El escalofriante testimonio del policía que identificó a los 51 ...
PARÍS.- Durante el tercer día del juicio por uno de los casos más estremecedores de violación con sumisión química en Francia, un policía francés declaró como testigo clave y reveló que los 51 acusados de violar a una mujer drogada por su marido fueron identificados gracias a las grabaciones del propio esposo.
El agente explicó cómo las investigaciones lograron identificar a los 51 acusados de violar a una mujer drogada por su propio marido para ese propósito. La clave para desenmascarar a los responsables fueron las imágenes y grabaciones meticulosas que el esposo de la víctima, Dominique Pelicot, guardaba en sus dispositivos.
Los acusados, entre ellos el marido de la víctima, comparecen desde el lunes y hasta el 20 de diciembre en Avignon (sur), por violaciones agravadas en su mayoría, entre 2011 y 2020, hechos por los cuales pueden ser condenados hasta 20 años de cárcel.
Gisele P. (C) llega al juzgado durante el juicio de su marido acusado de drogarla durante casi diez años e invitar a extraños a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón, el 2 de septiembre de 2024. - Créditos: @CHRISTOPHE SIMON
Los hechos ocurrieron principalmente en el pueblo de Mazan, a donde la pareja se había mudado tras jubilarse.
Las aproximadamente 200 violaciones contra Gisèle Pelicot, de 72 años, son adjudicadas a 72 individuos, de los cuales tras dos años de investigaciones la policía identificó en principio a 54, dos de los cuales fueron exonerados por falta de pruebas y otro murió.
“Elegí formar un equipo muy restringido de cuatro investigadores”, relató en el estrado el comisario Jérémie Bosse Platiere. “Y escogí a personas suficientemente fuertes para afrontar las imágenes”, agregó tras subrayar que fueron largas y tediosas las investigaciones.
Estas fueron facilitadas por los miles de fotos y videos tomados por el marido, registrados en un disco duro y luego meticulosamente descritos con nombre, edad y hasta el número de teléfono de los individuos y clasificados en un expediente llamado “abusos”.
Un abogado sostiene un expediente en el juzgado durante el juicio de un hombre acusado de drogar a su mujer durante casi diez años e invitar a extraños a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón, el 2 de septiembre de 2024. - Créditos: @CHRISTOPHE SIMON
El marido agregaba además otro expediente específico para cada uno de los hombres que venía a violar a su esposa.
“Una lista fue elaborada para cada individuo, según el número del expediente”, precisó el comisario. El objetivo era entonces identificar a “Chris el bombero”, “Quentin”, “Gaston” o “David”, etc.
Los policías utilizaron numerosos registros dejados de los intercambios telefónicos y las conversaciones entre el marido y los agresores de su esposa.
Estas conversaciones comenzaban en internet, en el sitio de encuentros Coco.gg, y luego se trasladaron a un salón privado de ese sitio, cerrado desde junio por la justicia por ser un “lugar de depredadores”. Luego las conversaciones seguían en Skype y por teléfono.
Reconocimiento facialUna primera lista de 11 contactos a través de Skype se identificó enviando peticiones a Microsoft para identificar las direcciones IP.
El mismo procedimiento se usó para los teléfonos: “Partimos de los números (en las facturas telefónicas de Dominique P.) y verificamos en cada fecha si había relación entre la llamada hecha y lo que se veía” en las imágenes, dijo el comisario.
Para llegar a las identidad de esos hombres, los investigadores acudieron a los operadores telefónicos.
Otro método consistió en extraer imágenes halladas con ayuda del reconocimiento facial, a través de un programa utilizado por la policía francesa. “Tras la extracción de la foto, se obtiene una tasa de parecido. Y eso nos facilitó identificar a una tercera parte de los autores”, señaló el comisario.
Gisele P. (d) habla con uno de sus abogados, junto a su hija Caroline Darian (c) y su hijo, en el tribunal durante el juicio de su marido acusado de drogarla durante casi diez años e invitar a extraños a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón, el 2 de septiembre de 2024. - Créditos: @CHRISTOPHE SIMON
Ante la cantidad de personas involucradas, los policías tuvieron que hacer las detenciones en cinco oleadas, entre finales de 2020 y septiembre de 2021.
Varios acusados sostienen que solo se limitaron a ser parte de los fantasmas sexuales de una pareja libertina. Sin embargo, la víctima nunca se ve “consciente” y “no manifiesta ningún gesto” en las miles de imágenes registradas, subrayó Bosse Platiere, lo que demostraría que no hubo consenso.
La mayoría de los acusados solo concurrió una vez al domicilio. Diez fueron en varias ocasiones, hasta seis noches en algunos casos.
El hombre no les pedía dinero a cambio y -según él- “todos sabían” que su esposa estaba drogada y no había consentido.
El casoEl caso que ha horrorizado a Francia, salió a la luz por casualidad cuando Dominique P., con quien la víctima está en instancias de divorcio, fue sorprendido en 2020 en un centro comercial filmando bajo las polleras de las clientas.
Los investigadores encontraron entonces en su computadora muchas fotos y videos de su mujer, visiblemente inconsciente, mientras decenas de desconocidos la violan. El acusado respondió ayer con un “sí”, cuando se le preguntó si era culpable.
Aunque la mujer se mostró impasible, a los tres hijos de la pareja, sentados junto a su madre, les costaba más contener la emoción. En dos ocasiones, su hija, Caroline Darian, abandonó la sala entre lágrimas y temblores.
El presidente del tribunal, Roger Arata, explicaba en ese momento los fotomontajes en los que Darian aparecía desnuda. Las imágenes se encontraban en una carpeta de la computadora de su padre, de 71 años, llamada “Sobre mi hija, desnuda”.
“Caroline tuvo que salir. Era absolutamente insoportable. Incluso si no han descubierto nada nuevo”, explicó el abogado de los hijos y de la madre, Antoine Camus, para quien el trance de este martes era “duro”, pero “necesario”.
Gisele P. sentada junto a su hija Caroline Darian, y sus hijos David P. (2ºR) con su esposa Celine F., y Florian P, en el tribunal durante el juicio de su marido acusado de drogarla durante casi diez años e invitar a extraños a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón, el 2 de septiembre de 2024. - Créditos: @CHRISTOPHE SIMON
Gisèle Pelicot ha solicitado expresamente que su juicio sea público. Ella quiere que el caso se conozca ampliamente para concienciar sobre este tipo de crímenes y apoyar a otras víctimas en situaciones similares. A pesar de la oposición inicial de la fiscalía y una parte de la defensa, su petición fue aceptada, y las audiencias se están llevando a cabo públicamente.
Tras regresar de nuevo a la sala, Darian se detuvo unos segundos ante el banquillo donde están los 18 acusados en prisión preventiva, pero ninguno cruzó su mirada, tampoco su padre al que ahora solo llama “progenitor”.
La mujer, quien publicó en 2022 un libro titulado “Y dejé de llamarte papá”, “quería sostenerle la mirada mucho tiempo para ver hasta dónde podía llegar en sus negaciones”, explicó el abogado Camus.
“Modo violación”A lo largo de la exposición de los hechos, detallados por el juez Arata de forma fría, Dominique Pelicot permaneció impasible, conversando en ocasiones con su abogada Béatrice Zavarro o mirando a la sala.
Algunos de los acusados cuentan con un largo historial de condenas por violencia doméstica o violación, a veces de niños, de adicción a las drogas o al alcohol, y de atracción por las prácticas pedófilas o por la zoofilia.
Además del principal acusado, sólo 50 de los 72 agresores que aparecen en las fotos y los videos pudieron ser identificados. De estos, 32 comparecen en libertad ante el tribunal y uno es juzgado en rebeldía.
Camus espera que el juicio saque a la luz el uso de drogas en las agresiones sexuales en el seno de la familia. Según las autoridades francesas, un 42% de las denuncias creíbles por violaciones con sumisión química tuvieron lugar en el ámbito privado.
En el caso de su mujer, los investigadores identificaron 92 violaciones entre 2011, cuando la pareja vivía en la región de París, y 2020, especialmente a partir de 2013, tras mudarse a Mazan.
Manifestantes sostienen pancartas durante una protesta ante el tribunal durante el juicio de un hombre acusado de drogar a su mujer durante casi diez años e invitar a extraños a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón, el 2 de septiembre de 2024. - Créditos: @CHRISTOPHE SIMON
El hombre utilizaba el sitio de citas coco.gg, cerrado en junio por la justicia, para reclutar a los violadores. “Tú eres como yo. Te gusta el modo violación”, escribió a uno de sus contactos, en una discusión hallada por los investigadores.
A otros explicó que administraba somníferos a su esposa, que podía así agredirla sexualmente y obtener prácticas que ella rechazaba normalmente. Dominique P. llegó a encargar 450 píldoras en un año, según el seguro nacional de enfermedad francés Assurance Maladie.
Agencias AP y AFP
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