Las 12 películas que marcaron la carrera de Marisa Paredes

La trayectoria de Marisa Paredes, fallecida en Madrid a los 78 años, es un reflejo del talento y la versatilidad que definieron a una de las grandes figuras del cine español. Su legado, construido a lo largo de más de seis décadas, incluye algunas de las películas más emblemáticas del cine nacional e internacional. Aquí, un repaso a doce obras clave que marcaron su carrera y dejaron huella en la historia del séptimo arte, que hoy llora la pérdida de una de sus grandes e irremplazables divas. 

"091 Policía al habla" (1960)

Fue el debut cinematográfico de Marisa Paredes, dirigida por José María Forqué. Aunque su papel fue pequeño, esta obra marcó el inicio de una carrera que la llevaría a convertirse en una de las actrices más respetadas y queridas del cine español. La actriz mostró, desde este primer trabajo, una capacidad innata para conectar con el público, una cualidad que sería una constante a lo largo de su carrera.

"Ópera prima" (1980)

En este film de Fernando Trueba, Paredes se consagró como una actriz con una sensibilidad única. La película abrió una nueva etapa en su carrera, catapultándola al reconocimiento nacional como una de las grandes intérpretes de su generación. La película cuenta la historia de Matías, un joven que se muda a Madrid y se enamora de su prima Violeta y ella, la actriz interpretó el papel de Marta, la madre del protagonista, convirtiéndose en una de las figuras clave que ayudaron a consolidar la narrativa de la película. 

"Entre tinieblas" (1983)

Fue el comienzo de su fructífera colaboración con Pedro Almodóvar, quien la eligió para encarnar a Sor Estiércol o lo que es lo mismo a la Madre Superiora de un convento. Este papel fue la primera conexión de una relación creativa que llevaría a la actriz a algunos de sus roles más inolvidables. La interpretación de Marisa Paredes como la Madre Superiora no solo destacó por su profundidad y complejidad, sino que también mostró su capacidad para manejar el tono único de las películas de Almodóvar, que combinan elementos de comedia, drama y crítica social. Este papel permitió a Paredes explorar una gama de emociones y situaciones, desde la devoción religiosa hasta la empatía y la comprensión hacia las mujeres marginadas que buscaban refugio en el convento.

 "Tras el cristal" (1986)

Dirigida por Agustí Villaronga, esta película se convirtió en un punto de inflexión en su carrera. Paredes brilló en una historia oscura y arriesgada, reafirmando su valentía como intérprete y su compromiso con proyectos de gran carga dramática. La película cuenta la historia de Klaus (Günter Meisner), un médico nazi confinado en un pulmón de acero tras un intento de suicidio, y Ángela (Marisa Paredes), su esposa, quien vive en un ambiente opresivo y sombrío junto a su hija. La llegada de un joven enfermero, que pronto revela oscuros motivos para estar allí, desencadena un macabro juego de poder y sometimiento.

En este universo asfixiante, Paredes encarna a una mujer atrapada entre el horror y el deber, mostrando con sutileza el desgaste psicológico y la impotencia que la consumen. Su actuación transmite un equilibrio perfecto entre fragilidad y resistencia, convirtiéndola en un pilar emocional dentro de la narrativa.

"Tacones lejanos" (1991)

Uno de sus papeles más recordados con Pedro Almodóvar. Marisa Paredes ofreció una interpretación magistral como Becky del Páramo, una diva que mezcla glamour y tragedia y que regresa a España después de muchos años para reencontrarse con su hija, Rebeca, interpretada por Victoria Abril.  La película consolidó su estatus como "chica Almodóvar" y como figura icónica del cine español. Su colaboración con Almodóvar en esta y otras películas ha dejado una marca indeleble en la historia del cine, y su papel como Becky del Páramo sigue siendo uno de los más recordados y celebrados de su carrera.

"La flor de mi secreto" (1995)

En este film, también de Almodóvar, Paredes entregó una de las actuaciones más emotivas de su carrera. Como Leo Macías, una escritora en crisis, demostró su capacidad para encarnar personajes complejos y llenos de matices. A través de Leo, Paredes muestra una amplia gama de emociones, desde la desesperación y la tristeza hasta la resiliencia y la esperanza. Su capacidad para encarnar personajes complejos y llenos de matices se evidencia en cada escena, donde logra transmitir la vulnerabilidad y la fortaleza de Leo de manera convincente. Su actuación en esta película sigue siendo recordada como una de las más poderosas y conmovedoras de su impecable trayectoria. 

"Todo sobre mi madre" (1999)

Ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera, esta obra maestra de Almodóvar contó con una interpretación conmovedora de Paredes en un elenco de lujo que incluía a Cecilia Roth, Penélope Cruz y Antonia San Juan.  En la película, Paredes interpreta a Huma Rojo, una actriz teatral atrapada entre su pasión por el arte y su relación tóxica con su pareja, Nina (Candela Peña). Huma es un personaje con  múltiples capas: elegante, vulnerable y marcado por el desencanto, un reflejo perfecto de los matices que caracterizan el cine de Almodóvar. Con su interpretación, Paredes logró transmitir la lucha interna de una mujer que enfrenta las sombras de su vida personal mientras mantiene una fachada profesional impecable. Simplemente, Marisa bordó su papel.

"Profundo carmesí" (1996)

Bajo la dirección de Arturo Ripstein, Paredes se adentró en una narrativa trágica y oscura que explora los límites de la obsesión. En esta obra, Marisa Paredes interpreta a Irene Gallardo, un papel que le permitió, una vez más, mostrar su capacidad para manejar personajes complejos y emocionalmente intensos. La película, basada en hechos reales, sigue la historia de dos asesinos en serie conocidos como los "asesinos de los corazones solitarios". La trama se centra en el retorcido romance entre Coral Fabre y Nicolás Estrella, quienes se embarcan en una serie de crímenes motivados por la ambición y los celos. 

"El espinazo del diablo" (2001)

De la mano de Guillermo del Toro, Paredes se unió a una historia que mezcla el terror y el drama. Su actuación en este film amplió su horizonte cinematográfico hacia una narrativa de carácter más fantástico. Paredes interpretó a Carmen, la directora del orfanato, un personaje complejo y cargado de contradicciones. Su actuación equilibra el autoritarismo que exige su rol con una fragilidad latente, revelando las cicatrices emocionales de una mujer atrapada en un entorno hostil y desolador. Paredes aporta a su Carmen una mezcla de dureza y humanidad que resulta esencial para el desarrollo de la historia. La colaboración con Guillermo del Toro no solo diversificó su trayectoria, sino que también le permitió conectar con una audiencia internacional interesada en el cine fantástico y de autor

"La vida es bella" (1997)

En esta icónica película de Roberto Benigni, Paredes interpretó a la madre de Dora, la protagonista, interpretada por Nicoletta Braschi. Su breve, pero poderosa presencia dejó una gran marca en esta obra maestra, que ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera y se convirtió en un clásico del cine mundial. La participación de Paredes en "La vida es bella" subrayó su capacidad para brillar incluso en roles secundarios. 

"La piel que habito" (2011)

Una de las colaboraciones más inquietantes con Pedro Almodóvar. Paredes encarnó a Marilia, un personaje cargado de misterio, en una obra que mezcla ciencia ficción y thriller psicológico, consolidando su majestuosidad como actriz. Además, este filme marcó una nueva faceta en la colaboración entre Almodóvar y Paredes, alejándose del drama costumbrista o el melodrama para adentrarse en una narrativa más experimental, a la vez que se confirmó como una de las imprescindibles en el universo cinematográfico del director manchego.  

 "Petra" (2018)

Dirigida por Jaime Rosales, este film marcó una de sus últimas grandes interpretaciones. En Petra, Paredes se adentra en una trama llena de secretos familiares y emociones contenidas, demostrando que su talento permaneció intacto hasta el final de su carrera. Con una actuación llena de contención y profundidad, Paredes encarnó a una madre cuya vida está marcada por el peso del silencio y las heridas del pasado. Su personaje actúa como un engranaje fundamental en una historia que reflexiona sobre la búsqueda de la verdad y la reconciliación con los fantasmas familiares. Esta película se convierte en un testimonio más del legado de una actriz  que nunca dejó de reinventarse ni de cautivar a las audiencias con su arte y que deja tras de sí una filmografía que abarca más de 75 películas.