Platense venció a Unión y sueña con entrar a la Copa Sudamericana

La pelota cruza el cielo de Vicente López. Hay un puño que está lejos de ser la Mano de Dios, pero para Platense es una señal divina. A esa altura, encierra a Unión contra el arco de Thiago Cardozo, pero no lo puede resolver. Entonces, alabado sea el señor Tanda, que comete el pecado de un penal que termina siendo decisivo. Con suspenso, claro, porque Fernando Espinoza tiene que recurrir al VAR. Mateo Pellegrino abre las puertas del arco y el triunfo se queda en casa. Ahí mismo, a orillas de la General Paz, donde el juego del Calamar no termina de convencer, pero los resultados ilusionan porque el ingreso a la Sudamericana es difícil, pero no imposible.

Platense logra tres puntos que lo impulsan en el tramo final de un campeonato irregular, en el que recién hace dos meses consiguió hacerse fuerte en su estadio. Los cambios de la dupla Orsi-Gómez fueron decisivos. Ignacio Schor, especialmente. Los santafesinos, que habían sido algo más incisivos en la primera etapa, se diluyeron. Fue su tercera derrota consecutiva y de pelear el campeonato pasaron a nadar en un mar de incertidumbres. Serán jueces en su cancha ante Vélez, pero el clima está denso. A tal punto, que la continuidad del Kily González hoy es una incógnita.

El primer tiempo fue demasiado aburrido. Primó la pelota larga y casi no hubo situaciones de gol frente a los arcos de Juan Pablo Cozzani y Cardozo. Hubo que esperar a la segunda etapa para encontrar algo de acción.

Entonces, llegó el penal. La mano de Tanda que evitó el cabezazo de Schor y que Espinoza no vio hasta que llegó al monitor. Pellegrino, de zurda, canjeó por un gol que gritó con alma y vida. Sobre todo, porque había fallado con Godoy Cruz y tuvo revancha.

Unión desarmó la línea de cinco que no tuvo profundidad por los costados y terminó jugando con tres atacantes. Nicolás Orsini reemplazó a Mauro Pittón, hubo un rato con dos “9”, hasta que salió Jerónimo Domina. Luego, ingresó Lucas Gamba. Así y todo, nunca inquietó a Cozzani. Y celebró Platense, que suma seis partidos invicto en su rodeo mientras sueña con la arena internacional.