Por qué hechos condenaron a L-Gante y por cuáles lo absolvieron
El cantante Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, fue condenado este lunes a tres años de prisión en suspenso por amenazas coactivas, aunque fue absuelto por privación ilegítima de la libertad, una figura que prevé una pena más severa. El titular y único integrante del Tribunal N°3 de Mercedes, Ignacio Racca, explicó punto por punto su decisión, basada a lo que consideró probado durante el juicio.
El primer hecho que le adjudicaron a L-Gante se dio en el marco de una discusión con tres jóvenes, tras un incidente vial, ocurrida en enero de 2022. “El mismo imputado admitió haber estado alterado y proferir insultos”, recordó el juez, quien puntualizó que existieron daños a un vehículo: “Los rayones van de forma ondulante”, mencionó como evidencia que fueron realizados por una persona y no por un accidente.
Luego, puntualizó que varios testigos vieron al artista patear el vehículo de una de las denunciantes. Incluso, uno de los oficiales que llegó a la escena, “lo vio encima de la camioneta”, agregó.
Racca, además, hizo mención a un video en el que se lo ve a L-Gante “incitando a dañar el auto”. “Te tengo re marcada, se escucha en el video”, remarcó el juez, quien dio como válidos los testimonios que hablaban de frases que habría dicho el músico, como “te voy a matar”. “No puede negarse, está”, concluyó sobre las amenazas.
En ese sentido, también sopesó el contexto en el que se dieron: “Sobre la ruta, de noche, con tres víctimas mujeres y un grupo mayoritariamente de hombres, con clara inferioridad física”.
“El autor sabe que está amedrentando y elige hacerlo”, consideró. En este caso, el veredicto fue condenatorio por daños y por las amenazas.
En el segundo hecho, registrado en febrero de 2022, también el cantante reconoció una discusión con el denunciante, un vecino de General Rodríguez, a quien había enfrentado porque alegó haberlo visto caminar por los techos de su casa, días antes.
En este caso, tomó en cuenta las declaraciones de la víctima y sus familiares, quienes refirieron haber visto en poder de L-Gante “un arma chiquita” y el hallazgo de una vaina servida calibre .25 que se encontró en el lugar junto a unas postizas que serían de Tamara Báez, la ex novia del acusado.
De acuerdo a la denuncia, el músico habría hecho un disparo al piso para amedrentarlo. La escena fue registrada en video y las fotos de la vaina, que luego fue secuestrada, fueron aportadas por otros vecinos. El juez descartó, en ese punto, el planteo de la defensa, que manifestó que la cadena de custodia se había roto, sugiriendo que el resto del proyectil había sido plantado. “No es razonable”, dijo el magistrado sobre esa hipótesis. También por este hecho recibió veredicto condenatorio.
Por último, Racca pasó al hecho tres, el más complejo de los expedientes que llegó a debate y que impulsó la detención del cantante en junio de 2022. Originalmente, la acusación por amenazas y privación de la libertad tenía dos víctimas: un hombre y una mujer.
Sin embargo, el fiscal de juicio Adrián Landin, que había pedido 7 años de cárcel para el acusado, desistió de acusarlo por la segunda víctima porque la mujer se retiró de la denuncia. El juez lo absolvió por los hechos presuntamente cometidos contra esa víctima, conforme al proceso.
La investigación previa había determinado que L-Gante amenazó a punta de pistola a dos empleados municipales, tras una pelea con amigos del artista.
En este causa, L-Gante tenía un coimputado: el DJ Daniel Demarco, quien logró su absolución y declaró en el juicio en la primera audiencia. El juez analizó fragmentos de ese testimonio no controvertidos. “Valenzuela viajó de Palermo a General Rodríguez y mantuvo una conversación telefónica con T. (NdR: el denunciante), tampoco se discuten los eventos previos en el local Río ni la situación del celular Apple iPhone”.
“La acusación nos dio un primer hecho que era la amenaza telefónica en el viaje”, mencionó el juez, quien determinó que la declaración de los testigos al respecto “son inconsistentes”. Volvió a poner el conflicto en contexto: “Madrugada, discusiones en un boliche, creo que todos los intervinientes en estado de ebriedad o de intoxicación por estupefacientes y una llamada telefónica a personas que estaban 60 kilómetros de distancia”. Por esa razón, el veredicto ante esa supuesta amenaza fue absolutorio.
En cuanto a la presunta privación de la libertad de T., también hizo hincapié en la declaración de una testigo que coincide con videos de las cámaras de seguridad de la secuencia denunciada. “La reacción de T. no es la de una persona a la que le están apuntando con un arma de fuego a su familia”, opinó y agregó. “No se dio aviso al sistema de emergencias, no se dio aviso al personal policial que estaba enfrente. Tampoco se probó que la retención fuese contra su voluntad”.
Racca no consideró, con estos y otros elementos, que había un contexto de un secuestro, por lo que absolvió a L-Gante en este punto. Pero sí consideró que, durante el viaje, la víctima fue amenazada dentro del auto, pero sin armas de fuego. “T. reconoció el arma en la fiscalía y lo que reconoció fue una réplica”. comentó el magistrado. Tampoco consideró probado que el imputado haya disparado con un arma antes del presunto secuestro.
“No va a haber veredicto condenatorio por privación ilegítima de la libertad, sí por amenazas coactivas”, sentenció el magistrado, quien también absolvió a L-Gante por la tenencia de 40 gramos de marihuana y el supuesto encubrimiento de un celular robado que fue secuestrado durante los allanamientos.
L-Gante seguirá en libertad, pero deberá cumplir una serie de reglas de conductas, entre ellas, realizar una donación a una entidad de bien público de General Rodríguez.
