Guillermo Vilas y una tierna foto junto con su hijo, Guillermo Jr ...
“Feliz cumpleaños mi amor”. El posteo en Instagram de la tailandesa Phiang Phathu, la esposa de Guillermo Vilas, sensibilizó las redes sociales durante las últimas horas. El mensaje fue dedicado a Guillermo Jr., el único hijo varón de la pareja, con motivo del séptimo cumpleaños del chico, nacido el 3 de abril de 2017, en Mónaco.
Vilas, la leyenda que popularizó el tenis en la Argentina y en la región, campeón de cuatro torneos individuales de Grand Slam, está radicado en Montecarlo desde hace muchos años y, con dificultades de salud, no aparece públicamente desde hace tiempo. En una de las imágenes que publicó Phiang no se le ve el rostro al extenista de 71 años, pero sí sus manos, abrazando a Guillermito.
Festejo de cumpleaños del hijo de Vilasinstagram.com/phiang_vilas“¿Cómo es Guillermito? Él es el que manda. ¿Qué queremos comer hoy? Él decide. ¿Dónde vamos hoy? Él decide. ¿Vamos a la playa o a la pileta? Él decide. Él es el que siempre decide qué hace el resto. Pero si le hacemos algo malo o le sacamos algo, se enoja y le dice a mi mamá o a mí, porque yo también la ayudo un poco. Entiende algo de español. Lo fui a ver cuando estaba jugando al tenis y el entrenador le hablaba en español y él entendía; le respondía en inglés”, le contó en julio de 2023 a LA NACION la hija mayor de Vilas y Phiang, Andanin, nacida en París el 15 de noviembre de 2003.
Después de Andanin, Vilas y Phiang tuvieron a Lalindao, nacida en Miami el 6 de enero de 2010, e Intila, nacida en Buenos Aires el 23 de diciembre de 2010.
Vilas junto con sus hijos, en Montecarlo, hace unos añosEn las recientes fotos publicadas por Phiang, se lo ve a Guillermito luciendo camisa y saco durante su visita a Guillermo (padre). También hay otras dos imágenes del chico con una torta y soplando una vela con el número 7.
Durante el mismo reportaje del año pasado con LA NACION, Andanin contó que a su hermano le gusta jugar al tenis. “Es diestro. Le gusta jugar mucho. Pero como él tiene su escuela y a veces va a natación, porque está aprendiendo a nadar, no tiene mucho tiempo para jugar, porque se cansa y no puede estar muy lejos de casa. Tiene que volver, relajarse y volver a jugar después. Es el mimado de la casa”.
Vilas, ganador de 62 títulos y número 2 del mundo en 1975, inspiró a una generación que miraba de lejos a las figuras. “Nos hizo creer que los sueños eran posibles”, confesó, en un informe de LA NACION, el ecuatoriano Andrés Gómez, campeón de Roland Garros 1990, logro que lo convirtió en el primer latinoamericano ganador de un Grand Slam después de la era Vilas.
El año pasado, ante la pregunta de LA NACION a Andanin sobre qué le diría a los admiradores de Vilas que siguen pendientes de él, la hija mayor del Poeta respondió con sensibilidad: “Cada vez que me dicen: ‘Mandale un abrazo a tu papá’, yo le mando el abrazo a mi papá. Le digo: ‘Mirá, esta persona te manda un abrazo, lo conocí este día, a tal hora, te manda un fuerte beso’. Yo se los mando. A él le gusta eso, le gusta saber que sigue, que la gente piensa en él a veces, claro porque se siente que es un jugador viejo ya, entonces dice: ‘Bueno, qué va a pensar en mí esta gente’”.
LA NACION
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