La opinión de Toni Ruiz del Mallorca-Girona: Larin eclipsa al VAR
El uso del VAR por Figueroa Vázquez estaba destinado a monopolizar el análisis debido a la discutida expulsión de Muriqi, que amenazaba con cambiar el rumbo de un partido que había sido una espectacular muestra de fútbol. Una tarjeta roja, que ni el árbitro ni los asistentes vieron, se hizo realidad tras uno de los efectos más criticados del videoarbitraje. Repetida una y mil veces, congelada, la roja parece clara, si no fuera porque los fotogramas de una imagen no evalúan las intenciones, y la de Muriqi no era dañar a Brian. Una amarilla hubiera sido más adecuada. Y para cerrar el tema, la discutida mano de Miguel, cuando era el último hombre, no mereció una revisión, que hubiera igualado las fuerzas.
El VAR no merece ser la estrella del día, porque esta vez tiene nombre propio: Cyle Larin. El canadiense, en su mejor partido con la camiseta del Mallorca, llevó a su equipo a una victoria merecida no solo por su acierto ante el gol, sino por su lucha y trabajo incansable, bregando en solitario contra dos centrales y marcando un segundo tanto por pura determinación. Y eso después de que desperdiciara la primera ocasión clara que le había fabricado Muriqi antes de ser expulsado.
Sería injusto no señalar a otros artífices de la victoria, más meritoria que nunca cuando se produce contra un equipo de Champions que ha estado en superioridad durante 60 minutos. Hay que destacar a Valjent, Mojica, Darder, Mascarell, Morlanes, y uno se queda corto porque nadie desentonó para que sumar los tres puntos no fuera un milagro.
Al fin y al cabo, el Mallorca-Girona cumplió con la tradición de ser el mejor partido del año y, si no, recordemos el partido de Copa del pasado año que acabó también en victoria local por 3 a 2.
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