Sabalenka se ve cegada por una brillante Andreeva

Mirra Andreeva ha dado la gran campanada de Roland Garros 2024 al imponerse a Aryna Sabalenka por un marcador de 6-7 (5) 6-4 6-4, poniendo de manifiesto su infinito potencial y aprovechando ciertas molestias físicas en la bielorrusa, que pareció mermada en algunos tramos del partido.

Había gran expectación por ver un duelo que podría marcar una época de este deporte y se superaron las expectativas en estos cuartos de final de Roland Garros 2024. Si bien es cierto que Aryna Sabalenka había sido muy superior en los choques precedentes entre ambas, la progresión de Mirra Andreeva es meteórica y salió a pista dispuesta a demostrar al mundo de lo que es capaz. Su potencial ilimitado y desparpajo, unido a molestias físicas de la número 2 del mundo, derivaron en una batalla sin cuartel y repleta de alternativas.

Desde los compases iniciales del primer set pudo percibirse que algo fallaba en Aryna. La bielorrusa acostumbra a tener poderosos arranques de partido, pero se mostraba algo más lenta de lo habitual en los desplazamientos, con rictus de cierto dolor y sufrimiento constante, e incurriendo en numerosos errores. La joven Mirra fue creciéndose poco a poco y remontó un 1-3 para situarse con 5-3.

En ese momento, Sabalenka sacó fuerzas de flaqueza, aceptando la necesidad de sufrir y sabiendo que no era un partido en el que fuera a poder lucirse. Después de constantes alternativas por uno y otro lado, con aciertos descomunales y errores infantibles, así como una Andreeva que buscaba cambios de ritmo con dejadas muy atinadas, se llevó a un tiebreak agónico en el que la número 2 del mundo metió una marcha más y se llevó el triunfo por pequeños detalles.

Muchos podrían pensar que el susto había sido esquivado y que Andreeva se vendría abajo moralmente en la segunda manga tras haberse visto tan cerca de ponerse con ventaja en el marcador. Sin embargo, no fue así. Se repuso de un break inicial y puso de manifiesto todas las virtudes que la presentan como una gran estrella del futuro llamada a eclosionar de manera inmediata.

- Sabalenka terminó el partido con 40 errores no forzados

Supo defenderse con solvencia, atinó la puntería en sus tiros paralelos y siguió erigiéndose en una pesadilla para una Sabalenka algo mermada, que no era capaz de interpretar los constantes cambios de ritmo y altura a los que se enfrentaba con la bola de Mirra. Hubo intercambio de breaks, tensión máxima por la igualdad y momentos en los que la experiencia de Aryna y sus intangibles de campeona deberían haber prevalecido sobre una adolescente, pero no fue así. Andreeva dio un golpe de efecto en el décimo juego y equilibró el partido.

El drama era absoluto en un tercer parcial jugado en el fango; quien tuviera mayor capacidad de sufrimiento sería quien terminara haciéndose con la victoria. Era momento de asumir riesgos, de buscar tiros ganadores cuando la cabeza pide mesura y de ir a por el partido, sin esperar el fallo de la rival. Sabalenka seguía siendo una escopeta de ferias, pero se las arreglaba para compensar sus errores no forzados y seguir en liza, mientras que Mirra Andreeva esperaba agazapada su oportunidad, cual felina acechando a su presa.

Llegó en el décimo juego, una vez más. Aryna Sabalenka se lio con su propio servicio y vio cómo Mirra Andreeva se granjeaba dos bolas de partido. La primera fue salvada de manera feroz por la número 2 del mundo, pero en la segunda la jugadora rusa corrió de lado a lado y tiró de habilidad de manos para defenderse con maestría y ejecutar un globo sintomático de lo que está por venir. Un diamante en bruto que ya brilla con fulgor en Roland Garros 2024.