“Ha sido muy fácil dar vida a esta historia”, cuentan los actores de ...
Echábamos de menos un drama de médicos llevado a la ficción y cercano a la actualidad. Lo más próximo a una serie de hospitales que hemos visto triunfar en España en los últimos años fue Pulseras Rojas (2011), de Albert Espinosa, pero los médicos no eran los protagonistas de aquella trama. Una historia de médicos de verdad, de esas en las que hay (muchos) problemas en el hospital y con relaciones que traspasan las barreras del ámbito laboral, ligadas también a unas cuantas tramas personales que terminan por enganchar al público al completo. Anatomía de Grey u Hospital Central (2000-2012), en España, son algunos de los precedentes que más resuenan, pero Carlos Montero, creador de otros éxitos de Netflix como Élite, ha querido llenar este vacío existente en las plataformas de streaming con su nueva producción Respira y ha aprovechado la pura actualidad para hacerlo. "Ha sido apasionante formar parte de esta trama, desde los sets y decorados, una reconstrucción exacta de un hospital [de dos plantas], los guiones, que los teníamos desde el principio, hasta el elenco, que también ha sido una auténtica gozada. Hemos trabajado super a gusto todos”, cuenta Najwa Nimri a Vogue España durante la jornada de promoción de la serie sobre su experiencia en ella.
Todo sucede en el Joaquín Sorolla, un hospital valenciano que atraviesa un momento muy delicado. Sus profesionales trabajan sin apenas descanso y a un ritmo tan frenético que les lleva a un punto donde las emociones (y el deseo) están a flor de piel. Mientras tanto, las tensiones ganan terreno y la llegada de una política al hospital, la presidenta, hará rozar los límites hasta el punto de dar comienzo a una huelga sin precedentes. Blanca Suárez, Manu Ríos, Aitana Sánchez-Gijón, Alfonso Bassave y Borja Luna dan vida a este equipo de médicos, mientras Najwa Nimri interpreta el lado más político de esta historia. También vemos entre los pasillos de este hospital a otras caras conocidas como Blanca Martínez y Abril Zamora.
Los personajes de ‘Respira’.Cortesía de Netflix
Respira tiene todo lo que demanda una serie de médicos adictiva: conflictos laborales, relaciones entre sus personajes y denuncia social. “Preparándome para este papel gracias a un vecino mío, que es médico, me encontré con lo que denuncia esta producción, la joya de la corona: nuestra salud pública, que, o la cuidamos, o puede estar en peligro”, apunta Alfonso Bassave. “Es uno de los grandes temas de la serie y con los que, desde luego, el público va a empatizar y a debatir”. Más allá de lo político, el drama está asegurado. Montero lleva a todos y cada uno de los protagonistas a situaciones límite que hacen que no puedas despegar la vista de la pantalla.
“Es una trama muy diferente de lo que he hecho nunca antes y justo por eso me llamaba mucho la atención hacerla”, explica Manu Ríos. “Apuesta por algo y lleva a sus personajes al límite, por lo que va a hacer que el público reflexione y ponga en valor el mensaje que estamos intentando transmitir”, asegura. Sobre cómo ha sido trabajar con el resto de sus compañeros nos cuenta: “Hemos hecho una piña increíble, siento que me llevo amigos de este rodaje”. A Blanca Suárez se le ilumina la cara con una enorme sonrisa cuando les preguntamos cómo ha sido compartir trama (amorosa) juntos. “Ha sido muy muy guay”, coinciden ambos actores, mientras Ríos nos confiesa que ha sido un “regalazo” trabajar con ella: “Va a sonar un poco pelota”, advierte Manu, mientras Suárez hace un corazón con las manos, “pero ha sido increíble verte trabajar, la tranquilidad y el saber estar que tienes, la profesionalidad… Admirable.”. Además, nos cuentan que no solo han conectado como actores: “A nivel humano y personal encajamos casi desde el principio y creo que compartimos muchas cosas a nivel personal y en cuanto a valores”, añade Ríos.
Blanca Suárez y Manu Ríos en ‘Respira’.CARLA OSET / NETFLIX
Sobre la dificultad añadida de esta producción, la de interpretar a médicos y hacerlo en sus actividades diarias como trabajadores, Aitana Sánchez-Gijón nos confiesa que nunca antes había visto una serie de este tipo. ¿El motivo? Se marea con la sangre. “Para interpretar a la Doctora Amaro he tenido que ver por fin alguna serie y fui (casi sin quererlo) a dos operaciones”, confiesa a Vogue. “Fui al hospital de mi primo para que me enseñaran los protocolos de higiene, pero acabé en quirófano y, sorprendentemente, lo llevé muy bien, lo miré con ojos de profesional y hasta opiné. Me pareció muy curioso cómo se relacionan ellos durante las operaciones, como quien está en la carnicería, muy natural todo”, nos explica. La actriz ha pasado de marearse a aprender a hacer una vasectomía y la maniobra de Pringle, al igual que otros de sus compañeros como Manu Ríos, que también han aprendido a poner puntos y a coser. Porque han habido muy pocos dobles de manos en este rodaje, pero sí han contado en todo momento con tres asesores médicos para guiarles en el camino.
Aunque el ambiente de trabajo y las facilidades de la producción han favorecido de muy buena manera a dar forma a esta serie, Blanca Suárez nos cuenta que no ha sido tan sencillo meterse en el papel de una promesa cirujana. “Ha sido un mundo hacer de médicos. Cuando comienzas a adentrarte en la profesión, a hablar con los asesores, y estos te dan nociones basiquísimas sobre el manejo del instrumental, términos médicos, acciones que tiene que hacer tu personaje… Yo sentí un muro enorme”, confiesa la actriz. “A ver cómo hago que parezca que he estudiado esto durante muchísimos años, que soy una cirujana respetable y con un un currículum intachable, además. Era como decir: ‘Dios mío, si tengo las manos de mantequilla’”. Pero a la vez, admite que le ha divertido mucho esa capacidad técnica extra con la que han tenido que jugar en esta serie: “Ha sido toda una experiencia hacer prótesis y ver litros y litros de sangre. Para cuando veáis toda la temporada, en el último plano, el del capítulo 8, fue bastante divertido rodarlo en cuanto a sangre y ahí lo dejo", adelanta la actriz sobre el (por ahora) final de Respira.
Najwa Nimri en ‘Respira’.CARLA OSET / NETFLIX
Para Borja Luna, hacer de oncólogo ha sido igual de reto que interpretar a un bombero o a un paseante, pero Nimri le interrumpe para recordarle otra de las dificultades de este tipo de papel con un sinfín de tecnicismos: “Bueno, decir desfibrilador no es tan fácil. Cuando estaba en camilla y les oía hablar, parecía un trabalenguas”, bromea la actriz al recordarlo. Najwa nos cuenta que, cuando la llamaron para participar en esta serie, le ofrecieron interpretar a una médica, pero que rechazó la oferta y optó por el lado de la política sin apenas dudarlo: “En mi familia son médicos y no quería que la crítica fuera dura en casa. Escogí política porque no tienen ni idea de cómo va”, confiesa. "Siempre me decían que un político es un actor, pero con este papel he descubierto que no es así. La política es pura estrategia y el que está junto a ti sabe que si caes va a tener que posicionarse. Con los actores, eso no pasa”, explica.
En medio de todos los dramas que rodean a esta historia sobre médicos, Najwa nos ofrece otra confesión sobre el día a día de esta producción: “Me daba vergüenza interpretar mi personaje porque, aunque parezca mentira, hasta que rompo el cascarón me cuesta, parece fácil, pero no lo es”, asegura. “Cada día, para entrar a rodar, pedía silencio y me cantaba unas canciones. Todo el mundo me decía que me callara, pero es que si no lo hacía, no podía entrar a actuar", cuenta la actriz. “Yo me acabo pareciendo siempre a mis personajes, pero en realidad es mentira”, añade. “Y esta vez, con más motivo, porque crecí en un ambiente totalmente diferente al de Patricia Segura: tengo un padre jordano y una madre vasca, y en esta serie me tengo que meter en un tinglado que no es el mío, el de la política”, aclara.
Una serie llena de retos, dramas, amoríos, contradicciones morales y de debate, que, sin duda, entretiene y deja en el aire una posible segunda temporada en camino. Mientras tanto, los ocho capítulos que componen Respira ya están disponibles en la plataforma de Netflix.
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Por Alberto Sisí Sánchez