Paro de la CGT, un nuevo parteaguas: no altera estrategias y ...

11 días atrás

La Casa Rosada minimiza impacto, refuerza discurso pero observa las luces de alarma. Para el peronismo, cada cual le hablará a los suyos. Medida no afecta negociaciones por ley Bases.

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Foto ámbito.com
Paro general: fuerte acatamiento en el transporte, bancos y comercios Ley Bases: el oficialismo no logró dictamen y se pospuso el debate para la semana que viene

Se espera conferencia de prensa de la CGT  por el paro.

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El paro de la Confederación General del Trabajo (CGT) de este 9 de mayo tendrá efectos en numerosas ramas de la actividad, con la consecuente pérdida de producción en momentos donde, no obstante, las industrias están ya con índices pandémicos de capacidad ociosa.

Acaso la mayor novedad en términos efectivos es que se hayan plegados las dos líneas de la CTA, y que gremios antagónicos, que responden a una u otra central obrera, hayan lanzado comunicados conjuntos. Por caso, ayer los sindicatos de UPCN y ATE, que representan desde veredas opuestas a los trabajadores públicos, firmaron un texto común en el que denuncian “el desmantelamiento del Estado”.

Señales que no trascienden de los círculos gremiales, pero que tampoco dejan de reflejar síntomas: el Gobierno libertario instauró un nuevo escenario de polarización donde no hay lugares para grises. La encerrona en la que se encuentran quienes optaron por esa estrategia es otro foco. Algunos lo observan y deciden rápido. Por ejemplo, el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, que ya se para en las baldosas de La Libertad Avanza: “A la Argentina no la vamos a sacar adelante durmiendo”, se alineó el jefe provincial, ya corrido de Unión por la Patria.

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Así, este segundo paro general contra la administración de Javier Milei, sustentado en despidos no solo en el Estado y en un rechazo a la ley bases, será otro parteaguas. “La oposición más dura, como el peronismo o la izquierda, lo va a bancar; el Gobierno y sus aliados van a repudiar. No cambia nada en términos políticos, cada cual le habla a los suyos”, expresaban desde filas kirchneristas en la previa, donde no obstante aceleran el posicionamiento hacia una oposición sin medias tintas. Otros sectores del peronismo lo analizaron como una forma de rebatir la tesis de la supuesta paciencia de la sociedad con esta administración. Le añaden, claro, la marcha estudiantil y la doble manifestación de marzo: mujeres y derechos humanos. “Hay un sector que está descontento y movilizado, no hay ninguna pasividad”, expresaba un referente del PJ.

Pero la estrategia excede al paro. Y en la discusión inmediata, las calles vacías no torcerán para ningún lado las negociaciones en el Congreso en torno a la ley Bases. Son diálogos que van por otros carriles. En especial luego de que Unión por la Patria reafirmara que los 33 senadores no se fugarán y ya el derrotero marca un potencial retorno del texto a Diputados, con cambios en el régimen de grandes inversiones (RIGI), fundamental para el Gobierno.

En el Gobierno minimizan el impacto, pero tampoco dejan de tomar notas. “El paro le jode la vida a la gente y a las empresas”, dijeron desde la Casa Rosada, donde no consideran el acatamiento como una señal de descontento por la sencilla razón de que no hay transporte público operativo. “Para medir el acatamiento voluntario, debería haber transporte”, agregaron.

En cuanto al juego político, el Gobierno usará la fuerza del paro para devolver el golpe y seguir seduciendo a su núcleo duro: los que no quieren que al país le vaya bien, la sintonía gremios-PJ, el atraso, los que sacaron provecho estos años, y un etcétera que le rinde a Milei cuando el rebote en V se aleja, y a la caída de la demanda se le suman nuevos problemas: crecimiento del desempleo (una preocupación que hasta acá la sociedad no tenía) y los próximos aumentos en tarifas de servicio y transporte.

Por eso, más allá de los discursivo, una de las luces del tablero que mira el Gobierno es que en la nueva divisoria, los grises empiecen, de a poco, a darle la espalda. Así como la CGT y las CTA van de la mano. Casi como una necesidad de supervivencia.

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