Con 19 años recién cumplidos, Andanin Vilas, la hija mayor de Guillermo Vilas y Phiangphathu Khumueang, posa por primera vez para una revista y comparte detalles sobre su vida, su familia y su futuro. La primogénita del legendario tenista argentino vive en Montecarlo junto a sus padres y hermanos, donde divide su tiempo entre la universidad, el tenis y el cuidado de su papá.
Reapareció Guillermo Vilas en una foto junto a su hijo
Nacida en París en noviembre de 2003, Andanin se convirtió en la primera de los cuatro hijos de Vilas y Phiang, quienes consolidaron su familia con una boda civil y religiosa en 2016. La joven refleja una mezcla perfecta entre el legado deportivo de su padre y la herencia cultural de su madre, originaria de Tailandia. “Creo que soy una mezcla interesante. En la cancha me parezco más a mi papá, pero en mi manera de pensar y ver la vida, soy más como mi mamá”, confiesa.
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El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Actualmente, Andanin cursa la carrera de Negocios en la Universidad Internacional de Mónaco, mientras entrena seis días a la semana en el Monte-Carlo Country Club, el mismo lugar donde su padre brilló en los años 70 y 80. “Me queda un año y medio de universidad y sigo jugando al tenis mientras me haga feliz. Me encanta estudiar y quiero combinar ambas cosas en el futuro”, explica.
Organizada y dedicada, divide sus días entre clases, entrenamientos y una hora diaria de preparación física. “Nunca entreno los domingos, es una regla de la casa”, asegura, destacando la importancia de mantener un equilibrio.
Andanin creció siendo consciente del impacto de su apellido, pero también de la importancia de forjar su propio camino. “Mi papá es la persona más importante de mi vida, pero no utilizamos el apellido Vilas para obtener ventajas. Quiero lograr mis propios objetivos”, afirma.
Aunque está orgullosa del legado de su padre, Andanin valora más las cualidades humanas que lo definen: “Fuera de la cancha, lo admiro por su corazón, por cómo saluda a todos y siempre está dispuesto a ayudar. Esas pequeñas cosas me inspiran mucho”.
Como hermana mayor de Lalindao (14), Intila (13) y Guillermo Jr. (7), Andanin asume un papel protector. “Me preocupa que mis hermanas sufran por algo. Con ellas peleamos un poco, pero mi hermano es el rey de la casa. Él decide lo que comemos y adónde vamos de vacaciones”, comenta entre risas.
Además, mantiene una conexión especial con su madre, quien le inculcó el amor por la cultura tailandesa. “Mi mamá cocina siempre comida tailandesa, lee noticias de allá y le gusta mucho estar conectada con su país. Aunque no viajamos con frecuencia porque es muy lejos, este verano logré convencerla de que vayamos a Tailandia”, relata con entusiasmo.
Cuidando el legado y la salud de Guillermo VilasRespecto a la salud de Guillermo Vilas, la familia mantiene una postura de discreción para proteger tanto al tenista como a sus hijos menores. “Mi papá está bien, pero lo que más me preocupa es la salud mental de mis hermanos. Intentamos mantenernos al margen de los rumores y protegerlos de lo que puedan leer en internet”, afirma con determinación.
Andanin Vilas enfrenta el futuro con una mezcla de gratitud y ambición. “Quiero seguir jugando al tenis mientras me haga feliz, pero también quiero construir mi propio camino profesional. Amo lo que estoy estudiando y quiero combinar mis dos pasiones”, concluye.
JCCL