El Arte Callejero llegó al Centro Cultural Santa Cruz por primera vez ...

20 días atrás
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Quedó inaugurada una muestra inédita: “La Calle en Bellas Artes”, integrada por la obra de doce muralistas de Río Gallegos que representan a distintas generaciones de artistas que intervienen en la ciudad con su arte. “Los artistas callejeros son importantes porque nos permiten conectar con la comunidad”, afirmó Adriel Ramos.

Esta noche representó un nuevo hito en la historia de las artes visuales de la provincia: por primera vez, artistas callejeros inauguraron una muestra colectiva en el Centro Cultural Santa Cruz, integrada por obras inéditas producidas durante dos semanas especialmente para esta ocasión.

La ministra Secretaria General de la Gobernación, María Cecilia Borselli, acompañó al secretario de Estado de Cultura, Adriel Ramos, en la actividad junto a autoridades provinciales, concejales y artistas locales.

Doce artistas anónimos que asumen su identidad pública en el centro de referencia por excelencia para las artes visuales santacruceñas, presentando obras que exploran la libertad creativa, la crítica social y las conexiones colectivas y personales.

Se trata del legendario grupo Kalimocho (Jorge Ojeda, Miguel Mellado,  Norberto Sueldo), que causó revuelo en la década del 90 con sus murales en la paredes de la ciudad; Daniel León; Gabriel Perez; Kuri (Cristian Correa); Dogore (Leandro Correa); CMTCas (Valeria Contreras, Valeria Quiróz, Mariana Oyarzún) y Topaia

“La Calle en Bellas Artes: Los rostros de los anónimos”, organizada por la Secretaría de Estado de Cultura está destinada a convertirse en una bisagra ya que trae el arte comunitario y el arte de la calle al marco institucional, resignificando un concepto tradicional.

Así lo evidenciaron el gran número de visitantes que acompañaron la inauguración de la muestra en la Sala Fundación Banco Santa Cruz y celebraron la calidad de las obras que lo integran. Además de murales se presentaron dos piezas intervenidas mediante graffitis: un auto y una garita de seguridad.

En su discurso Ramos abrió estableciendo que “la ´cultura no es entretenimiento´, como dice Bauman, la cultura no tiene forma fija, tampoco es un adorno. La cultura es un proceso dinámico que cambia constantemente y para que eso se genere necesitamos de las relaciones y las conexiones humanas”.

Luego el funcionario destacó la importancia de abrir espacios culturales, como la Sala Portillo, para fomentar conexiones humanas y comunitarias. “Volvemos a abrir la Sala Portillo que es una sala histórica dedicada a las artes visuales y al arte contemporáneo. Esto nos permite que el arte esté presente, que los artistas estén presentes”, aseveró.

Adriel Ramos para finalizar subrayó a todos los presentes que la cultura es un proceso dinámico que facilita la interacción y la presencia del arte en la sociedad. “El artista en la comunidad es importante porque es un catalizador. Las obras son catalizadoras que permiten conectar a los individuos con la comunidad. Conectar el pasado con el presente. Y esa es la importancia de estos espacios. Así que por más espacios hay que trabajar por la cultura, la cultura siempre adelante y sobre todo la de Santa Cruz”.

La Muestra

Esta exposición en el Centro Cultural Santa Cruz reúne a exponentes del arte urbano de Río Gallegos y propuestas que exploran otras formas de diálogo comunitario, con puntos de contacto con prácticas como el arte relacional. Desde los inicios de la última década del siglo XX hasta la actualidad, estas obras tejen una narrativa que explora la libertad creativa, la crítica social y las conexiones colectivas y personales.

Kalimocho: Este colectivo marcó un momento significativo para el arte urbano en Río Gallegos. Con el lema “Pintamos el tema del día”, sus intervenciones se presentaban como crónicas visuales que capturaban el pulso de la vida cotidiana. Su estilo directo y vibrante dejó una huella en los muros de la ciudad y en el imaginario colectivo.

Gabriel Pérez:  Su obra se convierte en un espacio relacional donde los participantes devienen en co-creadores. No se trata de objetos, sino de procesos que reconfiguran la experiencia comunitaria. Su práctica crea resistencia en tiempos donde el aislamiento por momentos parece ser la norma.

Daniel León: En sus composiciones, los colores y formas orgánicas operan entre lo humano, lo natural y lo tecnológico. Sus paisajes visuales no son representaciones, sino mapas de color “de sentimientos propios y sociales”.

Topaia: Sus murales trazan líneas de fuga hacia dimensiones cargadas de simbolismo y reflexión. En los colores vibrantes y los símbolos que construye pinta “universos alternativos e introspctivos”.

Leandro Correa: “Lo bizarro, lo feo y lo malo” en sus obras no es una exageración; es la verdad que se filtra cuando se rompen las máscaras. Sus composiciones nos obligan a mirar aquello de lo que preferiríamos huir?

Cristian Correa (Kuri): Mezcla de “influencias orientales y urbanas” visualmente fascinante. En esa riqueza estética, hay un eco de la fragmentación y tal vez eso sea lo único real.

CTMcas: Este colectivo utiliza el grafiti como herramienta de reflexión social. En esta muestra, presenta obras que evocan la relación con el territorio, la fauna y la memoria colectiva.

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