Quién es Matt Gaetz, el congresista investigado por tráfico sexual ...

Foto: EFE/EPA/ERIK S. LESSER

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles que ha elegido al congresista Matt Gaetz como próximo fiscal general cuando asuma el cargo. Gaetz, congresista por Florida, es un firme defensor del líder republicano y ha sido investigado por delitos de tráfico sexual.

Según Trump, “Matt se ha distinguido en el Congreso por su enfoque en lograr una reforma desesperadamente necesaria en el Departamento de Justicia”. 

Matt Gaetz. Nació en Hollywood (Florida) y tiene 42 años. Gaetz es licenciado en Ciencias Interdisciplinarias por la Universidad Estatal de Florida y doctor en Derecho por el College of William & Mary. 

Fue elegido por primera vez como miembro de la Cámara de Representantes del Estado de Florida en 2010 y se mantuvo en el cargo hasta 2016. 

En ese mismo año, Gaetz se presentó como candidato a la Cámara de Representantes de Estados Unidos y ha sido miembro del Congreso desde 2017 y hasta este miércoles. Se caracteriza por ser uno de los miembros más conservadores del Partido Republicano y defensor de las ideas trumpistas. 

Gaetz lideró la revuelta interna que tumbó en 2023 al entonces presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, porque este había llegado a acuerdos legislativos con los demócratas.

Polémicas. El Departamento de Justicia estadounidense comenzó a investigar en 2021 a Gaetz por presuntamente mantener relaciones sexuales con una menor de 17 años y con otras mujeres contactadas por internet. Este proceso concluyó en 2023 tras no presentarse cargos contra el congresista.

El Comité de Ética de la Cámara de Representantes también ha investigado a Gaetz por presuntas acusaciones de mala conducta sexual, consumo de drogas ilícitas y utilizar fondos de campaña para uso personal.

¿Y ahora qué? El Senado será el encargado de confirmar la nominación de Gaetz. Los republicanos cuentan con una estrecha mayoría en la Cámara, por lo que bastarían cuatro votos en contra de sus compañeros de partido, junto con una oposición demócrata unificada, para ser rechazado en el cargo.