La huelga ferroviaria anunciada por La Fraternidad quedó suspendida tras la intervención del Gobierno nacional, que dictó la conciliación obligatoria.
La protesta, originalmente programada para las 0 horas del miércoles, había sido confirmada en los últimos días por los dirigentes sindicales como parte de un reclamo salarial. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo, a través de su Secretaría de Empleo, respondió a las solicitudes de las operadoras Ferrovías y Metrovías y optó por activar el mecanismo legal para mediar en el conflicto.
“El Ministerio de Capital Humano dictó la conciliación obligatoria luego de los pedidos interpuestos por las empresas ferroviarias, conforme a la normativa vigente”, detallaron fuentes oficiales en un comunicado emitido el martes por la noche.
Desde la cartera liderada por Julio Cordero señalaron que la medida busca evitar afectaciones al servicio mientras se intenta destrabar la negociación salarial entre las partes. “El paro total anunciado para este miércoles no se hará efectivo gracias a la intervención de la Secretaría de Trabajo, que opera dentro de su ámbito de competencia”, añadieron.
El conflicto se desató en un contexto de tensiones por la pérdida del poder adquisitivo y la disparidad en las actualizaciones salariales frente a la inflación, una problemática que afecta a diversos sectores y que suma presión al Gobierno en medio de un escenario económico complejo.
Si bien la medida del Ejecutivo logra momentáneamente evitar interrupciones en el servicio, también pone en evidencia los desafíos en la relación con los sindicatos, un eje central para mantener estabilidad social y económica en el corto plazo.
El levantamiento del paro es un alivio inmediato para miles de usuarios, pero deja pendiente la resolución de un conflicto cuya raíz sigue latente. En ese sentido, el desarrollo de las próximas negociaciones será clave para evitar nuevas tensiones y garantizar la continuidad del servicio sin sobresaltos.