Crece la crisis en Palmeiras

Palmeiras no consigue salir del bache. Un socavón que comienza a ser profundo. Un equipo que acostumbra a dominar, tanto a nivel local como a nivel continental, atraviesa actualmente un mal momento. Una crisis que comienza a ser muy alarmante y que puede fulminar todos los objetivos de la temporada. En sus últimos nueve partidos apenas ha logrado sumar dos victorias, ligado a dos empates y cinco derrotas. Una dinámica preocupante que ha llegado en uno de los momentos más trascendentales del año.

En el Brasileirão apenas ha sumado cinco de los últimos dieciocho puntos. Es decir, una victoria y dos empates en las últimas seis fechas que le han despegado de la pelea por el campeonato brasileño. Antes de medirse a Botafogo en la decimoséptima jornada, ambos clubes llegaban igualados en el liderado con 33 puntos. Ahora, antes de comenzar la vigesimocuarta fecha, es cuarto con 38 unidades. Su pelea, por el momento, ha cambiado, y debe frenar rápidamente la caída para mantenerse en puestos de clasificación a la Libertadores 2025. São Paulo, Cruzeiro (podría superarle puesto que tiene un encuentro menos) y Bahía vienen pisando fuerte desde atrás en la carrera.

En el duelo estelar frente a Flamengo de los octavos de la Copa Brasil su suerte no mejoró. El Verdão, pese a su victoria 1-0 en la vuelta, cayó eliminado con un 2-1 global. Con el regreso de la Copa Libertadores el alivio no ha llegado. En el enfrentamiento estrella de la ida de octavos de final frente a Botafogo volvió a tropezar. Los de Abel Ferreira perdieron 2-1 lejos de casa y están obligados a remontar la serie si quieren mantener el sueño del cuarto reinado continental. Cerraron así una racha (sin contabilizar tandas de penales) de diecisiete partidos sin conocer la derrota en la máxima competición de CONMEBOL. La última vez que fueron eliminados en esta ronda fue en 2017 ante Barcelona SC, perdiendo precisamente en la ida. Un registro a intentar evitar esta vez.

A su crisis de resultados se une sus problemas para hacer gol. Pese a que en los últimos cuatro partido ha adornado ese registro marcando una diana por encuentro, las dificultades para ver puerta explican su caída. Seis goles en los últimos nueve encuentros explican esa frenada en seco. La ausencia de Endrick dejó secuelas de las que ya se están recuperando. La lesión de Estêvão, de la cual reapareció este miércoles, también dejó huella. Él y López, con cinco tantos cada uno, son los máximos goleadores en el campeonato local. Se extraña un jugador que relance y despunte en esas pobres cifras.

Sus brillantes estadísticas de cara al gol antes de sumergirse en el bucle negativo evidencian los problemas actuales. En sus diez compromisos anteriores anotaron un total de 22 goles (solamente en uno se quedó a cero). Un promedio de 2,2 goles por partido, en contraste con el actual de 0,66. Sanar lo más rápido posible es una obligación. Las urgencias le entran a Palmeiras con la necesidad imperial de abandonar el tsunami constante de malos resultados.

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