De la mano de Montiel y Ávalos, Independiente le ganó a Deportivo ...
Un diablo con capa y todo deambulaba un poco por la platea y otro poco por la popular del estadio de Independiente, sacándose fotos y regalando chupetines a los nenes para que no se asustaran ante su bestial disfraz. Era una de las atracciones de color de la línea de cal hacia afuera. Pero sobre el césped hubo otro diablo, un jugador que con el tridente entre los dientes se puso al hombro la vuelta al triunfo del Rojo después de cinco empates seguidos en el torneo local. Santiago Montiel armó un show en Avellaneda, metió un doblete con una definición deluxe de tiro libre incluida y guió a los de Julio Vaccari en el 3 a 1 ante un Riestra que lejos del Bajo Flores no es ningún Malevo.
El desorden intencionado puede ser la llave para romper la monotonía de un partido. Y el Rojo se animó a desordenarse para salirse del molde y desarticular a la defensa de Riestra. Felipe Loyola, volante derecho, apareció como un fantasma por la izquierda, se llevó la pelota hasta el fondo y mandó el centro por bajo. Federico Mancuello, volante izquierdo, sorprendió en la posición de centrodelantero, pero no para definir. Mancu abrió las piernas y, sin tocar la pelota asistió a Montiel, que gracias a los movimientos de sus compañeros pudo jugar al solitario de frente al arco y definir sin problemas ante un entregado Ignacio Arce.
Independiente rompió su estructura y pegó primero. Pero como el fútbol y la vida parece empecinado en ponerle siempre las cosas bravas a este Diablo caído en desgracia hace tiempo, el empate del visitante llegó muy rápido. Iván Marcone perdió en la salida ante Guillermo Pereira, el propio Loyola no lo pudo frenar y el mediocampista de Riestra, formado en las inferiores del equipo de Avellaneda, se lució definiendo por arriba de Rodrigo Rey.
Era el mejor momento de un Independiente que al fin lograba un juego parecido a lo que acostumbra un equipo dirigido por Julio Vaccari. Así y todo se le dificultaba sostener un resultado a favor. Tuvo que ponerle tiza a su empeine zurdo Montiel en un tiro libre al borde del área grande. El extremo clavó la pelota en la parte superior del arco. Tan arriba que pegó en el travesaño y picó adentro. Un golazo que alejó las sombras que se habían posado nuevamente sobre el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini después de la igualdad maleva.
Los dos goles no fueron los únicos componentes del repertorio de Montiel en la tarde del sur bonaerense. El ex Argentinos se hizo dueño del juego del Rojo. Buscó conectar con Loyola, con Mancuello y con Marcone, sus compañeros del medio. Y cuando veía el hueco, metía quinta a fondo para cambiar el ritmo y generar peligro. Así también le pegaron. Jonathan Goitia fue amonestado por una dura patada sobre él, que lo dejó tirado un rato con un dolor en un tobillo.
Le bastó un tiempo para hacer su show y poner a Independiente arriba. Y la ventaja pudo estirarse más en el complemento, aunque entre Gabriel Avalos y Mancuello se perdieron un par de oportunidades claras. El Ogro Fabbiani entendió que debía cambiar para aspirar a rescatar un punto. Entonces movió el banco y armó un esquema con tres centrales y dos carrileros. El partido se hizo así más disputado y con tiros libres cerca del área de Rey conseguía inquietar con pelotas aéreas.
La ilusión de Riestra duró hasta que el '9' rojo decidió a terminar con el partido. Avalos, que venía de anotar ante Tigre, hizo una maniobra personal por la izquierda y remató cruzado para que la pelota se incrustara en el segundo palo.
Los males de Riestra se profundizaron cuando Alan Barrionuevo le dio un planchazo en el rostro a Loyola con la pelota ya afuera. Desde el VAR llamaron y Andrés Gariano lo expulsó antes de los 30 minutos del segundo tiempo. Independiente pudo ampliar si hubiese estado más fino en la definición. Igualmente celebró al fin una fiesta en el infierno gracias a un Montiel en modo diablo.