Pierpaolo Barbieri juega a dos puntas en la guerra de las billeteras ...

"Hacer a las finanzas más abiertas, competitivas, innovadoras y más justas", dice Pierpaolo Barbieri, el ceo y fundador de Ualá, que este lunes recibió en sus oficinas al presidente Javier Milei y anunció una megainversión. Otro empresario del Círculo Rojo tech que le compite a Marcos Galperin, pero que se para en el medio de la guerra con los bancos.

La fintech anunció que cerró una nueva ronda de inversión Serie E por 300 millones de dólares y que alcanzó una valuación de 2.750 millones de dólares. Barbieri aseguró que representa la mayor inversión privada en América Latina en los últimos tres años y anticipó que utilizará el capital para ampliar su ecosistema financiero y acelerar su crecimiento en México, Argentina y Colombia.

La ronda está liderada por Allianz X, el brazo de inversión del Grupo Allianz, una de las principales aseguradoras y gestoras de activos del mundo.

A diferencia de otras billeteras virtuales, Ualá tiene un banco digital como respaldo: Uilo Bank, que años atrás se llamaba Wilobank y era del magnate de Corporación América, Eduardo Eurnekian.

De esa forma, la app ofrece una caja de ahorro bancaria (con CBU), créditos, la posibilidad de comprar dólar MEP, plazos fijos, entre otras operaciones que sólo se pueden realizar con las entidades tradicionales.

Este mix hace que Barbieri esté en el medio de la pelea con los bancos. La confrontación que tiene, por un lado, a las asociaciones y como cara visible a MODO; y por el otro lado, al fundador de Mercado Pago, que encabeza la postura de las fintech.

"Hay cosas que sólo pueden hacer los bancos y está bien que así sea. No existe hacer intermediación financiera sin ser banco. En un sistema fraccional de reservas, en el que das depósitos, tenés que tener una supervisión; sino tenés situaciones como el 2008 o el 2001 en Argentina", planteó Barbieri en un meet con periodistas al que asistió Letra P.

Respecto al rumbo económico que tomó el Gobierno, Barbieri consideró que la apertura económica sumada a "reglas del juego claras" e inflación a la baja, deberían ser un combo que impacte de forma positiva. "No hago lobby para que se cambie ninguna regulación, yo cumplo. Hay muchos jugadores en Argentina que juegan al límite", planteó.

En la guerra fintech, Barbieri tiene una posición marcada. "La competencia nos eleva", repite en su cuenta de X. Su postura es que los bancos tienen que entrar en el negocio digital, en el que los productos no se adquieren en una sucursal, sino en un teléfono celular, al que acceden más personas.

Sobre las regulaciones o desregulaciones donde el Banco Central tiene que mediar entre entidades tradicionales y las billeteras, Barbieri cree que aún falta igualar condiciones, como la interoperabilidad de los QR (que en el inicio monopolizaba Mercado Pago) o la posibilidad de pagar sueldos vía apps, algo que el Gobierno otorgó vía DNU y está frenada en la Justicia.

En momentos de conflictividad en alza entre las fintech y los bancos por las personas usuarias, a Barbieri se le atribuyó indirectas hacia Galperin. En 2022, lo acusó en X de espiar en su empresa.

“Le mandamos un gran abrazo al líder de Mercado Pago que se sumó secretamente a nuestro grupo de WhatsApp de Revendedores de Ualá Bis. Un capo, pero lo encontramos. La competencia nos eleva! Si querés hacer como él (pero en serio), te sumás acá”, posteó en sus redes sociales.

Barbieri, de 36 años, creó Ualá en 2018. En una entrevista a Forbes, contó que el germen de la empresa surgió cuando manejaba por el microcentro porteño y vio una fila larga de personas ancianas que esperaban que sea la hora para entrar a un banco a cobrar la jubilación.

En la fila distinguió a una mujer que le hizo acordar a Josefina, su abuela materna, ya fallecida. “¿Cómo puede ser que la tecnología no pueda ayudar a toda esta gente?”, pensó.

Seis meses después, fundaba la fintech. En un año logró tener 400.000 clientes y recibió u$s34 millones rondas de inversiones.

Hijo de inmigrante italiano y madre argentina, de niño vivía en Caballito. "En 2001 la crisis pegó muy fuerte en casa, así que me metí a fondo para entender por qué nos habíamos ido tan a la mierda", contó en el reportaje a Forbes.

Gracias a clases de Debate en el colegio, logró postularse para una beca en Harvard, donde estudió Historia económica con un intelectual muy respetado y conectado con el establishment como padrino: Niall Ferguson.

Ganó un premio con su tesis en el análisis económico de la Guerra civil española, fue una beca en Cambridge, donde hizo un máster en Economía e Historia.

Casi siete años después, el unicornio ya tiene más de 8 millones de personas usuarias y operaciones en México y Colombia, además de Argentina, donde el 17% de la población adulta tiene una cuenta en Ualá.

"La única manera de hacer una revolución con algo inclusivo es haciendo un producto radicalmente más barato que el resto", respondió el ceo a Carlos Pagni en una entrevista en 2021.