Los Pumas - All Blacks en el Rugby Championship: los datos que ...
La personalidad de los Pumas fue arrolladora. Tanto que ni siquiera esos pequeños errores y descuidos –los mismos que tantas veces costaron partidos– les hicieron perder el dominio ante los All Blacks. Jugaron con calma y determinación. Se los llevaron por delante. De hecho, los sometieron con un juego ofensivo nunca visto entre estos dos rivales. Los 38 puntos anotados en Wellington son razón de orgullo para el equipo argentino, pero también una marca dolorosa en la historia de Nueva Zelanda. Todo eso arrojó el 38-30, inicial en el camino de cada uno en el Rugby Championship 2024.
La frustración quedó marcada en el rostro de Scott Robertson, el legendario entrenador de Crusaders que hoy conduce el destino de los All Blacks. Porque fue su primera derrota en el equipo, pero para los neozelandeses no se trató de una caída más. Los Pumas venían de perder sus últimos tres partidos contra el equipo negro, recibiendo una media de 39 puntos. Para los oceánicos, esta actuación argentina fue inesperada, sorprendente. Los dejó aturdidos.
Es importante dejar algunas cosas en claro:
Compacto de Nueva Zelanda 30 vs. Argentina 38En esos tres conceptos hay que enfocarse para entender, también, el valor de las estadísticas en un partido que será inolvidable y que ya es histórico.
En primer lugar, los 38 puntos son la mayor cantidad que los Pumas les anotaron a los All Blacks. Antes, le habían hecho dos veces 25. Y ambas fueron en victorias: 25-15 en Parramatta en 2020 y 25-18 en Christchurch en 2022.
Y el dato más importante de todos: se trata de la mayor cantidad de puntos que permitió Nueva Zelanda en todos los partidos que ha jugado como local en su historia. Había sufrido 36 contra Sudáfrica (2018), 35 también con los Springboks (1997) y 33 a manos de Australia (2013).
Matías Moroni, Juan Cruz Mallía y otros Pumas festejan, después del tercer triunfo en los 38 enfrentamientos con los All Blacks.Andrew Cornaga� - www.photosport.nz�Para Felipe Contepomi, no fue el rendimiento perfecto, pero el entrenador quedó muy conforme. “Algunas de las cosas que propusimos salieron. Otras no pasaron ni cerca del partido perfecto”, admitió. “Pero fue un partidazo. Cuando se venían, recuperamos. Los llevamos adonde queríamos, jugamos una defensa muy buena y cuando tuvimos oportunidades, marcamos”.
Y remarcó especialmente la forma en la que el equipo salió adelante después de caer en equivocaciones. “Cuando uno comete un error no debe quedarse sólo en eso. Lo más importante es cómo volvés al juego después del error. Nos hicieron un try de pelota perdida y los chicos se recuperaron”.
El análisis de Felipe ContepomiLa batalla física, tantas veces temida, esta vez fue dominada completamente por los argentinos. Incluso cuando en la formación hubo dos jugadores provenientes de Dogos, el equipo campeón de Super Rugby Americas: Franco Molina y Efraín Elías.
Lian Napier, especialista de New Zealand Herald, fue severo para con los All Blacks. “Se suponía que todo este tiempo de trabajo juntos iba a generar un progreso en el equipo bajo el mando de Robertson. Pero los Pumas los hicieron retroceder en varios aspectos y ahora afrontarán un serio examen de conciencia antes de la revancha en Eden Park, de la semana próxima”.
En cuanto a las cuestiones estratégicas, analizó: “Los All Blacks no pudieron romper la defensa de los Pumas, que lograron encerrarlos y atraparlos en el centro del campo, e hicieron que el trabajo de TJ Perenara fuera notablemente más lento. En defensa también estuvieron vulnerables. La transición ofensiva de los Pumas fue letal”.
LA NACION
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