Maravilla Martínez: presentación en el Luna Park con poca ...

22 Mar 2023

Mucho glamour, poco boxeo de verdad y nada de pueblo. Lejos de la mística de las grandes jornadas boxísticas que ofrece su historia, Sergio Maravilla Martínez tuvo un insípido debut en el legendario estadio Luna Park. Casi sin despeinarse, en tan solo 90 segundos, derrotó por KOT en el primer round al ignoto colombiano Jhon Teherán y a los 48 años continúa alimentando el sueño de volver a ser campeón mundial. Aunque el pobrísimo nivel de su oponente pone un manto de dudas sobre su objetivo.

En esa lucha sin presente claro, Maravilla apareció subordinado a sus aspiraciones mundialistas, pretendiendo ser el protagonista de una noche que tuvo omnipresente la figura de Ringo Bonavena con la presentación de su serie, que desde este viernes 24 de marzo se emitirá por Star+. Lo poco que pudo exhibir el excampeón mundial mediano sobre el ring estuvo lejos de sumar la idolatría que identifica a los verdaderos ídolos de nuestro boxeo. Sólo se limitó a satisfacer sus preferencias elitistas con los aplausos adulones de celebridades presentes y desaprovechó la oportunidad de reivindicarse ante el público genuino del deporte de aquella floja producción en la cancha de Vélez ante Martin Murray, hace casi una década.

Maravilla Martínez al ataque ante Jhon Teherán

Maravilla Martínez al ataque ante Jhon Teherán

La endeblez de su rival dejó en evidencias los falsos intereses y las muchas contradicciones con que Maravilla resiste mediáticamente al sueño de volver a ser campeón mundial. Sobre todo, porque rechazó hace días una oferta de la Asociación Mundial de Boxeo para pelear con el campeón mundial mediano del organismo, el cubano Erislandy Lara. Desde el punto de vista boxístico, el colombiano Teherán fue el peor de todos los ignotos rivales que enfrentó desde que emprendió su regreso al ring, en 2020. Con el agravante que no tuvo pudor en dejarse caer y desistir de pelear ante el primer golpe más o menos firme que ejecutó el argentino.

La definición fue una gran desilusión para las expectativas de los más de 1000 invitados que asistieron al Luna Park creyendo en el acto deportivo. Sin embargo, resultó muy raro ver cómo esa mano izquierda lanzada en forma de jab por parte de Martínez, casi sin fuerza y bloqueada por el brazo del propio colombiano, terminó mandándolo a la lona por toda la cuenta cuando apenas iban 90 segundos del primer round.

Así el pugilista argentino sumó su sexto triunfo, desde que reapareció en agosto de 2020 noqueando técnicamente en siete rounds al español José Miguel Fandiño, en Torrelavega. En diciembre del mismo año le ganó por KOT 9 al finlandés Jussi Koivula; luego, superó ajustadamente por puntos a los británicos Brian Rose y Macauly McGowan, en 2021, y al estadounidense Noah Kidd, en 2022. Todos rivales de escasa jerarquía, pero con mucha más dignidad que el colombiano Teherán, que solo se esforzó por exhibir sus pésimos dotes actorales cuando el árbitro Gerardo Poggi le contó y decretó la derrota.

“Les agradezco a todos por haber venido, gracias infinitamente por haber recogido este calor. ¡Estoy muy potente! Les digo una cosa: que no te hagan creer que 48 años es mucho. No terminé, hasta el título mundial no paro”, expresó, exultante, Maravilla, que con este éxito quedo con un récord a 57 triunfos (32 KO), tres caídas y dos empates.

Es verdad que el quilmeño representa un tiempo del boxeo argentino glorioso. Y que a fuerza de talento y sacrificio revitalizó comercialmente a una disciplina que en este país era catalogada de marginal para algunas marcas. Pero a los 48 años es más pasado que presente y lo que ahora pretende está lejos de sus mejores épocas. Él es consciente de eso, aunque prefiera enojarse por las críticas e intente hacerles creer a los especialistas y a los fanáticos que es capaz de vencer al cubano Erislandy Lara, actual campeón mundial mediano AMB.

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