Freddie Mercury: diez momentos irrepetibles | Señal Colombia

Conmemoramos el que sería el cumpleaños número 78 de Freddie Mercury: ídolo de la música y de las presentaciones en vivo.

¿Quién quiere vivir para siempre? Es una de las canciones que escribió Freddie Mercury en 1986 y que se volvería premonitoria. Una de las estrellas más luminosas de la música contemporánea, nació el 5 de septiembre de 1946 y falleció el 24 de noviembre de 1991, dejando un el legado poderoso como su voz y único como su presencia en el escenario.

Nacido bajo el nombre de Farrokh Bulsara en Stone Town, Ciudad de Zanzíbar, actual Tanzania, Freddie Mercury llegó a los 17 años a Inglaterra a continuar sus estudios en diseño gráfico. Allí hizo real el fantasioso deseo de hacer una ópera rock y de convertir cada concierto en un verdadero espectáculo teatral. Por eso hacemos un recorrido por sus 10 momentos más icónicos.

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En el Ealing College of Art de Londres nació Queen. Mercury conoció allí al cantante Tim Staffel, quien junto al guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor formaron la banda Smile: un grupo de hard rock psicodélico del que Mercury era gran seguidor y del que acabaría siendo su vocalista, cuando Staffel abandonó la formación en abril de 1970. Meses después cambiarían su nombre a Queen, adoptando la idea de Freddie, que ya no era Bulsara sino Mercury. Meses después John Deacon se uniría a banda.

Una de las primeras genialidades de Farrokh fue creer y crear una banda perfecta.

En el lado B del cuarto álbum de Queen llamado A Night at the Opera (1975) inquietó una canción que originalmente eran tres. La insistencia de la banda a la disquera EMI por lanzar una canción de seis minutos trajo consigo el mayor éxito de la banda. Esta ópera rock se consolidó como la canción más escuchada del siglo XX, según Guinness Récords.

En ese mismo álbum y para dar cuenta de lo versátil que era la banda en nivel interpretativo y composición, Mercury escribió esta canción a Mary Austin: su pareja y amiga cercana durante muchos años. Aunque Mercury tuvo numerosas parejas, siempre dejó en claro que su amor por Mary era incondicional.

En 1981, en Montreux, Suiza, mientras la banda grababa Hot Space (1982), recibieron la visita David Bowie, quien estaba en el mismo estudio grabando el tema principal para la película de terror El beso de la pantera (1982). Al enterarse de que Freddie estaba tan cerca de él, Bowie lo saludó y le ofreció participar en Cool Cat, uno de sus nuevos temas. 

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Según Roger Taylor, "David llegó una noche y estábamos tocando canciones de otras personas para divertirnos, simplemente para improvisar. Al final, David dijo: esto es estúpido, ¿por qué no escribimos una?" De la improvisación de la banda y la grabación por separado de las voces salió una canción
inigualable.

“Me divierto con mi forma de vestir en el escenario. No es un concierto lo que estás viendo, es un desfile de moda", comentó en algún momento Mercury. En 1975 tuvo una de las puestas en el escenario más icónicas al usar los atuendos de la diseñadora Zondra Rhodes: trusas de arlequín, mayas ajustadas, atuendos de cuero y faldas, desafiando al qué dirán mediante su canción I want to break free.

Aunque siempre se comentó que su extravagancia en el escenario, nutrida de su vestimenta, vendría de su homosexualidad, fue hasta 1974 cuando Mercury se refirió a sí mismo como “gay como un narcis” durante una entrevista en la revista NME. A pesar de esto, nunca fue realmente directo con el tema.

Sin embargo, en 1987 los resultados de unas pruebas médicas mostraron que Freddie Mercury era VIH positivo. En aquella época se sabía de esa enfermedad poco más que de su alta mortalidad y las víctimas de ese virus seguían siendo estigmatizadas, por lo que el cantante decidió seguir trabajando.

Su segundo disco en solitario traía un sueño entre notas: cantar con una de las cantantes de ópera más reconocidas, Montserrat Caballé. Barcelona se convirtió en un éxito mundial y un símbolo de la unión entre el rock y la ópera. La canción fue creada para los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, aunque Mercury falleció en 1991 antes de poder llevar este éxito a los escenarios. 

Barcelona es famosa por su majestuosidad y poderosa interpretación vocal, combinando la voz operística de Caballé con el estilo inconfundible de Freddie Mercury. Aunque ambos provenían de mundos musicales muy diferentes, su colaboración fue un éxito rotundo y es considerada una de las más importantes en la carrera de Mercury fuera de Queen.

Una chaqueta amarilla y un pantalón blanco marcaron uno de los mejores conciertos de la historia por parte de la banda que hizo real los “conciertos de estadios”. Ocurrió en el famoso concierto de Queen en el estadio de Wembley, que tuvo lugar el 12 de julio de 1986, como parte de la gira “Magic Tour” que vendió 100 millones de entradas en todo el mundo. Este show fue el último tour de la banda con Freddie Mercury como vocalista principal antes de su muerte. 

El concierto en Wembley es recordado por la poderosa presencia escénica de Mercury, la energía de la banda y un setlist que incluyó clásicos como Bohemian Rhapsody, We Will Rock You, We Are the Champions, entre otros. Este evento se inmortalizó en el álbum en vivo y el video Queen at Wembley, lanzado en 1992.

En abril de 1985 Freddie Mercury publicó su primer disco en solitario: Mr. Bad Guy y de inmediato circularon rumores de la separación del grupo. Sin embargo, Queen volvió a eclipsar al mundo con sus 17 minutos de actuación en el concierto benéfico Live Aid por la niñez y el hambre en África, celebrado en el estadio de Wembley el 13 de julio de aquel año ante 72 mil espectadores, en el que participaron las mayores estrellas musicales del momento.

Entre 1.500 y 1.900 millones de personas vieron el Live Aid por televisión en todo el mundo y aquella breve actuación de Queen es considerada una de las mejores de la historia. Lo triste de este momento fue que el dinero recaudado nunca se vio en África.

El último video musical de Freddie Mercury y Queen termina con un nostálgico “te sigo amando” de frente a la cámara. Fue filmado el 30 de mayo de 1991. Se agregaron animaciones de Disney en la versión original, utilizando un tono sepia para mejorar el aspecto del cantante, quien ya estaba visiblemente afectado por las complicaciones del sida. Una versión posterior se lanzó en blanco y negro, a modo de memoria y homenaje resultando ser más reconocida que la anterior.