Acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea: las claves del ...

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció hoy en Montevideo (Uruguay) el cierre del “histórico” acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, un pacto que transformará las relaciones comerciales entre ambos bloques. “Este es un buen día para el Mercosur, es un buen día para Europa, y de alguna manera un momento histórico para nuestro futuro compartido”, declaró von der Leyen.

“Hoy es un hito verdaderamente histórico y permítanme agradecerles a los negociadores en jefe por su dedicación y su determinación. Han trabajado de forma incansable durante muchísimos años en pos de un acuerdo ambicioso y equilibrado. Y han tenido éxito”, destacó la funcionaria europea ante los presidentes del Mercosur, entre los que se encontraba Javier Milei.

Para facilitar la implementación del acuerdo, la Comisión Europea planea dividirlo en 2 partes: un acuerdo comercial que requeriría sólo mayoría de votos, y un acuerdo de cooperación más amplio. Esta estrategia busca agilizar el proceso al evitar la necesidad de unanimidad, limitando así el poder de veto de países como Francia.

Aunque países como Polonia y Austria también han manifestado objeciones, su influencia combinada no alcanzaría para bloquear el acuerdo bajo este nuevo esquema. Esta división estratégica del acuerdo representa un enfoque innovador para superar los obstáculos que han demorado acuerdos similares en el pasado.

“Para nuestros productores agrícolas: los hemos escuchado, somos conscientes de sus preocupaciones, estamos actuando al respecto. Este acuerdo incluye salvaguardas robustas para protegerlos”, aseguró von der Leyen, respondiendo directamente a las preocupaciones del sector agrícola francés.

Según la presidenta de la Comisión Europea, el acuerdo creará la mayor zona de libre comercio conjunta del mundo, abarcando 700 millones de consumidores. Beneficiará a 60 mil empresas europeas, incluyendo 30 mil PyMEs, con un ahorro estimado de 4 mil millones de euros en aranceles.

“Este acuerdo no es solamente una oportunidad económica. Es una necesidad política”, enfatizó von der Leyen. “Somos socios con mentalidades comunes que tenemos raíces comunes, tenemos una historia entrelazada y una cultura entrelazada. Ambos creemos en la apertura y en la cooperación como verdaderos motores para el progreso y la prosperidad”.

La funcionaria destacó que el pacto “facilitará la inversión europea en industrias estratégicas en todos los países del Mercosur, como ser la minería sostenible, productos forestales sostenibles, solo para mencionar algunos”.

El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou subrayó que el acuerdo “no es una solución mágica, sino una oportunidad” que cada país deberá aprovechar. “En un mundo en el que el conocimiento se duplica cada tres años, es ilógico que los países no se puedan entender en esos plazos de tiempo”, reflexionó.

“Es muy importante que los pasos sean pequeños pero seguros, pequeños pero ciertos y en la misma dirección”, señaló el mandatario uruguayo, quien además destacó que “en el Mercosur no tenemos todos la misma ideología, pero hemos logrado pararnos arriba de lo virtuoso que son las uniones y los acuerdos”.

Por su parte, el presidente Javier Milei planteó una visión más crítica del bloque regional: “El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador”.

El acuerdo incluye compromisos ambientales alineados con el Acuerdo de París: “Preservar la Amazonia es una responsabilidad compartida de toda la humanidad”, destacó von der Leyen, quien enfatizó que el acuerdo “asegura que las inversiones respeten el patrimonio natural del Mercosur”.

Las protecciones ambientales van acompañadas de salvaguardas para sectores sensibles en ambos bloques. Para los agricultores europeos, preocupados por la competencia, se establecen mecanismos de protección específicos que mantendrán los estándares de calidad y seguridad alimentaria.

“Esta es una situación en que ambas partes ganan”, aseguró von der Leyen. “Estamos enfocados en la justicia y el respeto mutuo, y el Mercosur traerá beneficios significativos a los consumidores y las empresas a ambos lados”.

El investigador principal del Programa de Desarrollo Económico de Cippec, Ricardo Carciofi, explicó a Chequeado que “permitiría asegurar el acceso de nuestras exportaciones al mercado europeo y atraer inversiones y tecnología”.

El acuerdo va más allá del comercio de bienes: incluye capítulos sobre servicios, compras gubernamentales y propiedad intelectual que podrían impulsar la modernización productiva y la atracción de inversiones. También contempla un período de adaptación para sectores sensibles como la industria automotriz.

“En el actual contexto global caracterizado por nuevas tensiones, la aproximación de ambos bloques ayuda a mitigar ciertos riesgos”, destacó Carciofi, aunque advirtió que “la firma del acuerdo sería un paso importante, pero de allí en más supone una agenda de trabajo para alcanzar esos propósitos”.

Según el último informe de “Comercio exterior. Vol. 8, nº 17 Intercambio comercial argentino” del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), durante los primeros 9 meses transcurridos en 2024, el comercio entre Argentina y la Unión Europea fue el tercero en importancia luego de los registrados con China y Mercosur. 

De acuerdo con datos de informe, el comercio con la Unión Europea fue superavitario en 22 millones de dólares: las exportaciones totalizaron 829 millones de dólares, con un incremento interanual de 30,0% (192 millones de dólares). Además, de los veintisiete países, los 5 que registraron mayores exportaciones concentraron el 78,5% de las ventas al bloque: Países Bajos (incluye el puerto de Rotterdam, tránsito hacia otros países), España, Italia, Polonia y Alemania en ese orden.

El proceso de implementación seguirá varias etapas en los próximos 12-18 meses. Como explicó el canciller uruguayo Omar Paganini, “ahora hay que hacer una revisión legal de detalle a nivel de las distintas partes con el texto que además hay que traducirlo a 23 idiomas que son la Unión Europea”.

Además, deberá ser ratificado por el Parlamento Europeo y por los congresos de los cuatro miembros del pleno del Mercosur.

“Se pasa a la firma del tratado y después a la ratificación parlamentaria que a nivel europeo la parte económica es a nivel de los órganos centrales de la Unión Europea y a nivel de los países Mercosur es en cada país del Mercosur”, detalló el ministro.

Ursula von der Leyen, por su parte, enfatizó ante sus colegas europeos: “Esto traerá grandes oportunidades de negocios y para nuestros productores. Nuestros productores agrícolas: los hemos escuchado, somos conscientes de sus preocupaciones, estamos actuando al respecto”.