La Para jinete Laurentia Tan no puede oír, pero recurre a sus otros ...

9 días atrás

Foto por REUTERS/Gonzalo Fuentes

La jinete de Para hípica Laurentia Tan no puede oír la música con la que compite, así que en su lugar pinta un dibujo de la música.

Hípica Paralímpicos - Figure 1
Foto Olympics

La atleta singapurense desarrolló parálisis cerebral y una sordera profunda poco después de nacer y descubrió el deporte ecuestre a los cinco años. Los caballos, a los que Tan llama sus “compañeros de baile”, le ayudaron a encontrar una nueva forma de experimentar la música y el mundo.

“Me encantan los caballos. Me encanta trabajar con el caballo”, declaró Tan, cuatro veces medallista paralímpica, a Olympics.com a través de un intérprete de lengua de signos.

“Los caballos que he tenido a lo largo del tiempo han sido increíbles. Me dan la libertad de hacer cosas que no puedo hacer sola. Así que cuando estoy montando, simplemente experimentar esa libertad, trabajando con ellos, eso es lo que más significa para mí”.

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París 2024 son los quintos Juegos Paralímpicos de Laurentia Tan, de Singapur.

Foto por Liz Gregg/FEIPintando cuadros de música con la ayuda de científicos, bailarines y fuentes de agua musicales

Laurentia Tan compite en la categoría de grado I de Para hípica, reservada a jinetes con las discapacidades más graves.

Debido a una parálisis cerebral, a Tan le resulta difícil utilizar las piernas para controlar los movimientos del caballo. Pero lo que hace aún más difícil la hípica es que no puede oír la música que se utiliza en las competiciones de estilo libre.

La prueba de estilo libre se basa en lo bien que los jinetes y sus caballos pueden completar figuras de doma coreografiadas al ritmo de una música preseleccionada. Tan ha encontrado algunas formas creativas de tener éxito en esta prueba a pesar de su discapacidad auditiva, hasta el punto de conseguir una medalla de plata en el estilo libre individual en Londres 2012 y una de bronce en Beijing 2008.

Haciendo un buen uso de la ciencia, Tan lleva un chaleco vibrotáctil durante las competiciones de estilo libre que le ayuda a interpretar los sonidos a través de vibraciones.

“Llevo el SubPack, así que a veces puedo sentir parte de la música”, explica. “Puedes sentir las vibraciones a través del chaleco”.

Tan confía en su equipo para elegir la mejor música de estilo libre para sus competiciones. La jinete también ha trabajado con músicos con deficiencias auditivas para aprender a sentir la música con otros sentidos además del oído.

“Me han ayudado a traducir la música, que es algo que yo no soy capaz de oír”, dice Tan. “No pueden oír la música, pero lo que pueden hacer es traducirla en la emoción que transmite, los colores que transmite para darme una imagen visual y así poder entender la historia que la música intenta contarme”.

Para entender aún mejor la música, Tan ha estudiado los movimientos de los bailarines de ballet y danza contemporánea y el lenguaje corporal de los directores de orquesta. Incluso las fuentes de agua musicales y las reacciones del público pueden darle pistas sobre las notas que no puede oír.

Cuando pinta sus propios cuadros de partituras musicales, Tan las reimagina a través de emociones, formas y tonos fríos o cálidos. Luego traslada esas imágenes a sus competiciones de Para doma de estilo libre.

“Lo que intento es imaginarme lo que estoy haciendo”, explica. “Trato de imaginarme dónde estoy dentro de la pista, cómo encaja con la música, para asegurarme de que tengo el tiempo en línea con la música”.

Laurentia Tan y sus caballos "descarados"

Aunque los avances científicos y los consejos de los humanos han ayudado a Tan a dar lo mejor de sí misma durante las competiciones de doma clásica, los caballos son sus aliados más cercanos y amables en este viaje.

“El caballo tiene su propio ritmo, así que yo también tengo que confiar en él”, explica Tan sobre cómo le ayudan los caballos durante las pruebas de doma. “Él confía en mí para guiarle y yo confío en él, así que esa es relación que tenemos trabajando el uno con el otro”.

Tan llama a los caballos sus compañeros de baile, cada uno con un carácter que encaja con un estilo de baile específico. Esto incluye a su caballo en París 2024, Hickstead, de 12 años, apodado Coco en los establos.

“Depende de su personalidad, pero creo que Coco podría bailar jive. Creo que eso encajaría con su personalidad”, bromea Tan.

“Es bastante descarado, pero me encanta”, continúa. “Siempre está buscando comida, así que si cree que tienes algo de comida, estará ahí mirando en tu bolsillo intentando encontrar si hay comida escondida en algún sitio”.

Ambos llevan trabajando juntos unos dos años y terminaron quinta en la prueba individual de grado I en París 2024, la quinta participación en unos Juegos Paralímpicos para la jinete singapurense.

El mejor resultado paralímpico de Tan fue una plata en la prueba individual de estilo libre de grado Ia en Londres 2012. También ganó el bronce en la prueba de campeonato individual de grado Ia en los Juegos de 2012, que se suma a su anterior bronce en la misma prueba en Beijing 2008.

Aquella medalla fue la primera medalla paralímpica en la historia de Singapur y la primera presea en una prueba de Para hípica en unos Juegos Paralímpicos para un atleta asiático.

Tan conseguiría un segundo bronce en Beijing 2008, en la prueba individual de estilo libre de grado Ia, celebrada dos días después.

Competir en el escenario paralímpico es siempre una gran alegría para esta jinete, que se clasificó para tres pruebas en París 2024.

“Esta es la cumbre de la competición”, señala Tan. “Tienes a los mejores jinetes en el mismo lugar. Tienes una sede preciosa en París. No volveremos a tener la oportunidad de competir aquí, así que me siento muy privilegiada. Estoy encantada de estar aquí. Es un gran honor”.

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