposibles”. Además, en 1900, fue canonizada por el Papa León XIII y se convirtió así en una de las santas más populares de la Iglesia.

Santa de lo Imposible. Oh Santa Patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en otorgar favores has sido llamada Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo Imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tan compadecido amor por Jesús Crucificado que podrías obtener de El cualquier cosa que le pidas. A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no siempre alivio, al menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el poder de Dios a nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo has sido en tantos casos maravillosos, para la más grande gloria de Dios, por la divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:

(Mencione ahora su petición)

Obtén para nosotros nuestra petición:

Por los singulares méritos de tu infancia

Por la perfecta unión con la Divina Voluntad

Por los heroicos sufrimientos durante tu vida de casada

Por el consuelo que experimentaste con la conversión de tu esposo

Por el sacrificio de tus niños antes de verlos ofender gravemente a Dios

Por tu milagrosa entrada al Convento

Por las austeras penitencias y las sangrientas ofrendas tres veces al día

Por el sufrimiento causado por la herida que recibiste con la espina del Salvador Crucificado

Por el amor divino que consumió tu Corazón

Por la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro años

Por la felicidad con la cual partiste de tus pruebas para reunirte con el Divino Esposo

Por el ejemplo perfecto que diste a la gente de cada estado de vida. Santa de lo Imposible

LA NACION

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