Cómo Santa Cecilia se convirtió en la patrona de Mar del Plata
El 12 de febrero de 1961, trece años antes de la fundación de Mar del Plata falleció desangrada a los 37 años luego de dar a luz a su 15° hijo, María Cecilia Rita del Corazón de Jesús Robles Olavarrieta de Peralta Ramos.
La muerte de Cecilia marcó a tal punto a Patricio Peralta Ramos que decidió construir en honor de su difunta esposa un templo. La obra se estima que finalizó en 1873 y, la advocación elegida por Don Patricio Peralta Ramos para el templo que homenajeaba la memoria de su amada fue Santa Cecilia de Roma.
La construcción de la capilla -ubicada en las actuales Córdoba, entre 3 de Febrero y 9 de Julio- estuvo a cargo de Francisco Beltrami. Un año mas tarde, el ingeniero Carlos de Chapearouge, realizaría el trazado de las calles de la incipiente Mar del Plata tomando el templo como lugar de referencia.
Así, eligió el rumbo de la traza paralelo a la capilla, hacia el lado de la calle San Luis. Desde allí midió 100 varas (cada vara tiene 0,86 metros) y determinó cada manzana. Por ese motivo, las cuadras marplatenses miden 86,60 metros, además de las veredas. Tras delimitar las actuales calles Córdoba, San Luis, Mitre, Yrigoyen e Independencia, el agrimensor trazó las primeras perpendiculares: 3 de Febrero, 9 de Julio y 25 de Mayo. También tomó dos morros o lomas, Santa Cecilia y Stella Maris, y el centro ubicó la bahía fundacional de Mar del Plata, Punta Iglesia.
“Santa Cecilia” fue el primer mojón de la mensura de Mar del Plata. Era el único edificio de piedra y cal revocado que existía en la época. De esta forma, quedaban desestimados los ranchos de adobe y paja que estaban en la orilla de arroyo Las Chacras y que llegaban hasta el saladero.
En conmemoración de esta obra, en 1896 el Arzobispado estableció el patronato de la mártir romana en Mar del Plata y las autoridades locales la ratificaron un año más tarde con la sanción de una ordenanza que establecía que “habiendo acordado el Patronato de este Pueblo de Mar del Plata a la gloriosa Santa Cecilia”, se declaraba el 22 de noviembre como día feriado para todas las dependencias municipales.
Santa Cecilia, mártir y patrona de la música por error
Santa Cecilia de Roma es una de las figuras más veneradas de la feligresía cristiana. Universalmente conocida como patrona de la música, la mujer que fue una de las primeras mártires del catolicismo en épocas en las que se practicaba la fe a escondidas no tenía nada que ver con la música y se cree que su patronato fue atribuido por error.
De acuerdo al texto “la Passio Sanctae Caeciliae (o Actas de Santa Cecilia)”, un relato de su martirio escrito en latín en torno al año 450 y atribuido a Arnobius el joven, un monje romano del monasterio San Sebastiano, Cecilia era una joven romana convertida al cristianismo, muy devota, a la que sus padres dieron en matrimonio a un joven pagano llamado Valerius.
El texto refiere que en la noche de bodas, Cecilia dijo a Valerius que su virginidad estaba protegida por un ángel y el esposo incrédulo pidió ver al ángel pero Cecilia le explicó que antes tenía que purificarse a través del bautismo.
El joven obedeció y fue al encuentro de un viejo sabio llamado Urbano (mencionado después como el papa Urbano I) y cuando regresó vio a Cecilia rezando y entonces pudo ver al ángel que portaba dos coronas, una para cada esposo. Entonces, el prefecto de Roma Turcio Almaquio, que estaba ejecutando a cristianos los condenó a muerte.
La condenó a morir ahogada en el baño de su propia casa. Como sobrevivió, la pusieron en un recipiente con agua hirviendo, pero también permaneció ilesa. Por eso el prefecto decidió que la degollaran allí mismo. El ejecutor dejó caer su espada tres veces pero no pudo separar la cabeza del tronco y huyó, dejando a Cecilia bañada en su propia sangre. La joven sobrevivió tres días.
En todo el relato no hay elementos que vinculen a Cecilia con la música, aunque en uno de sus párrafos refiere está escrito ‘Candéntibus órganis Cæcilia Dómino decantábat dicens…’, lo que quiere decir: ‘Mientras estaba el horno al rojo vivo (las termas de su casa donde intentaron asfixiarla), Cecilia cantaba al Señor diciendo…’.