San Lorenzo venció a Tigre y logró su primer triunfo en el año
17/02/2024 16:27hs. Actualizado al 17/02/2024 20:16hs.
No fue sólo música. Para Ruben Darío Insua el triunfo ante Tigre fue rock para sus oídos. A una semana del clásico frente a Huracán, su San Lorenzo derrotó al Matador de Victoria pero a la vez dejó atrás la monótona partitura interpretada en las primeras cinco fechas de la Copa de la Liga.
El hit comercial que dejó el 2-0 fue el Rock del Herazo: al colombiano, que lleva menos de una semana en Boedo, le alcanzaron 40 minutos para ganarse su primera ovación “inolvidable” como definió el ariete de 27 años al mimo que recibió en la cancha de San Lorenzo.
Pero no sólo Herazo dio señales de estar bien aspectado: también a su equipo se lo notó más aplomado. Es tan cierto que se enfrentó a un Tigre insulso, distraído y sin tonicidad como que hasta las 17 del sábado al cuadro del Gallego Insua lo único que le sobraban eran dudas. Especialmente por la ausencia de la fórmula que caracterizó al San Lorenzo de Insua: el remix de solidez, solidaridad y efectividad.
San Lorenzo - 17-2-2024
El resumen de la victoria de San Lorenzo ante TigreCon apenas un refuerzo entre los titulares (Romaña, mucho más pragmático de líbero que de stopper), otros cuatro en el banco y cinco fuera de la nómina, el Gallego se ajustó a las bases. Si uno de sus aciertos fue apostar por quienes se formaron en el club, entonces entendió que lo mejor era repetir un doble cinco bien complementado (Perruzzi muerde; Irala releva, pasa y hasta se le anima al arco), abrir la cancha con sus dos alas todocampistas (Giay/Braida) y redoblar esfuerzos por las bandas con Leguizamón y Barrios. El Mad Dog al que ya le queda chico el mote de Perrito: sin equivalencias de carrocería con la mayoría de sus rivales, mete el cuerpo como pocos, gana duelos casi siempre, no la pierde prácticamente nunca y entiende a la perfección a sus cumpas. Especialmente a Bareiro: el centro que precedió al 1-0 fue una delicia que el killer capitalizó en el área. Luego vendría la insistencia, la voracidad y el gol de Herazo que completó el marco.
Quizás la laxa marca que Giacopuzzi le dedicó al goleador de San Lorenzo en el primer gol, por otro lado, sirva como una muestra en miniatura de lo que es el Tigre de Gorosito. Un cuadro demasiado permeable en las bandas y también inofensivo en ataque: a excepción de un remate de Maroni bien detenido por Altamirano en el cierre del primer tiempo costó encontrar una jugada clara del visitante. Y lo más preocupante de todo es una falta de criterio que no distingue edades: aunque Pipo dijo que de este mal momento a Tigre lo sacarán los grandes, el titular más longevo (Brian Aleman, de 34 abriles) se hizo expulsar por un clarísimo -y fuera de contexto- manotazo a Giay en un ataque...
Posiblemente por eso es que Gorosito se llamó a silencio tras la derrota: a horas de un clásico -el miércoles se enfrentará a Tigre por Copa Argentina- está lejos de adoptar la estética y el funcionamiento al que aspira su entrenador. Un escenario totalmente opuesto al de su adversario: aunque cometió errores -incluso jugando mal Tigre tuvo situaciones- el triunfo motoriza otras energías en Boedo. Otros ritmos. San Lorenzo pasó de la melancolía tanguera a la potencia rockera. Anhelando hacer pogo en el Ducó para que el 2-0 no sea anécdota sino despegue definitivo.
San Lorenzo - 17-2-2024
Adam Bareiro puso el primero de San LorenzoSan Lorenzo - 17-2-2024
El gol de Diego Herazo para sellar el marcador ante Tigre