Gimnasia le ganó a Argentinos Juniors y respira: ¿cómo quedó en ...

19 Oct 2023
Gimnasia  Argentinos jrs.

La fangosa ciénaga en la que Gimnasia chapotea desde hace meses no le ofrece tregua. Braceando y pataleando, con más enjundia que virtuosismo, procura apartarse del indeseado penúltimo puesto de la tabla anual que transformará a su ocupante en el compañero de asiento de Arsenal en el viaje hacia la Primera Nacional. Este jueves, el conjunto dirigido por Leonardo Madelón consiguió una valiosísima victoria 3 a 2 sobre Argentinos Juniors en el Bosque que lo acercó a la orilla y les pasó el paquete de la obligación a sus competidores en esta batalla.

Si un atributo se puede destacar del Lobo es que la presión con la que se acostumbró a convivir no lo empuja a correrse ni un ápice del libreto que Madelón redactó desde su llegada hace poco más de un mes: “Vos jugá y yo espero”. Desde el pitazo inicial de Pablo Echavarría y sin ponerse colorado, el local le cedió el balón a su adversario, pobló su terreno y aguardó sin salir a presionar arriba.

En tiempos de estadígrafos trabajando a destajo, Argentinos descuella por su tenencia de pelota y por la cantidad de pases que sus jugadores enlazan. Pero en el primer tiempo el conjunto de Pablo Guede se mostró como una versión somnolienta del Barcelona de Josep Guardiola: prolijo, pero parsimonioso hasta la exasperación y carente de profundidad. Ello no impidió que en una de sus primeras incursiones riesgosas al área rival el goleador Gondou corrigiera de cabeza un disparo mordido de González Metilli, batiera a Durso y firmara su séptimo tanto en la Copa.

La desafortunada lesión que Colazo había sufrido un par de minutos antes del gol de la visita (sufrió un fortísimo golpe en la cabeza al chocar con Galván), la decisión de Madelón de hacer ingresar al pibe Domínguez y desarmar la línea de cinco defensores, y la urgencia que le imponía la desventaja hizo que Gimnasia se sacudiera la modorra en el último tramo del primer capítulo. Todo lo que no había hecho hasta entonces lo expuso en los 10 minutos finales y, furioso, volteó la tortilla: primero con un cabezazo del capitán Morales y luego, ya en tiempo agregado, con una media vuelta de Ramírez.

Después del descanso, Guede procuró darle otro empuje a su equipo con tres cambios y la reubicación de varios de sus hombres. Pero antes de que terminaran de acomodarse volvió a golpear Gimnasia: Ramírez aprovechó un defectuoso rechazo de Torrén y estiró la ventaja. Con Domínguez endiablado por la izquierda y mucho espacio para explotar, el anfitrión podo estirar esa renta de dos tantos en los primeros 20 minutos. Sin embargo, perdonó y mantuvo en juego a su rival.

Menos puntilloso pero mucho más vigoroso que en el episodio inicial, Argentinos instaló definitivamente el juego en territorio enemigo y apedreó el rancho de Durso. Ávalos, a quien el poste derecho le había negado el grito unos minutos antes, descontó a los 39 e hizo que los últimos minutos fueran un suplicio para la multitud que colmó el Juan Carmelo Zerillo y que terminó festejando a rabiar un triunfo que le renovó el crédito para financiar su ilusión.

Leer más
Noticias similares
Los noticias más populares esta semana