La caída de Furia, eliminada de Gran Hermano: sus cinco ...
La casa de Gran Hermano 2023 (Telefe) quedó en llamas luego de un reñido cara a cara entre Furia y Martín Chino Ku. Si bien la placa también estaba conformada por Emmanuel y Bautista, ambos jugadores fueron salvados por el público durante la emisión del lunes. En ese contexto, este martes, todas las miradas del público estaban puestas en la última mujer de la competencia y el líder de Los Bros. En estas instancias finales del juego y tras varios encontronazos, la noche se vivió como una verdadera gran final.
Amada y odiada, y aunque muchos le auguraban el premio final, la polémica competidora quedó fuera del juego, luego de haber superado más de una docena de placas, y a solo 20 días de que finalice el programa.
Desde el primer momento, Juliana Scaglione se perfiló como una jugadora tenaz para esta edición del ciclo. Deportista, entrenadora, doble de riesgo y creadora de contenido en redes sociales, eran tan solo algunas de las facetas con las que se definía. “El momento más importante de mi vida fue tirarme de un piso 21 en Puerto Madero”, contó, orgullosa en su video de presentación.
“Tenés dos opciones: triunfar o ser espectadora, y yo no vine a ver a nadie”, confesó, sobre su lema a la hora de competir, el cual mantuvo durante los seis meses que estuvo encerrada. Este martes, finalmente, este martes quedó eliminada del programa por decisión del público.
Si bien desde el día uno Juliana dejó en claro que no tenía miedo a traspasar los límites para asegurarse el podio, nadie se hubiese imaginado cuánto podía generar entre sus compañeros. En un comienzo tuvo aliadas, quienes se autodenominaron “Las Furiosas”, pero no pasó mucho tiempo para que se desintegrara. Primero con la salida de Carla De Stéfano, más conocida como “Chula”, que abandonó el programa por decisión propia y, luego, con la primera eliminación de Catalina Gorostidi.
Esto la dejó con Agostina Spinelli, con quien terminaron enfrentadísimas. La policía, de hecho, dejó la casa argumentando que su integridad, y hasta su vida, corrían peligro conviviendo con Sclaglione.
Todo comenzó luego de que la expolicía le llamó la atención y le pidió que acate el reglamento del reality. Lejos de tomar el consejo de su aliada, la deportista enfureció y la enfrentó. “Te digo algo: no juguemos más juntas porque no tengo más ganas de que me des órdenes. Conmigo, tranquila”, expresó, mientras su compañera se encontraba en la cama.
Spinelli no solo la tildó de desagradecida, sino también de irrespetuosa. “¿Te pensás que porque gritás tengo que cerrar el ort…? Te hice un chiste, si tenés la tanga dada vuelta es problema tuyo”, retrucó.
Esta fue la primera de las tantas peleas que tuvieron. Pero la gota que colmó el vaso fue en una placa de eliminación de inicios de marzo, cuando quedó afuera Lisandro Navarro y Agostina decidió retirarse voluntariamente pocas horas después. “Yo me voy atrás de él, no quiero estar más acá. No voy a vivir en una casa con una persona que me amenaza de muerte”, expresó la jugadora, entre lágrimas, en el confesionario de la casa.
Si bien le ofrecieron quedarse un día más para que reflexionara acerca de su decisión, la exoficial no cambió de parecer. Así fue que agarró sus valijas y dejó para siempre el reality, invadida por el miedo a su examiga. “Ahora voy a poder ir a la cocina sin tener que ver una cara de ort…”, sentenció Scaglione durante los primeros momentos de su salida.
Una de las tantas visitas que tuvo el certamen fue por parte de Alfa y Ariel Ansaldo, dos personajes de la temporada anterior del reality, que no se llevaban para nada bien. Mientras uno trajo tensión entre los jugadores, el otro intentó llevar un poco de humor y alegría. Esto no le gustó para nada a la doble de riesgo, quien se mostró su lealtad con Walter y no tuvo el mejor de los recibimientos hacia Big Ari.
Aislada de sus compañeros, Juliana le hizo compañía a Walter mientras los otros preferían la presencia de Ansaldo. Enojada por la presencia de este, no dudó en lanzarle una serie de comentarios que fueron duramente reprobados. “Tenés la voz parecida a Lisandro y me molesta escucharla”, le señaló Juliana, lo que tomó por sorpresa al empresario gastronómico de 47 años. Si bien se lo tomó a risa, las intenciones de la competidora eran otras y no dudó en hacérselo saber.
Nadie esperaba que fuera a atacarlo, en especial porque el exconcursante no mostró ánimos de pelea. “Traigan más comida que este se come todo”, gritó y luego volvió a repetirlo, en un intento de dejarlo claro ante las cámaras del programa. Afuera, sus palabras fueron cuestionadas por el público y sus dichos calificados de “gordofóbicos”.
Durante el reality, Juliana fue diagnosticada con Leucemia grado 1. antes de que se conociera el diagnóstico, todo el tema generó preocupación entre sus compañeros. En ese sentido, fue la propia jugadora quien se dirigió a ellos para comunicarles lo que le dijeron los médicos, después de haber salido al exterior para realizarse una serie de estudios.
“Chicos, tengo leucemia grado 1. Y no es joda, no es chiste.”, aseguró. En un intento de explicarlo a fondo, señaló: “No tengo que tratarlo porque está en nivel uno si eso no crece. Todos los meses me tengo que sacar sangre para ver qué onda”, aseguró para sorpresa de todos, tanto adentro como afuera de la casa.
Entre expresiones atónitas, los hermanitos intentaron mostrarle su apoyo y fortaleza en medio de ese difícil momento. Su reacción fue terminante: se aferró al juego, decidida a no permitir que ni siquiera su diagnóstico la aleje de su meta de llevarse el gran premio por el que entró al programa e incluso lo usó para obtener beneficios y avanzar así rumbo a la final.
Hace un tiempo, acusó a Virginia Demo y Florencia Regidor de querer “enfermarla”. “Tanto que se hacen las buenas. El bolud... me enferma, y la otra pelotud... está con faringitis y yo toda llena de mocos”, dijo. “Yo no me puedo enfermar, chicos. Tengo un diagnóstico en el cual no me puedo enfermar, no se me puede caer mi sistema nervioso central. Acabo de ir a un médico encima. Me dieron paracetamol. ¿Sabés lo que quieren? Sacarme del juego. Por eso me mandan al médico. Hasta que me muera, no voy a parar”, las acusó.
También hubo tiempo para el amor. La competidora abrió su corazón ante la llegada de Mauro, un estudiante de Marketing. Juntos le dieron riendas a su pasión e hicieron todo lo que querían ante la mirada de los fanáticos. Pero el romance no duró para siempre.
Una vez más, Juliana se deshizo de uno de sus aliados para convertirlo en su enemigo. Esto quedó en claro en una de sus peleas más violentas, que la dejó a ella al borde de la expulsión y le valió una sanción inédita que la obligó a permanecer en placa de nominados hasta el final de su estadía.
“Dejame comer tranquila, dejame de romper las pel... Te lo pedí bien. En donde yo estoy, vos no estés, tómatela. Levantate de ahí porque voy a buscar mi pizza y quiero comer tranquila. Te lo dije en serio, ¡vos ni nadie me toma de pelo…, sorete!”, lanzó la doble de riesgo mientras intentaba sacar a D’Alessio de su lugar en el patio de la casa, donde él se sentó junto a Nicolás.
El joven no le dio importancia, por lo que ella fue a encararlo a los gritos: “Todo porque quiere cámara, bol… Te lo dije bien ayer. ¡A vos no te mira nadie!”.
Este fue un quiebre en su relación. Tras la eliminación del muchacho, Furia creyó que podía reconciliarse, pero un grito del exterior le avisó que él no tenía intenciones de continuar su vínculo. Acto seguido, tuvo un encuentro íntimo con Pancho, el hijo de Darío, mientras que Mauro tuvo un breve romance con una joven periodista llamada Antonella Ravinale.
Durante dos jornadas, la casa de Gran Hermano volvió a reunir a los jugadores que fueron parte de toda la temporada. En dos tandas, los exparticipantes pasaron a recordar momentos y votar previo a la noche de nominación. Como era de esperarse, la mujer de 33 años aprovechó la oportunidad para exteriorizar todo su enojo contra ellos.
“¡Cacatúa! Alto cringe este pibe. Volvé a tu casa, gil del ort…, falluto”, lanzó a los gritos contra Joel, mientras escuchaba sus pasos afuera del SUM, donde se encontraba encerrada con sus compañeros. Luego fue el turno de Catalina, otra de sus examigas, a quien le dedicó numerosos insultos y hasta una grave acusación. “Ni aunque te coj… a alguien de producción se te va a dar, así que chau”, se despachó.
También hubo comentarios desafortunados hacia Paloma y Coty Romero, además de alusiones a sus retoques estéticos y todo un rosario de agravios.