Militares en Seguridad interior: el tanque de Patricia Bullrich y Luis ...

La avanzada de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Defensa y excompañero de fórmula presidencial, Luis Petri, para intentar modificar la ley de Seguridad Interior choca con la negativa de las tropas militares a intervenir en el territorio ante situaciones de crisis y ni siquiera, advierten, para prestar “apoyo logístico” en operativos contra el delito, la narcocriminalidad y los asesinatos que, según la ministra, estarían permitidos en “algunos artículos” de la norma.

Fuentes castrenses consultadas por Letra P condicionan cualquier apoyo logístico a un cambio legal. También reconocen que las fuerzas están divididas frente a la decisión del tándem ministerial de desplegar efectivos para enfrentar al narcotráfico y al terrorismo.

“Las nuevas generaciones de oficiales están curadas de espantó tras los años de la dictadura militar y no quieren ponerle el cuerpo a ‘batallas políticas’ ni están preparadas para salir a la calle y sumarse a un plan de represión de las protestas sociales”, advirtió a este medio otra fuente militar sobre la base de un relevamiento interno que se hizo previo a las elecciones y del que, aseguran, la vicepresidenta Victoria Villarruel está al tanto.

“En el único escenario que podría ser viable una participación de efectivos es en la lucha contra el narcotráfico, pero hasta ahí; y bajo la condición de que la convocatoria fuera para apoyar a fuerzas federales desbordadas por las organizaciones delictivas”, sostuvo la fuente poniendo como ejemplo el caso de México, donde las bandas narcos están armadas hasta los dientes y con más y mejor equipamiento que las tropas de seguridad.

Tras el voto mayoritario de quienes pertenecen a las Fuerzas Armadas –como contó Letra P- a la lista libertaria de Javier Milei en el ballotage, las jefaturas militares se replegaron para evaluar el grado de participación que el comando conjunto Bullrich-Petri le pedirán a quienes integran el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

En una provincia de Santa Fe en llamas y junto al gobernador Maximiliano Pullaro, Bullrich ya avisó su intención de modificar los artículos de la ley de Seguridad Interior que permiten “el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas” a fin de poner –planteó- “a toda la Nación contra el delito”, particularmente en Rosario donde crece la disputa entre bandas por el control del narcotráfico.

Allí Bullrich también lanzó el Plan Bandera, que prevé la llegada a la provincia de “Linces”, el grupo motorizado de Gendarmería; la detección de narcoencomiendas y correos privados; la implementación de una versión nacional de la norteamericana “ley RICO”; y la conformación de un grupo de élite de investigadores, entre otras acciones preventivas y de vigilancia.

En el Monumento a la Bandera, la ministra mileimacrista también hizo un anuncio que abrió la polémica: "Cambiar el artículo 34 del Código Penal para que la legítima defensa no sea la tradicional, sino reforzada para los miembros de las fuerzas de seguridad; que, en muchos casos, están detenidos de manera injusta por el solo hecho de haber llevado adelante la tarea que el Estado les encomienda”, propuso.

En los cuarteles evitan hablar de una interna entre Villarruel y la dupla Bullrich-Petri, pero reconocen que “sí la hay” en el modo de gestión que la vicepresidenta había conversado en la previa de las elecciones con los mandos militares y la propuesta emanada de los ministerios de Seguridad y de Defensa.

Otra fuente castrense recordó que quien ya sentó posición sobre la propuesta de Bullrich de una lucha coordinada de efectivos militares y de seguridad fue el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de brigada Juan Martín Paleo. “Las fuerzas están más allá de toda grieta y signo político que gobierne; y seguirá fiel a su juramento, a la bandera y al respeto y defensa de la Constitución”, se cuadró Paleo en declaración a un medio militar que la fuente citó, pero no precisó.

Paleo, siempre según la fuente, es uno de los mandos de la cúpula de las Fuerzas Armadas que pasarían a retiro en un plan de renovación que encararía el ministro Petri.