Con el debut de Russo, San Lorenzo le ganó a Barracas y tomó ...

20/10/2024 18:17hs. Actualizado al 20/10/2024 21:48hs.

Imposible hablar de qué se vio de nuevo en San Lorenzo a partir de la llegada de Miguel Ángel Russo más allá de que apenas tuvo tres prácticas con el plantel; tampoco evaluar el duelo táctico del flamante DT cuervo con un ex con chapa de ídolo histórico como el Gallego Insua, que fue recibido con una tremenda ovación y, con lágrimas en los ojos, le rindió pleitesías a los cuervos... Es que en el Pedro Bidegain el partido quedó en un segundo o tercer plano.

Cuando el estadio recién había abierto sus puertas y apenas había algunos tempraneros caminando por las gradas, ya pudo verse el primer indicio de que la tarde en Bajo Flores rompería con la dulzura del día de la madre: todas las banderas estaban dadas vueltas, claramente una continuidad de lo que fue la “visita” de la barra al plantel en la semana, tras la salida de Pipi Romagnoli y el penal-gate de Fydriszewski en Mendoza.

Al plantel le hicieron sentir que el vínculo con la gente pende de un hilo cuando terminó el precalentamiento y los pocos plateístas presentes en ese momentos despidieron a los jugadores con silbidos. Después, cuando la hinchada copó la tribuna, no lo hizo con canciones de aliento sino de guerra: “Queremos Camboyanos, queremos Matadores. Queremos jugadores que sientan los colores. Basta de fracasados, jugadores mediocres, San Lorenzo es un grande, queremos ser campeones”, fue el que más resonó. Pero también hubo otros hit que pidieron que le den la camiseta a la hinchada “que juega mejor” o que advertía que “la camiseta del cuervo se tiene que transpirar”, entre otros.

Un párrafo aparte fue, obviamente, todo lo que pasó alrededor de la figura de Insua, quien en la previa, en zona de camarines, ya dejó en claro el enojó que mantiene con la actual dirigencia azulgrana tras su salida del club rechazando (no de muy buena forma) la idea que había de homenajearlo regalándole una camiseta a cancha llena. Después, en el campo, salió del banco para recibir el amor profundo que le brindaron los hinchas y hasta reverenció a los cuatro costados ante el “Gaaaalleeeego,Gaaaalleeeego”, ensordecedor. Claro, los hinchas locales enojados con el presente, inmediatamente después soltaron insultos al actual presidente Moretti.

Por supuesto que en el medio hubo un partido e importante, con puntos claves si llega a volver a modificarse la decisión sobre los descensos. En el primer tiempo se vio poco y nada en cuanto al juego y fue difícil encontrar una jugada de gol, pero sí hubo mucho de polémica (Lobo Medina y Carreras en el VAR entendieron que no hubo falta sobre Muniain en el área y se comieron la expulsión de Demartini) y la gente explotó de nuevo, esta vez contra el juez y Chiqui Tapia. Pero el San Lorenzo de Russo golpeó enseguida, apenas comenzó el complemento, cuando tras un desborde de Cerutti, Cuello ganó en las alturas y metió un gol que, al menos , aporta paz y permitió que la despedida sea en una mezcla de indiferencia y tibios aplausos.