El gol de Julián no fue suficiente: un pobre Atlético de Madrid ...

06/10/2024 15:45hs. Actualizado al 06/10/2024 18:10hs.

Así es difícil, Cholo. Era muy importante para el Atlético de Madrid reponerse del durísimo 0-4 ante el Benfica, por la Champions League. Pero se terminó llevando de Anoeta un 1-1 que duele como una derrota. ¿Por qué? Porque Julián Álvarez convirtió a los 50 segundos. Sin embargo, a partir de allí, Diego Simeone estacionó los micros en el arco de Jan Oblak. Y tan conforme se sintió con el resultado que le dio a la Real Sociedad la oportunidad de creérsela: se lo empató 1-1 y hasta mereció darlo vuelta. Además del Araña, dijeron presente Nahuel Molina (titular) y Rodrigo De Paul (ingresó en el ST).

La cama en la habitación. La heladera en la cocina. El inodoro en el baño. Y Julián Álvarez de 9. Cada cosa en su respectivo lugar. Pero no le pidas al calefón que caliente la comida. Después de haber empatado 1-1 ante el Real Madrid, Diego Simeone fue duramente criticado por haber utilizado al Araña como volante por la izquierda, adjudicándole la función de seguir a Dani Carvajal en su proyección por la banda y alejándolo 70 metros del arco de Thibaut Courtois. Una semana después, el Cholo lo puso como referencia en Anoeta, y el ex Manchester City facturó en 45 segundos.

Frente al 4-3-3 de Imanol Alguacil Barrenetxea, el Cholo apostó por un 5-3-2 que tenía como objetivo tapar la subida de los laterales de la Real Sociedad, proteger los espacios intermedios con las coberturas de Witsel y Lenglet (stoppers) y aprovechar algún ataque directo. Sin embargo, la planificación se fue al demonio al minuto. El Colchonero movió la pelota de una banda a otra, Griezmann encontró espacio en la espalda de Igor Zubeldía, tiró un taco fenomenal para la llegada de Julián y Álvarez la mandó a guardar con un remate cruzado, rasante, letal.

Griezmann, de lo mejor del Atlético Madrid en Anoeta. (EFE)

La cosa pintaba buena. El Aleti parecía sediento de goles. Nada más lejos de la realidad: con el 1-0 en la mochila, el esquema viró hacia un 5-4-1 en bloque medio, con Griezmann haciendo la banda izquierda. Tan sumisa fue la postura del conjunto de Simeone que le dio la posibilidad a la Real Sociedad de crecer, de la mano de jugadores de buen pie como Martín Zubimendi, Luka Sucic y Takefusa Kubo. Solo a partir de los reflejos de Jan Oblak bajo los tres se puede explicar el 1-0 al cabo de los 45' iniciales.

¿Cambió algo en el complemento? Poco y nada. En la primera mitad, el Aleti se dedicó a defender, defender y defender. El arco contrario estaba tan lejos como el Metropolitano. En el segundo, por lo menos tuvo alguna que otra chance, producto de la genialidad de Griezmann y algún volante osado que pisaba el área contraria. Pero tan conforme estaba Simeone con el 1-0 (desde los 50 segundos) y tanto coqueteó con el empate que terminó llegando. De Paul tuvo un error garrafal en la salida y Sucic, encontrándose con la pelota en 3/4, dijo "ya fue, le pego" y la clavó en un ángulo.

El Colchonero quiso reaccionar de alguna forma, pero fue tarde. 85 minutos tarde. Julián fundió el motor, Griezmann no tenía una sola gota para destilar y ni Alexander Sørloth ni Rodrigo Riquelme inclinaron la balanza. Al final, el Aleti pasó de ilusionar con una goleada a rezar para no volverse a Madrid con una derrota. El punto no le sirve de nada: quedó a siete porotos del Barcelona y a cuatro del Real Madrid, líder y escolta de La Liga. Pero más preocupante que la tabla es el juego. Y no es que a Simeone le falte jerarquía...

El Cholo y un punto que no sirve de mucho. (EFE)

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